La idea de este vino es tan simple como esa: descorcharlo, beberlo y sonreír, disfrutar, vaciar la copa sin el menor esfuerzo. La Sonrisa de Tares no es un vino pensado para enamorarte ni para descubrir todos los matices que el Godello es capaz de aportar; la bodega ya tiene para eso su Godello Fermentado en Barrica. Aquí se trata simplemente de dejarte llevar.
Para elaborar La Sonrisa de Tares 2021, el punto de partida es un viñedo ubicado a 700 metros de altitud con cepas de 20 años de edad plantadas en espaldera cuyos racimos se vendimian a mano. Ya en bodega, las uvas son seleccionadas en mesa, despalilladas y prensadas, y el mosto es encubado en depósito de 20.000 litros, donde fermentará a 16 ºC con levaduras autóctonas durante 40 días.
Sobre la cata, vamos a plagiar lo que escribimos aquí de la añada 2019: color muy claro, amarillo pajizo, nariz intensa y limpia, con fruta blanca (peras), flores, toques silvestres y un fondo mineral, y finalmente una boca cítrica, con un final ligeramente amargo en un vino untuoso, fresco y fácil.
No hay más… ni menos. Por menos de 10 euros puedes beber un vino blanco de buena calidad, desprovisto de cualquier artificio y alejado de los perfiles de los vinos blancos de chateo confeccionados con la ayuda de las levaduras seleccionadas, el ácido tartárico añadido y otros recursos de laboratorio, vinos que en ningún caso van a ser capaces de hacernos sonreír.
| Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
| La Sonrisa de Tares 2021 | 13,5 % | – | 9,50 euros |
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La Sonrisa de Tares 2021: A Godello wine from Bierzo that will make you smile
The idea of this wine is as simple as that: uncork it, drink it and smile, enjoy, empty the glass without the slightest effort. La Sonrisa de Tares (Tares’ Smile) is not a wine designed to make you fall in love or to discover all the nuances that Godello is capable of reveal; the winery already has its Godello Fermentado en Barrica (Godello Fermented in Barrel) for that. This wine it’s about letting you go.
To produce La Sonrisa de Tares 2021, the starting point is a vineyard located at an altitude of 700 meters with 20-year-old vines planted on trellises whose clusters are harvested by hand. Once in the winery, the grapes are selected, destemmed and pressed, and the must is vatted in a 20,000-litre tank, where it will ferment at 16ºC with indigenous yeasts for 40 days.
Regarding the tasting, we are going to plagiarize what we wrote about the 2019 vintage: very light colour, straw yellow, intense and clean nose, with white fruit (pears), flowers, wild touches and a mineral background, and finally a citrus palate, with a slightly bitter finish in an unctuous, fresh and easy wine.
There is no more… no less. For less than 10 euros you can drink a good quality white wine, devoid of any artifice and away from the profiles of white wines to take by the glass in a bar, those made with the help of selected yeasts, added tartaric acid and other laboratory resources, wines that in no case will they be able to make us smile.
