Si eres de los que ve un vino con tapón de rosca y huye despavorido, nuestro protagonista de hoy no es para ti. Pero te avisamos de que te vas a perder un gran vino, ya que hablar de Ànima Negra es hablar de calidad, tanto en sus vinos más caros como en los más humildes.
Esta bodega mallorquina fundada en 1994 por Miquel Àngel Cerdá y Pere Obrador elabora vinos auténticos, de gran personalidad, con uvas autóctonas y con la Callet como hilo conductor en todos ellos. Sí, incluso en el vino blanco protagonista de nuestro post de hoy.
Quíbia 2019 es un coupage de Callet (40 %), Premsal Blanc (35 %) y Giró Ros (25 %) plantadas sobre suelos arcillosos calcáreos de textura arenosa. Tras una vendimia manual en cajas de 10 kilos, las uvas son vinificadas por separado. La Premsal Blanc y la Giró Ros tienen una corta maceración en frío antes de someterse a un prensado suave. La Callet, al ser una uva tinta, no es sometida a maceración y se prensa directamente. Los mostos fermentan en depósitos de acero inoxidable a 17 grados con levaduras autóctonas, y los vinos tienen una crianza sobre lías de tres meses en depósitos de 7.000 litros, tras la cual se realiza el ensamblaje.
Estamos ante un vino de un color amarillo pajizo. En nariz destaca la fruta blanca, acompañada de notas florales y un ligero toque de iodo. Su entrada en boca es fresca, directa, con un punto punzante que da paso a un trago elegante, ligeramente untuoso, mineral y con una nota salina que se desvanece lentamente.
Es un blanco mallorquín, mediterráneo, diferente, auténtico, delicioso… de los que parecen evaporarse y dejar la botella vacía sin apenas darte cuenta… y sí, con tapón de rosca.
| Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
| Quíbia 2019 | 12,5 % | 3.949 botellas de 75 cl | ~13,70 euros |
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Quíbia 2019: A good white wine from Majorca with a screw cap
If you are one of those who sees a wine with a screw cap and runs away in terror, our today protagonist is not for you. But we warn you that you are going to miss out on a great wine, since to speak of Ànima Negra is to speak of quality, both in its most expensive wines and in its humblest.
This Majorcan winery founded in 1994 by Miquel Àngel Cerdá and Pere Obrador produces authentic wines with great personality, with indigenous grapes and with the red Callet variety as the common thread in all of them. Yes, even in the white wine that is the protagonist of our today post.
Quíbia 2019 is a blend of Callet (40%), Premsal Blanc (35%) and Giró Ros (25%) planted on calcareous clay soils with a sandy texture. After a manual harvest in 10-kilo boxes (22 pounds), the grapes are vinified separately. The Premsal Blanc and the Giró Ros undergo a short cold maceration before a gentle pressing. The Callet, being a red grape, is not subjected to maceration and is pressed directly. The musts ferment in stainless steel tanks at 17 celsius degrees (62,6ºF) with indigenous yeasts, and the wines are aged on their lees for three months in 7,000-litre tanks, after which they are blended.
We are facing a wine of a straw yellow color. On the nose, the white fruit stands out, accompanied by floral notes and a light touch of iodine. Its entry into the palate is fresh, direct, with a sharp point that gives way to an elegant sip, slightly unctuous, mineral and with a saline note that slowly fades.
It is a Majorcan, Mediterranean white wine, different, authentic, delicious… one of those that seems to evaporate and leave the bottle empty without even realizing it… and yes, with a screw cap.
