Si jugamos al “Quién es quién de las uvas” y escojo una variedad con la que se elaboran vinos en cuya nariz “destacan los aromas a almendra amarga” y en cuya boca encontramos “vinos con cuerpo pero con cierta suavidad” y un “retrogusto ligeramente amargo”… sinceramente, ¿pensarías en la Verdejo?
Así es como se describe oficialmente la uva Verdejo en la obra Variedades de Vid. Registro de Variedades Comerciales, un libro coordinado en 2003 por Pedro Miguel Chomé Fuster, jefe de área de Recursos Fitogenéticos de la Oficina Española de Variedades Vegetales del Ministerio de Agricultura. Esta publicación, ampliada en 2006 y editada por el propio Ministerio, tiene carácter oficial y pretende ofrecer una descripción precisa y exhaustiva de 84 variedades comerciales de uva presentes en España a través de unas prácticas fichas que puedes consultar en la web del propio Ministerio… si las encuentras, que no está fácil.
El caso es que, en algún momento, el vino elaborado con Verdejo se ha convertido en “otra cosa”, en un vino tremendamente intervenido, con aromas a frutas tropicales procedentes de levaduras seleccionadas (nunca de la uva) y ni rastro de ese posgusto amargo con el que el propio Reglamento de la D. O. Rueda describe los vinos calificados como “Rueda Verdejo” en su artículo 15.2.
Pero, afortunadamente, aún quedan en la zona de Rueda varios elaboradores que defienden el carácter varietal de la uva Verdejo y lo reflejan en vinos con poca intervención que nos muestran cómo es el “Verdejo auténtico”.
Hemos seleccionado tres monovarietales de Verdejo de tres bodegas diferentes de la población de La Seca (Valladolid); tres vinos de la añada 2021 con enormes diferencias pero también con mucho en común. Los hemos catado y aquí está nuestro veredicto.
Javier Sanz Malcorta Verdejo Singular 2021
Malcorta es el único vino de la cata amparado por la Denominación de Origen Rueda. Pertenece a la Colección V (de la que te hablamos aquí), que agrupa vinos de variedades poco convencionales recuperadas por Javier Sanz. En este caso, en realidad, la variedad es la Verdejo, pero un clon diferente de Verdejo cuyo nombre, Malcorta, es la manera popular de llamar a esta uva cuyos racimos son difíciles de vendimiar debido a que su pedúnculo se lignifica.
Esto provocó que la Verdejo Malcorta fuera desplazada por otros clones, pero Javier Sanz ha llevado a cabo una selección masal con la que ha plantado 5,5 hectáreas de este Verdejo, en espaldera, que se vendimian mecánicamente. Tras una maceración en frío, se prensan, y el mosto se desfanga por gravedad durante 24 horas para fermentar, posteriormente, a una temperatura inferior a 15 ºC.
Cuando lo catamos encontramos un vino de nariz expresiva y compleja, con aromas frutales y florales, acompañados de notas de hinojo. En boca es un vino muy amable; largo, complejo, de buena longitud e intensidad, con un toque de pimienta en el posgusto y un trago en el que la acidez y el amargor van de la mano, como si se tratara de dos notas que forman un acorde. Es, en definitiva, un vino delicioso, amable pero intenso y especialmente complejo; uno de esos blancos que no puedes dejar de beber.
La Misión de Menade 2021
Sentimos debilidad por los vinos de Menade, una debilidad que en gran medida viene dada por la decisión de cultivar en ecológico las 200 hectáreas que forman su viñedo. En cuanto a La Misión, su nombre alude a la recuperación de la Verdeja, un antiguo clon de Verdejo menos productivo que se distingue por su grano más menudo y mayor proporción de hollejo por cantidad de pulpa. En Menade decidieron hacer una selección masal de Verdeja e injertar el 95 % de su viñedo con este clon; una vez concluida esta “misión”, nació la primera añada del vino que vamos a catar.
Para elaborarlo, la uva Verdeja, procedente de parcelas de cultivo ecológico con suelos arenosos, se vendimia a mano y se prensa con racimos enteros, tras lo cual el mosto comienza a fermentar, con levaduras autóctonas, en depósitos de acero inoxidable, y termina de hacerlo en barricas de 500 litros, en tinas de 5.000 y 10.000 litros y en tinajas de barro que se han elaborado parcialmente con arcillas de la propia finca. El vino hace una crianza de unos 10 meses en estos recipientes, se ensambla, se clarifica con bentonita, se estabiliza en frío, se filtra (no todos los años), se embotella y reposa en bodega durante un mínimo de 24 meses.
Cuando lo catamos encontramos un vino que en nariz ofrece aromas a manzana Golden madura, hinojo, monte bajo, mantequilla, tostados y madera, y en la boca es un vino sedoso, concentrado, glicérico… Hay buena intensidad, longitud, complejidad, elegancia y un gran equilibrio. Notas cómo te hace salivar, pero la acidez se camufla en un cuerpo opulento, voluminoso…
No es la primera vez que catamos La Misión de Menade, y cada añada nos sorprende con diversos matices. En esta ocasión, hemos encontrado un vino algo más goloso, algo más verde y quizás algo menos expresivo que en otras ocasiones. Nos ha gustado mucho la buena integración de la madera, la acidez y, por supuesto, su marcado carácter varietal, pero seguramente su momento de consumo óptimo no le había llegado todavía. Si tienes una botella de esta Misión 2021, descórchala dentro de unos años y prepárate a disfrutar del increíble potencial de guarda de la uva Verdejo.
Barco del Corneta 2021
Barco del Corneta es el proyecto de Beatriz Herranz y Félix Crespo, un proyecto nacido en 2007 en un parcela de suelos arenosos heredada por Beatriz de su abuelo. Tres años más tarde llega la primera añada, y hoy tenemos la ocasión de probar el fruto de la undécima vendimia de la bodega, que ha ido creciendo para hacerse económicamente sostenible sin renunciar a la más pura autenticidad.
Por supuesto, la viticultura es ecológica, la vendimia es manual y las levaduras son autóctonas. Además, Barco del Corneta no se somete a estabilización en frío “para respetar al máximo posible la identidad del vino”.
Para elaborarlo, las uvas se vendimian en cajas de 10 kilos y los racimos se seleccionan en la bodega. Allí las uvas, sin despalillar, maceran en frío entre 12 y 24 horas, tras lo cual se prensan y se deja que el mosto repose durante 24 horas para que las lías gruesas se decanten. Posteriormente, el mosto se trasiega a barricas de 300 litros, en las cuales fermenta y se cría durante nueve meses. Tras ser clarificado y someterse a un filtrado suave, Barco del Corneta se encuentra listo para descansar durante una temporada en la botella antes de salir de la bodega.
Estamos ante otro de esos vinos que hemos catado repetidas veces, un vino profundamente varietal, frutal pero sin notas tropicales. En boca es elegante y equilibrado, con un toque cítrico que le aporta frescura, una madera muy bien integrada y un paso por boca amplio y sedoso; un Verdejo de libro con agradables recuerdos a pomelo, sápido y moderadamente denso, lo que pone en evidencia un buen trabajo de lías durante su crianza.
Según el Ministerio de Agricultura, en los vinos elaborados con uva Verdejo “destacan los aromas a almendra amarga”, y en su boca encontramos “vinos con cuerpo pero con cierta suavidad” y un “retrogusto ligeramente amargo”. A día de hoy, este perfil no es el habitual del “Verdejo de Rueda”.
Puede que Barco del Corneta sea el más amable, el más equilibrado o el de trago más fácil. Puede que Malcorta sea el más complejo, y quizás La Misión sea el vino más punki de la cata, el más rebelde o el menos ortodoxo… Quién sabe; al fin y al cabo son sólo etiquetas, adjetivos que nos ayudan a encontrar diferencias siempre subjetivas.Lo que sí es un hecho es que estas tres botellas ponen en valor una zona –La Seca–, una uva –La Verdejo– y una manera honesta de elaborar vinos, por lo que tienen todo nuestro reconocimiento. Ah, y aún más importante: Están de vicio.
| Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
| Javier Sanz Malcorta Verdejo Singular 2021 | 13 % | 12.000 botellas | 20 euros |
| La Misión de Menade 2021 | 13 % | – | 25,50 euros |
| Barco del Corneta 2021 | 13,5 % | – | 20 euros |
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