Finca La Emperatriz, bodega y viñedo
Un viñedo de 85 hectáreas en una finca de 101 que perteneció a Eugenia de Montijo; podríamos decir que eso es Finca La Emperatriz, pero tras visitarlo de la mano de Eduardo Hernáiz, podemos asegurar que es mucho más. Es enoturismo basado en el viñedo, apartamentos de ensueño, un wine bar y, sobre todo, unos vinos que hacen honor a los históricos vinos finos de Rioja.

Eugenia de Montijo, mujer de Napoleón III y emperatriz de Francia, heredó de su madre la finca que hasta ese momento era conocida como “La Viña”; una finca de 101 hectáreas que pasó a conocerse como Finca La Emperatriz. Durante esa época se siguió cultivando el viñedo e incluso elaborando vino. De hecho, existen dos diplomas de 1878 y 1884 que hacen referencia al viñedo de la finca, y también se conserva una multa por cobrar una subvención para replantar viña tras la filoxera, subvención que no les correspondía, ya que en ese momento el viñedo de Finca La Emperatriz todavía no había sido afectado por la plaga. 

A poco más de tres kilómetros de la finca, en Baños de Rioja, se conserva la antigua bodega, excavada en la montaña, donde se elaboraba el vino en tiempos de la emperatriz.

La historia nos la cuenta Eduardo Hernáiz, que junto con su hermano Víctor son las dos personas al frente de Viñedos Hermanos Hernáiz, un proyecto que agrupa tres gamas de vinos elaborados en Rioja Alta: El pedal, Finca La Emperatriz y Las Cenizas.

Finca La Emperatriz, Eduardo Hernáiz
Eduardo Hernáiz nos explica la historia de Finca la Emperatriz.
Edificio Multiusos.

El Viñedo de Finca La Emperatriz

A Eduardo se le iluminan los ojos cuando te cuenta la historia de Finca La Emperatriz mientras paseamos por el viñedo, un viñedo que adquirió la familia en 1996 gracias a que en esa época las grandes bodegas no estaban tan interesadas en comprar viña como lo están en la actualidad. 

La finca tiene 85 hectáreas de viñedo repartido en 23 parcelas, de las cuales 32 hectáreas están pobladas de cepas viejas conducidas en vaso, con una edad media de 60 años. Allí encontramos Tempranillo, Garnacha y Viura, mientras la viña joven cuenta también con cepas de Graciano y Maturana Tinta. Todo el viñedo se encuentra plantado en suelos pedregosos sobre arenas, a 570 metros de altitud, casi todo con una orientación norte-sur, aunque también hay una parte de orientación este-oeste. 

Nos cuenta Eduardo que el viñedo joven está plantado a partir de 1996, cuando compran la finca, y es que no es hasta el año 2002 cuando empiezan a elaborar vino, venden la uva que producen y están dedicados a recuperar viñedo viejo y a estudiar los suelos para las futuras plantaciones. De hecho, las primeras parcelas plantadas fueron conducidas en espaldera y con clon de vivero. En cambio, en la actualidad las nuevas plantaciones vuelven a ser en vaso y se llevan a cabo con una selección masal de sus viñas viejas.

El viñedo viejo donde se puede apreciar la cubierta vegetal.

Han comprobado con criterios científicos que la vuelta a los orígenes, a hacer las cosas como las hacían nuestros antepasados, hace que las plantas tengan máyor esperanza de vida y produzcan uvas de mejor calidad.

Cuando lo visitamos, todo el viñedo muestra una cubierta vegetal. Nos cuenta Eduardo, orgulloso, que llevan más de 15 años apostando por ella, ya que han comprobado que ayuda mucho a la recuperación de los suelos y a evitar la degradación a unos suelos ácidos a los que sólo hay que añadir dolomitas cada varios años. 

El viñedo viejo ya está certificado en ecológico, por lo que los vinos Finca La Emperatriz tanto blanco como tinto llevarán el sello en su etiqueta trasera a partir de la añada 2023. Y poco a poco se está convirtiendo el resto del viñedo, una aventura que empezó con la parcela de Garnacha vieja y que acabará con el viñedo joven.

Cepas del viñedo conducido en espaldera.

Los Edificios de Finca La Emperatriz

Al ser una finca histórica, Finca La Emperatriz contaba con diferentes edificaciones que poco a poco se están restaurando y adaptando a diferentes usos. Este es el caso de los alojamientos de los antiguos trabajadores, que ahora son tres pequeñas villas para alojarse con todas la comodidades y unas vistas envidiables.

Dormitorio, sala de lectura, comedor y terraza de una de las villas.

Además de la bodega en sí, donde se elaboran los vinos de los tres proyectos de los Hermanos Hernáiz, también encontramos un edificio que alberga el wine bar y una sala multiusos con una capacidad de hasta 2.000 personas, que se puede compartimentar. Es tan “multiusos” que se emplea incluso para que los vinos que hacen la conversión maloláctica en barrica la lleven a cabo allí.

Winebar en uno de los edificios restaurados de Finca La Emperatriz.

En Finca La Emperatriz también se hacen bodas, pero solamente tres al año, ya que no nos podemos olvidar que estamos en una bodega donde lo más importante es el vino, y la preparación de este tipo de eventos interferiría con los trabajos de campo y de bodega si se llevara a cabo más a menudo.

El enoturismo, sin embargo, es una de las grandes bazas de la finca. La visita se centra, además, en la importancia del viñedo, por el cual se pasea durante las visitas. Y, si el tiempo lo permite, la cata también se lleva a cabo en el exterior, a pie de viña, para disfrutar de uno de los paisajes icónicos de Rioja.

Vista del viñedo donde se realiza la cata en las visitas enoturísticas.

Los Vinos de Finca La Emperatriz

Aunque en Finca La Emperatriz se empezó a elaborar vino en el año 2002, no es hasta el año 2016 cuando se da un salto y se apuesta por la mayor calidad y la elaboración de vinos de gama alta. Las condiciones climáticas de la finca, que es una de las zonas más frías de Rioja, permiten que el ciclo de la uva sea un poco más largo, lo que permite conseguir una perfecta maduración de los hollejos y, con ello, unos vinos más complejos y equilibrados.

La Producción es de alrededor de 300.000 botellas, de las que más o menos el 50 % se vende fuera de España. El Jardín de La Emperatriz Tinto es el vino que lleva el peso en las ventas de la bodega, con unas 200.000 botellas, mientras que las 100.000 restantes se reparten a partes iguales entre Finca La Emperatriz Blanco y Tinto.

Durante nuestra visita cataremos los cuatro vinos de Finca La Emperatriz en distintos momentos: en el exterior disfrutando del viñedo, con un aperitivo, ya en la sala multiusos, contemplando la lluvia a través de sus ventanales, y durante una comida basada en el producto local con las chuletillas al sarmiento como plato estrella.

El Jardín de La Emperatriz Blanco 2022

Fresco, fácil y versátil podrían ser tres de los adjetivos que describen a este monovarietal de Viura procedente de viñedos conducidos en vaso (75 %) y en espaldera (25 %) y plantados sobre los suelos pedregosos con fondo de arenas de Finca La Emperatriz.

A su llegada a bodega, las uvas son prensadas, y el mosto se mantiene con la pulpa a baja temperatura durante dos días para ayudar a la extracción de aromas varietales. Tras el desfangado, por gravedad, comienza la fermentación en depósitos de hormigón y acero a una temperatura controlada de entre 15 ºC y 16 ºC. El vino tiene una crianza sobre lías en depósitos de cemento de dos meses.

El Jardín de La Emperatriz Blanco 2022 se presenta en copa de un color amarillo pajizo muy claro. Su nariz es limpia, y en ella destacan los aromas a flores blancas y cítricos, acompañados de una nota herbal muy interesante. En boca es un vino frutal, con una buena acidez en un trago amable y fácil, apto para todos los públicos. Es un vino que se puede beber ya, pero que dentro de un par de años habrá ganado en complejidad.

El Jardín de La Emperatriz Tinto 2019

El vino de mayor producción de la bodega es un varietal de Tempranillo (92 %) con un pequeño aporte de Garnacha (6 %) y Graciano (2 %) procedentes de viñedos de unos 30 años de edad media y conducidos en espaldera. Tras una vendimia manual en palots de 180 kg, las uvas fermentan por separado en depósitos de acero y hormigón, la mitad con levaduras autóctonas. La fermentación maloláctica tiene lugar en estos mismos depósitos, y el vino tiene una crianza de 12 meses en barricas de roble americano (70 %) y francés (30 %).

EL Jardín de La Emperatriz Tinto 2019 destaca por una nariz exuberante y tremendamente frutal, con fruta roja y negra acompañada de notas especiadas. En boca es un vino con una buena acidez y un tanino presente pero no molesto en un trago voluminoso, frutal, equilibrado y largo, con un final láctico y con la madera muy bien integrada.

Finca La Emperatriz Blanco 2018

El blanco reserva de la bodega es un monovarietal de Viura procedente de las viñas viejas de la finca, con una edad media de 60 años. Tras una vendimia manual en palots de 180 kg, las uvas pasan por una mesa de selección y son sometidas a una maceración pelicular en frío de seis horas. La mitad del mosto fermenta en depósitos de hormigón, y la otra mitad en barricas de roble de 225 litros. El vino tiene una crianza de cuatro meses sobre lías con batonages muy espaciados en el tiempo. Posteriormente, se lleva a cabo una segunda crianza de nueve meses en barricas de roble francés (nuevas, de un uso y de dos usos a partes iguales) seguida de otra de otra de ocho meses en depósitos de hormigón. 

Finca La Emperatriz Blanco 2018 es un reserva tremendamente versátil. Lo comprobamos maridándolo con verduras complicadas como los puerros y hasta las chuletillas al sarmiento que, aunque encajan a la perfección con el tinto, no desentonan con este blanco tan estructurado.

Se presenta en copa con un color amarillo limón con reflejos dorados. En nariz encontramos cítricos acompañados de notas de laurel, florales y fruta de hueso. 

Su boca es untuosa, elegante y con una buena acidez en un trago complejo, intenso y largo. Es uno de esos vinos para disfrutar con calma viendo cómo evoluciona en la copa y descubriendo nuevos matices a cada trago.

Finca La Emperatriz Tinto 2018

Estamos ante uno de esos vinos que, al primer trago, te llevan a la Rioja clásica, a esos vinos finos de Rioja con una gran capacidad de guarda que tanto disfrutamos cada vez que se cruzan en nuestro camino.

Estamos ante un varietal de Tempranillo (76 %) con un importante aporte de Garnacha (20 %) y un toque de Viura (4 %). Las uvas son vendimiadas manualmente y a la vez para ser trasladadas a bodega en palots de 180 kg. Tras pasar por mesa de selección, las uvas son despalilladas, y el 40 % de ellas estrujadas. Las tres variedades juntas se encuban en depósitos de hormigón y tienen una maceración en frío de cuatro o cinco días, tras la cual empieza la fermentación con levaduras autóctonas. La conversión maloláctica se realiza en barricas, y el vino tiene una crianza de 18 meses en barricas nuevas de roble francés (60 %) y de segundo uso de roble americano (40 %)

Finca La Emperatriz Tinto 2018 se presenta en copa con un color rojo picota brillante. Su nariz se muestra ligeramente reducida en un primer momento, pero enseguida se abre, dando paso a la fruta negra madura acompañada de especias y notas de monte bajo. En boca tiene una muy buena acidez y un tanino domado en un trago elegante, frutal, voluminoso, complejo y largo.

Estamos ante unos de esos vinos que crecerá en botella dulcificando el tanino y amalgamando todos los matices: un vino de guarda que te lleva a esos vinos finos de Rioja Alta.

Y así termina nuestra estancia en Finca la Emperatriz, disfrutando tranquilamente de los vinos y de la conversación con Eduardo Hernáiz, una conversación que serpentea entre la viña y el vino, hablando del cambio a ecológico y el potencial de Rioja, de nuestros gustos personales, de las catas a ciegas y de lo importante que es viajar para ver todo lo que te falta pero también para apreciar y poner en valor lo que tienes.

VinoAlcoholProducciónPrecio (75 cl)
El Jardín de La Emperatriz Blanco 202213,4 %51.200 botellas de 75 cl8,50 euros
El Jardín de La Emperatriz Tinto 201914,3 %163.000 botellas de 75 cl
8.000 botellas de 1,5 l
11,40 euros
Finca La Emperatriz Blanco 201813,9 %14.011 botellas de 75 cl
282 botellas de 1,5 l
5 botellas de 3 l
2 botellas de 6 l
1 botella de 12 l
1 botella de 18 l
35 euros
Finca La Emperatriz Tinto 201814,5 %95 botellas de 37,5 cl
35.209 botellas de 75 cl
500 botellas de 1,5 l
40 botellas de 3 l
12 botellas de 6 l
6 botellas de 12 l
2 botellas de 18 l
2 botellas de 27 l
35 euros

Otros datos: El Jardín de La Emperatriz Blanco 2022: pH: 3,30. Acidez total: 5,7 g/l. Acidez volátil: 0,40 g/l. El Jardín de La Emperatriz tinto 2019: pH: 3,72. Acidez total: 5,5 g/l. Acidez volátil: 0,53 g/l. Finca La Emperatriz Blanco 2018: pH: 3,32. Acidez total: 5,6 g/l. Acidez volátil: 0,42 g/l. Finca La Emperatriz tinto 2018: pH: 3,7. Acidez total: 5,5 g/l. Acidez volátil: 0,56 g/l. 

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