Socuéllamos. La Mancha. Cata de uvas. Los Ángeles Bodegas y Viñedos.
A través de la visión de seis diferentes elaboradores de Socuéllamos (Ciudad Real), vamos a descubrir que La Mancha no solamente es la región española que más vino produce, sino que su terruño es capaz de ofrecer vinos de calidad.

Se queda corto, muy corto, el diccionario al asegurarnos que ‘terruño’ significa terrón, comarca o tierra. En esto los franceses nos aventajan cuando nos explican que su terroir trasciende el suelo para englobar el clima, la añada, las variedades, la naturaleza que rodea la viña, el modelo de viticultura, los usos y costumbres y, en definitiva, las personas.

Esto es en realidad lo que hemos aprendido en un intenso viaje por Socuéllamos, por el epicentro de La Mancha: cómo algunas personas son capaces de sacar lo mejor de un terruño. Y la mejor manera de aprender, de entender de verdad una región, es tener los oídos y los ojos abiertos para ver y escuchar lo que estos productores, estos enamorados de su tierra, tienen que contar.    

Bodegas Delgado Collado nos demuestra el potencial de la denostada uva Airén

Más de la mitad del vino que se produce en España se elabora en La Mancha, donde es posible lograr una elevada productividad con un menor coste en comparación con otras regiones. Pero en este viaje descubriremos que en esta región hay elaboradores interesados en algo más que la productividad.

Socuéllamos. La Mancha. Rubén Delgado. Bodegas Delgado Collado.
Rubén Delgado nos explica las singularidades del viñedo viejo elegido para elaborar sus vinos.

Éste es el caso de Rubén Delgado Collado, quien nos recibe a pie de viña, al norte de Socuéllamos, en un paraje conocido como Casa de las Mulas. Rubén nos ha citado en una viña de la que nos enamoramos en cuanto comenzamos a pasear entre sus viejísimas cepas de Airén plantadas en marco real –en cuadrícula– en un lejano 1933 o incluso antes, ya que ése es sólo el año en el que la viña fue registrada.

Es una parcela de suelo arcilloso con cantos rodados y roca caliza que abarca 3,5 hectáreas y ofrece un rendimiento de unos 6.000 kilos por hectárea, una tasa muy baja tanto para la variedad como para la zona, donde las plantas jóvenes en espaldera y con regadío pueden multiplicar esa cifra por cinco.

Pero Rubén no está interesado en la producción –no, al menos, en lo que se refiere a esta parcela–, sino en elaborar el mejor vino posible con estas plantas, de las que selecciona los racimos necesarios para hacer entre 1.500 y 2.000 botellas. En total, de su bodega salen unas 17.000 botellas, que se venderán mayoritariamente por la zona.

Socuéllamos. La Mancha. Bodega Delgado Collado. Viñedo
Socuéllamos. La Mancha. Bodega Delgado Collado. Viñedo

Su bodega –a la que nos desplazaremos a continuación– forma parte de la casa familiar en la que han elaborado vino tres generaciones de viticultores, en el mismo pueblo de Socuéllamos. Allí observamos una enorme cámara de frío destinada a “acondicionar” la uva antes del encubado, una prensa vertical manual de la que no cabe esperar una gran extracción y varios depósitos de acero inoxidable con equipo de frío.

Rubén es franco, responde sin problemas a cualquier cosa que le preguntemos, y no le importa confesar que él es viticultor, no enólogo, y que muchas veces le surgen dudas que ha de consultar con un amigo enólogo, que es quien en realidad le enseñó a hacer sus vinos. Pero, si pruebas su monovarietal de Airén, te darás cuenta de que, en realidad, sabe bien lo que hace.

Socuéllamos. La Mancha. Bodega Delgado Collado.

A nosotros este vino nos sirve además para entender, por una parte, que la Airén puede ser una uva expresiva, una uva que transmite su propia personalidad y la de su terruño. Por otro lado, es un vino que nos abre los ojos sobre los pequeños productores de La Mancha, que tienen muchas cosas que contar. 

Finca El Refugio: Variedades internacionales en un lugar de La Mancha

Continuamos circunnavegando la isla de Socuéllamos por el mar de viñas que rodean esta población manchega para arribar a Finca El Refugio, una bodega con concepto château; un microcosmos en el que el edificio se rodea de las viñas de la propia bodega en el macrocosmos del viñedo que rodea Socuéllamos.

Socuéllamos. La Mancha. Benjamín Galisteo. Finca El Refugio.
Benjamín Galisteo nos habla de las particularidades de Finca El Refugio.

Nos recibe Benjamín Galisteo, al frente de un proyecto que nuevamente apuesta por la calidad, pero con una orientación mucho más comercial, elaborando vinos de diferentes gamas y estilos para abarcar a un público lo más amplio posible a partir de 50 hectáreas de viñedo del paraje donde nos encontramos, conocido como El Prior.

El núcleo del proyecto es, precisamente, ese viñedo, plantado entre los años 2000 y 2001 con Tempranillo (Cencibel, en la zona), Merlot, Syrah y Cabernet Sauvignon. Seis años más tarde se sumarían el Verdejo y la Petit Verdot.

Mientras el proyecto iba tomando forma, la uva se vendía a la cooperativa, y en 2007 vio la luz el primer vino de Finca El Refugio, que actualmente elabora 150.000 botellas anuales, de las que el 90 % se destina a la exportación.

Socuéllamos. La Mancha. Finca El Refugio.

Durante la visita a la bodega cataremos en rama las añadas 2023 y 2018 de su monovarietal de Petit Verdot mientras charlamos animadamente con Benjamín, quien sostiene un discurso global e integrador sobre el mundo del vino, denunciando cómo de alguna forma la sociedad está dando la espalda a algo que forma parte de nuestra cultura desde hace miles de años.

Los Ángeles: El valor del viñedo viejo y el cultivo ecológico

Comenzamos la segunda jornada de este viaje conociendo un proyecto que enamora tanto por sus vinos como por las personas que se encuentran tras ellos. Ángel Jesús Martínez y su padre Ángel (los “Ángeles”) son tan sólo la parte más visible de una familia unida, gente trabajadora, amante de su tierra, de la vida y de aquello que hacen cada día, independientemente de lo duro que sea.

Socuéllamos. La Mancha. Ángel Jesús Martínez. Los Ángeles Bodegas y Viñedos.
Ángel Jesús Martínez nos habla de su proyecto familiar Los Ángeles.

Los “Ángeles” nos reciben a pie de viña y nos invitan a catar sus uvas junto a un almuerzo compuesto por productos de la tierra, incluida una torta de mosto, en la que la leche se reemplaza por mosto de vino durante la época de la vendimia; un almuerzo 100 % manchego que disfrutaremos conversando animadamente con los miembros de esta familia de viticultores.

Antes, no obstante, vamos a conocer una viña de Airén plantada en vaso en 1948 y reconducida a espaldera; una parcela que produce entre 7.000 y 8.000 kilos por hectárea y que se cultiva de manera ecológica, dejando la cubierta vegetal que surge de manera espontánea durante el invierno y arando en primavera, ya que, según nos comenta Ángel Jesús, esta es una zona seca, y la cubierta se llevaría toda la humedad, necesaria para el desarrollo de las cepas y de sus frutos durante todo el ciclo vegetativo.

No obstante, estos suelos de arcilla con abundantes piedras son bastante porosos, según confirma Ángel, y son capaces de retener adecuadamente la humedad, permitiendo que estas plantas viejas, de raíces profundas, puedan obtener los recursos que necesitan.

Para nuestro anfitrión y su familia, hacer su propio vino ha sido la mejor manera de poner en valor un viñedo como La Abuela, que es como conocen a esta viña de Airén por ser la más vieja de las que poseen. Pero, además, les ha dado la oportunidad de invertir en una bodega de elaboración en la que también pueden hacer graneles con su propia uva y rentabilizarla más que vendiendo la uva a la cooperativa.

Socuéllamos. La Mancha. Verdejo Finca Monte Chico, de Los Ángeles Bodegas y Viñedos.

La bodega se puso en marcha en 2016. Durante las dos primeras vendimias elaboraron graneles exclusivamente, y en la actualidad producen unas 10.000 botellas de un excelente vino monovarietal de Airén de cepas viejas (seleccionando a mano los mejores racimos, fermentado el mosto con levaduras autóctonas y embotellado sin clarificar). También comercializan un monovarietal de Viognier y otro de Cencibel con un paso por roble, procedente de una viña de más de cuarenta años; de estos vinos se elaboran entre 2.000 y 2.500 botellas. Lógicamente, su objetivo es vender cada vez más vino embotellado y menos graneles, algo que estamos convencidos de que irán logrando, dada la calidad de lo que hacen y la capacidad de esta familia de trabajar sin pausa y remar en la misma dirección.

Finca Tinedo rinde homenaje a sus antepasados con vinos de calidad

Finca Tinedo ya tenía viñas cuando el tatarabuelo de Manuel Álvarez Arenas –nuestro anfitrión– compró estas tierras. La finca está datada en 1846, y la bodega, levantada por la bisabuela de Manuel, se construyó cincuenta años más tarde.

Socuéllamos. La Mancha. Manuel Álvarez Arenas, de Finca Tinedo.
Manuel Álvarez Arenas nos da las claves de Finca Tinedo mientras recorremos algunas parcelas de su viñedo.

Nuevamente, nos encontramos con una disposición de tipo château, con la viña rodeando la bodega, lo que nos da la oportunidad de visitar un par de parcelas de los 20 sectores en que se dividen sus 150 hectáreas.

Allí, sobre el terreno, Manuel nos explica la naturaleza arenosa de los suelos, con margas calizas. Nos cuenta, además, que los suelos presentan diferente acidez y que eso condiciona la elección de las variedades plantadas en cada parcela. Todo el cultivo es ecológico, las plantas muestran un formidable estado sanitario, y la vendimia para el vino joven está mecanizada mientras que la vendimia para el resto de vinos se lleva a cabo a mano.

Ya en la bodega, Manuel nos cuenta que la energía viene de 300 paneles solares, y también aprovechan las aguas provenientes de la lluvia. Los vinos se elaboran en depósitos de hormigón sin revestimiento, empleando siempre levaduras autóctonas, y las crianzas se llevan a cabo en barricas compradas a Dominio de Pingus, que las desecha tras cuatro o cinco usos. En Finca Tinedo, esas barricas se emplearán otras tantas veces.

Socuéllamos. La Mancha. Cata de vino Cala N.2, de Finca Tinedo.

En nuestro paseo por la bodega vemos también huevos de cemento –en los que se elabora un monovarietal seco de uva Moscatel–, algún depósitos de acero inoxidable y una rudimentaria prensa de madera que imita la forma de las molturadoras tradicionales de las almazaras, con grandes muelas cónicas hechas de madera; un objeto insólito que nos recuerda que en estas paredes se lleva elaborando vino desde hace más de un siglo.

InnWine: Máxima calidad, inquietud y ganas de innovar definen los vinos Malaño

Algo que nos ha encantado de este viaje a Socuéllamos es percibir la inquietud y el inconformismo de algunos productores. Entre todos ellos, quizá quien más nos haya sorprendido sea Jesús David Alcolea Medina, el autor de los vinos Malaño que elabora a través de su proyecto InnWine.

Socuéllamos. La Mancha. Jesús David Alcolea. InnWine. Vinos Malaño.
Jesús David Alcolea es el enólogo al frente de InnWine.

Sus ganas de innovar, de mejorar, de sacar lo mejor del terruño se traducen en una pequeña bodega en la que realiza decenas de microvinificaciones por variedades y parcelas para aprender cómo se comporta cada uva en cada escenario y para poder jugar con los ensamblajes de cara a embotellar vinos complejos de máxima calidad.

Ubicada en el paraje de La Dehesa, la bodega es una moderna nave con multitud de pequeños depósitos de acero inoxidable, equipo de frío –incluso para fermentar en barricas abiertas–, barricas de diferentes tamaños y una bota procedente de una solera de oloroso envinada a lo largo de cincuenta años.

Jesús David es franco, muy analítico, inquieto… Pero, a pesar de su juventud, tiene muy claros sus objetivos. Proviene de una familia de viticultores de la que él forma parte de la quinta generación, se ha formado como enólogo en Cádiz, y en 2023 arrancó su proyecto personal.

Sus vinos nos dejaron con la boca abierta. Catamos su Malaño Airén Plus de cepas viejas embotellado sin filtrar tras una crianza sobre lías de cuatro meses, catamos también un coupage de Chardonnay y Airén de una única parcela (Viña Veneración), así como un monovarietal de Cabernet Sauvignon fermentado parcialmente con raspón. Acabamos con un sorprendente vino naturalmente dulce elaborado con uvas asoleadas de Airén. Y, más adelante, tuvimos la ocasión de probar una muestra de un fantástico vino criado en la bota de oloroso.

Socuéllamos. La Mancha. InnWine. Cata de Airén Plus 2023.
Socuéllamos. La Mancha. InnWine. Vinos Malaño.

Jesus David tiene, sin duda, un proyecto sólido, muy bien armado, que ha arrancado con una producción de 15.000 botellas. Su gran ventaja es que puede apoyarse en la explotación familiar, más tradicional, con 150 hectáreas de viñedo, diferentes parcelas y diez variedades, si bien las viñas elegidas para InnWines tienen siempre más de 25 años y se cultivan en estricto secano.

Hermanos Delgado: Una explotación industrial y el respeto por el entorno son compatibles

Dejamos como epílogo nuestra visita a Explotaciones Hermanos Delgado, a pesar de que cronológicamente será en realidad nuestra primera parada. Allí nos recibe José Carlos Delgado con una copa de espumoso bien frío. José nos explica que trabajan en ecológico certificado las 300 hectáreas de viñedo que tiene la bodega, una decisión que hoy a lo mejor no nos sorprende pero que hace ya más de 25 años, cuando comenzaron el proyecto, no era, desde luego, nada habitual.

Socuéllamos. La Mancha. Explotaciones Hermanos Delgado. José Carlos Delgado
José Carlos Delgado nos explica la filosofía de su bodega a pie de viña.

Prácticamente toda la energía de la bodega proviene de las placas solares que hay instaladas en el tejado y de una caldera de biomasa en la que se queman los sarmientos. Y es que la clave de esta gigantesca “explotación” es aprovechar todos los recursos que genera la viña; hasta las pepitas y las hojas, que se deshidratan y convierten en harinas, piensos, abono orgánico e incluso cosméticos.

En su porfolio encontramos vinos convencionales embotellados con sus propias marcas, pero también graneles, bag in boxes, sangrías, mostos, vino sin alcohol, vino kosher, ice wines, vinos semidulces, vino con canela para tomar caliente e incluso un monovarietal de Moscatel infusionado con maracuyá.

Aparte de esto, la bodega elabora un mosto concentrado que se usa como edulcorante natural en la industria de la alimentación, aceite de pepita de la uva y un sinfín de productos derivados de la propia uva, como el tanino en polvo procedente también de las pepitas.

Socuéllamos. La Mancha. Explotaciones Hermanos Delgado. Caldera de biomasa
Una caldera de biomasa convierte los sarmientos en energía para atender las necesidades de la bodega.
Socuéllamos. La Mancha. Explotaciones Hermanos Delgado. Depósitos de 250.000 litros
Depósitos de 250.000 litros en el interior de la bodega.

Es poco probable que en el catálogo de Hermanos Delgado vayas a encontrar el vino de tus sueños porque, simplemente, ese nunca ha sido su objetivo. Pero sí nos encanta comprobar que hay una manera de “industrializar” la producción de vino, generando grandes volúmenes a precios reducidos siendo al mismo tiempo respetuosos con el entorno y ofreciendo productos que puedan llegar a un público joven sin venderles veneno.

Las gentes son la clave del terroir de La Mancha

Nuestro pequeño viaje coincide con el inicio de la vendimia en La Mancha. Curiosamente, vemos aún algunas viñas en las que el Tempranillo no ha acabado el envero mientras otras ya han sido vendimiadas. Son días de mucha actividad tanto en las bodegas como en la propia viña, e incluso en el propio pueblo de Socuéllamos, donde disfrutaremos de algunas de las actividades de Manchavino, su Fiesta de la Vendimia.

Socuéllamos. La Mancha. Museo Torre del Vino.
Museo Torre del Vino, en Socuéllamos.
Socuéllamos. La Mancha. Patio del Vino.
El Patio del Vino se celebra cada año en época de vendimia.

Allí conoceremos su Museo Torre del Vino, erigido sobre los restos de la antigua estación ferroviaria del siglo XIX, abandonada en 1997 al desviarse el trazado por las afueras de la población. A la entrada del museo se celebra durante los días en que lo visitamos el IX Patio del Vino, donde las bodegas de Socuéllamos dan a probar sus elaboraciones.

También pudimos asistir a la comida de la Asociación de Catadores de Vino de Socuéllamos (Asocaviso), un perfecto foro para conversar con los elaboradores y profundizar en la idiosincrasia de esta tierra en un evento en el que el comunicador Joaquín Parra recibió el premio Catador del Año de la mano de Manuel Gómez de Ares, presidente de la asociación.

Socuéllamos. La Mancha. Concha Mulet, alcaldesa.
Concha Mulet, Alcaldesa de Socuéllamos, en la comida de la Asociación de Catadores de Vino de Socuéllamos.
Socuéllamos. La Mancha. Manuel Gómez de Ares y Joaquín Parra.
Manuel Gómez de Ares, presidente de la Asociación de Catadores de Vino de Socuéllamos, entrega el premio de Catador del Año al comunicador Joaquín Parra.

Y así, después de dos intensos días, dejamos Socuéllamos con buenas sensaciones, con la certeza de que en La Mancha hay espacio para el vino de calidad gracias a personas como Rubén, Benjamín, Ángel, Manuel, David o José Carlos, personas que nos hacen entender que el terruño trasciende el suelo para englobar el clima, la añada, las variedades, la naturaleza que rodea la viña, el modelo de viticultura, los usos y costumbres y, sobre todo, sus gentes.

Suscríbete a la newsletter de Nos Vamos de Vinos

* indicates required


Introduce tu e-mail para recibir nuestra newsletter y haz clic en el botón ‘SUBSCRIBE’


Detalle de una barrica. Nos Vamos de Vinos

Hemos creado este espacio para ti

Si quieres que los lectores de Nos Vamos de Vinos accedan a la web de tu bodega, distribuidora, tienda, vinoteca, hotel rural… a través de un enlace con foto como éste, te sorprenderá lo económico que es.

↓↓ Gracias por compartir este contenido ↓↓