La Madre es un arroyo que recorre la Finca del Horcajo, en Cabañas de Yepes, Toledo. La Madre es también la viña a la que proporciona el agua y que, cultivada en ecológico, produce las uvas de nuestro protagonista de hoy. Y es que en Más Que Vinos, la bodega de Alexandra, May y Gonzalo, tres enólogos que se conocieron en un ya lejano 1998, lo importante es cultivar variedades autóctonas y dejar que estas expresen el terruño de donde provienen.
La Garnacha de la Madre 2016 es un monovarietal de Garnacha Tintorera proveniente de viñedos de 30 años situados en la viña La Madre. Tras una vendimia manual en cajas, las uvas fermentan con levaduras autóctonas en tinajas, y el vino tiene una crianza de 12 meses en esas mismas tinajas.
De un color rubí con capa media baja, su nariz al principio se muestra reducida, pero al abrirse encontramos fruta negra y notas especiadas, e incluso tapenade. En boca, la acidez es alta y el tanino está claramente presente, aunque sin llegar a ser molesto, en un trago frutal y mineral.
Es un vino diferente, que descolocará a quienes, guiados por su nombre, esperen encontrar ese trago goloso y facilón propio de la Garnacha Tinta, muy alejado del perfil más intenso y más tánico de la Tintorera, que aquí se muestra en todo su esplendor y que promete una formidable evolución con algunos años de botella.
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La Garnacha de la Madre 2016: It will throw you off if you are looking for a simple and sweet wine
La Madre (The Mother) is a spring that runs through the Finca del Horcajo, in Cabañas de Yepes, Toledo. La Madre is also the vineyard to which it provides the water and where the grapes of our today protagonist grown organically. Because in Más Que Vinos, the winery of Alexandra, May and Gonzalo, three winemakers who met in a distant 1998, the important thing is to cultivate autochthonous varieties and let them express the terroir where they grow.
La Garnacha de la Madre 2016 is an Alicante Bouschet single-varietal from 30-year-old vines located in La Madre vineyard. After a manual harvest in boxes, the grapes ferment with indigenous yeasts in amphorae, and the wine is aged for 12 months in those same amphorae.
With a ruby color with a low medium rim, its nose is reduced at first, but when it opens we find black fruit and spicy notes, and even tapenade. In the palate, the acidity is high and the tannin is clearly present, although without being annoying, in a fruity and mineral sip.
It’s a different wine, which will dislodge those who, guided by its name, expect to find that sweet and easy typical Grenache style sip, far from the more intense and tannic Alicante Bouschet’s profile, which is shown here in all its splendor and that promises a formidable evolution with a few years in the bottle.
