Hay algo de enigmático detrás de la etiqueta de ÀN/2, enigmático, sobrio y poderoso; un acrónimo casi jeroglífico que parece sacado de uno de esos carteles constructivistas rusos reducido a la mínima expresión. ÀN/2 no es más que el segundo vino de Ànima Negra, una bodega que, desde 1994, está volcada en mostrar la tipicidad de las uvas autóctonas y el terruño único de la isla de Mallorca.
Se trata de un varietal de Callet (procedente de viñedos plantados en 1952 sobre suelos franco-limosos) con un aporte de las variedades locales Manto Negro y Fogoneu, así como la internacional Syrah. Las uvas, vendimiadas en cajas, fermentan en depósitos de acero inoxidable y de cemento. Tras un encubado de entre 15 y 20 días, el vino se trasiega a depósitos de cemento para hacer la maloláctica antes de pasar a barricas de roble francés y americano en las que permanecerá algo más de un año.
ÀN/2 2018 muestra un precioso color frambuesa que le da un engañoso aspecto de vino joven. Su nariz es muy limpia, con violetas, fruta roja fresca y tapenade, mientras que su boca es deliciosa, fresca y a la vez peculiar, levemente salina, con recuerdo a café y a esos caramelos de violetas que probablemente te lleven a la infancia. No es, no obstante, un vino goloso y facilón, sino más bien complejo, muy estructurado, con taninos pulidos y una madera muy bien integrada; un vino que resulta realmente fácil de disfrutar y no tan fácil de desentrañar.
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There is something enigmatic behind the ÀN/2 label, enigmatic, sober and powerful; an almost hieroglyphic acronym that seems to be taken from one of those Russian Constructivist posters reduced to a minimum. ÀN/2 is just the second wine from Ànima Negra, a winery that, since 1994, has been dedicated to showing the typicality of native grapes and the unique terroir of the island of Mallorca.
It’s a Callet varietal (from vineyards planted in 1952 on silty-loam soils) with a contribution of the local varieties Manto Negro and Fogoneu, as well as the international Syrah. The grapes, harvested in boxes, ferment in stainless steel and cement tanks. After 15 to 20 days of vatting, the wine is transferred to cement tanks to undergo malolactic fermentation before going to French and American oak barrels where it will remain for a little over a year.
ÀN/2 2018 shows a beautiful raspberry colour that gives it a deceptive appearance of a young wine. Its nose is very clean, with violets, fresh red fruit and tapenade, while its palate is delicious, fresh and at the same time peculiar, slightly saline, with reminiscent of coffee and those violet candies that will probably take you back to childhood. It’s not, however, a sweet and easy wine, but rather complex, highly structured, with polished tannins and a very well integrated wood; a wine that is really easy to enjoy and not so easy to unravel.
