Aunque la situación ha mejorado de forma clara en los últimos años, en España estamos muy atrás en la cultura de los vinos dulces. Nuestro clima más cálido que el del resto de Europa tiene parte de culpa, y el hecho de asociar en el pasado los moscateles elaborados para el gran consumo con los “vinos de postre” tampoco ha ayudado demasiado.
Ricardelle de Lautrec Automnales 2016 es un monovarietal de Moscatel de Grano Menudo, pero está muy lejos de esos “moscateles” de los que hemos hablado. Lionel Boutié cultiva sus 50 hectáreas de viñedo ecológico en el Languedoc, al sur de Francia. Para elaborar este vino dulce, realiza una vendimia tardía, manual, entre mediados de noviembre y principios de diciembre seleccionando las uvas más pasificadas para obtener los mayores aromas y la mayor concentración de azúcares. Una tercera parte del mosto envejece en barrica de roble, mientras que el resto lo hace en depósito de acero inoxidable. Tras el ensamblaje, se filtra, se estabiliza en frío y se sulfita moderadamente para evitar una posible re-fermentación en la botella.

Y ¿qué encontramos cuando descorchamos este vino “otoñal” de 2016? De entrada, un color ámbar con reflejos cobrizos que nos habla de su concentración. La copa en la nariz no depara sorpresas. La fruta pasa es la protagonista, un auténtico golpe tanto en la nariz como en el paladar con especial presencia de la fruta de hueso y unas notas volátiles ligeras. En boca es muy goloso pero nada pesado, y el dulzor se equilibra con ese delicioso toque amargo que convierte a este vino en algo más que un postre, en un acompañante gastronómico del queso o del paté.
Así que tanto si eres un escéptico de los vinos dulces como si los conoces y te encantan, este Ricardelle de Lautrec Automnales 2016 es una opción fantástica para disfrutar de las elaboraciones de vendimia tardía y azúcar residual sin que tengas que romper la hucha.

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Although the situation has clearly improved in recent years, in Spain we are far behind in the culture of sweet wines. Our climate, warmer than in the rest of Europe, is para of the guilt, and in the past associating Muscat made for mass consumption with «dessert wines» has not helped much either.
Ricardelle de Lautrec Automnales 2016 is a Muscat à Petit Grains single-varietal, but it is very far from those “moscatel Spanish wines” we have talked about. Lionel Boutié cultivates his 50 hectares of organic vineyards in the Languedoc, in the south of France. To make this sweet wine, a late, manual harvest is carried out between mid-November and early December, selecting the most raisined grapes to obtain the greatest aromas and the highest concentration of sugars. A third of the wine is aged in oak barrels, while the rest is aged in stainless steel tanks. After assembly, it’s filtered, cold stabilized and moderately sulfited to avoid a re-fermentation in the bottle.
And what do we find when we uncork this «autumn» wine from 2016? At first, an amber colour with copper reflections that speaks of its concentration. The glass on the nose holds no surprises. The raisin fruit is the main character, a real hit both on the nose and on the palate with a special presence of stone fruit and light volatile notes. On the palate it is very sweet but not heavy, and the sweetness is balanced by that delicious bitter touch that makes this wine more than just a dessert, a gastronomic companion to cheese or foie.
So whether you are a skeptic of sweet wines or if you know and love them, this Ricardelle de Lautrec Automnales 2016 is a fantastic option to enjoy late harvest and residual sugar elaborations without breaking the bank.
