Recapitulemos. Xisto Ilimitado Branco 2018 y Lavradores de Feitoria Branco Douro 2018 habían sido los primeros vinos de una inolvidable cena. Pero la cosa no había hecho más que empezar.
Ronald, nuestro anfitrión, puso sobre la mesa una botella tapada. Se trataba de un vino de un precioso color cereza traslúcido que serviría de puente entre los soberbios blancos que acabábamos de degustar y algunos tintos de mayor extracción que vendrían después. Si no hubiéramos sabido de antemano que todos los vinos de la cena eran portugueses, habríamos apostado a que estábamos ante un Borgoña, con poca extracción, una maceración muy corta, una nariz discreta pero limpia y un paso por boca vertical, fresco, ligero pero intenso, frutal pero nada goloso, estructurado pero sin maderazos, muy elegante, muy equilibrado…
Quinta da Foz De Temilobos Tinto Cão 2014 fue toda una sorpresa. Se trata de la segunda marca de la bodega, un vino que debe su nombre al afluente del Duero que pasa junto a su viñedo y a la uva autóctona (Tinta Cão) con la que está elaborado, una variedad casi extinguida que podemos descubrir y disfrutar gracias a vinos como este y a amantes del vino como Ronald.
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Quinta da Foz De Temilobos Tinto Cão 2014 is a red wine with a beautiful translucent cherry color that reminds us of Burgundy, with little extraction, a very short maceration, a discreet but clean nose and a vertical sip, fresh, light but intense, fruity but not sweet, structured but without excess of wood, very elegant, very balanced …
It’s made with the native Tinta Cão grape, an almost extinct variety that makes this wine even more interesting.
