Hoy toca clásico. Bebemos pocos. Lo reconocemos. No tenemos prejuicios contra ellos, pero cuando diseccionamos la carta de vinos del restaurante o cuando nos quedamos embobados como pasmarotes mirando la pizarra de los vinos por copas, siempre encontramos algo que aún no hemos probado o algo que queremos repetir.
Este Carmelo Rodero Crianza 2015 formó parte de una divertida cata a ciegas, y lo cierto es que nos dejó una buena impresión.
Con un coupage de 90 % Tempranillo y 10 % Cabernet Sauvignon, su vinificación es convencional, envejece 15 meses en barricas de roble francés con trasiegos trimestrales y descansa en botella un mínimo de un año. En nariz encontramos fruta negra y notas tostadas. En boca es agradable, de trago medio y con una buena acidez. Pero lo que más nos atrajo es que transmite moderadamente los suelos arcillosos de su viñedo, y esa personalidad es algo que frecuentemente echamos de menos en otros vinos de grandes producciones.
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Today we play classic. We drink few of them. We admit it. We don’t have prejudices against them, but when we dissect the wine menu of the restaurant or when we are stuck looking at the blackboard of the wines by the glass in the bar, we always find something that we haven’t yet tried or something we want to repeat.
This Carmelo Rodero Crianza 2015 was part of a fun blind tasting, and the truth is that it left us with a good feeling.
With a coupage of 90% Tempranillo and 10% Cabernet Sauvignon, its vinification is conventional, it ages 15 months in French oak barrels and rests in the bottle for a minimum of one year. On the nose we find black fruit and toasted notes. The palate is pleasant, medium drink and good acidity. But what attracted us most is that it transmits the clayey soils of its vineyard, and that character is something that we often miss in other great volume wines.
