Su presentación desenfadada puede dar lugar a algún equívoco, con ese monigote dibujado por Gary Baseman sobre la hoja de un viejo libro que copa la práctica totalidad de la etiqueta. Pero te aseguramos que 12 Volts es uno de los vinos naturales más serios que puedes encontrar.
12 Volts 2017 es un coupage de dos uvas autóctonas de Mallorca (Callet y Fogoneu), que en esta añada constituyen el 50 % de una mezcla que se complementa con Syrah (30 %), Cabernet Sauvignon (10 %) y Merlot (10 %). Se trata de uvas de cultivo ecológico, de viñedos de entre 8 años (para las variedades internacionales) y 40 años (para las autóctonas), con suelos arcillosos y calcáreos, selección manual en la bodega, fermentación en depósitos de acero inoxidable (con maceración carbónica para la Syrah) y crianza de nueve meses en barricas usadas de 225 y 500 litros, así como en un foudre de roble francés de 3.000 litros.
Su color picota traslúcido da paso a una nariz muy frutal y muy limpia, con cerezas, moras y unos toques ahumados. Su boca es, sencillamente, deliciosa a la vez que elegante, muy fresca pero también profunda, frutal, de acidez moderada, muy equilibrada y con posgusto largo. Es un vinazo que demuestra que se puede ser serio… y rematadamente irreverente.

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12 Volts 2017 is a blend of two indigenous grapes from Mallorca (Callet and Fogoneu), which in this vintage make up 50% of a blend that is complemented by Syrah (30%), Cabernet Sauvignon (10%) and Merlot (10%). These are organically grown grapes from vineyards between 8 years old (international varieties) and 40 years old (native grapes), with clay and calcareous soils, manual selection in the winery, fermentation in stainless steel tanks (with carbonic maceration for Syrah) and aged for nine months in 225 and 500 liters used barrels, as well as a 3,000 litres French oak foudre.
Its translucent cherry color gives way to a very fruity and clean nose, with cherries, blackberries and smoky hints. The palate is simply delicious as well as elegant, very fresh but also deep, fruity, balanced, with moderate acidity and a long aftertaste. It’s a great wine that shows that it can be serious as well as irreverent.
