¿Te han roto el corazón? ¿Has estado alguna vez enamorado y, de repente, todo se ha ido al garete? Hoy, en el consultorio sentimental de Nos Vamos de Vinos, vamos a intentar ayudarte con el mal de amores.
Aunque el cuerpo te pida encerrarte en casita y dejarte abrazar por el sofá debajo de la manta comiendo palomitas mientras reproduces en bucle Love Actually, arréglate un poquito, ponte guap@, reactiva tu perfil de Tinder, sal de tu burbuja, regálate un capricho, ve al gimnasio, queda con amigos, charla, cena, vete al cine, al teatro y, por supuesto, descorcha una botella de Mal de Amores 2018 y disfruta su aroma a regaliz, grosella negra, violetas, aceitunas negras y toques especiados de pimienta mientras observas su color picota con un halo violáceo. Disfruta de su envolvente boca balsámica, de su buena acidez, de unos divertidos toques de caramelo, de su persistencia, de su buena estructura y de unos taninos que están presentes pero no son molestos. Eso sí; si eres muy sensible a la madera, quizás la encuentres demasiado marcada, porque así ha ocurrido con la mitad de los miembros del comité de cata de Nos Vamos de Vinos.
Mal de Amores 2018 es un varietal de Syrah (80 %) con un 20 % de Tempranillo y Airén procedentes de cepas viejas plantadas sobre suelos franco arenosos a unos 750 metros de altitud en la provincia de Toledo. Cada variedad se vendimia y fermenta por separado, en depósitos de acero inoxidable, mientras que la maloláctica tiene lugar ya en barricas de roble francés, donde los vinos harán una crianza de seis meses antes de ensamblarse en un depósito de cemento, para pasar después a un tanque de acero en el que el vino será estabilizado y filtrado.
Se trata de un fantástico “por-para” de Bodegabierta con una excelente relación entre calidad y precio pensado para maridar con “tapeo a base de embutidos, quesos de media curación, carnes rojas, guisos de legumbres no muy contundentes, pescados azules” y, por supuesto, para mitigar el Mal de Amores, tanto si te acabas la botella tú solit@ como si lo degustas en buena compañía.
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Has your heart been broken? Have you ever been in love and suddenly everything has gone to hell? Today, in the Nos Vamos de Vinos’ love counseling, we are going to try to help you with lovesickness.
Even if your body asks you to lock yourself in your house and let yourself be hugged by the sofa under the blanket eating popcorn while you play Love Actually in a loop, dress up a little, get beautiful, reactivate your Tinder profile, get out of your bubble, give yourself a treat, go to the gym, meet friends, talk, have dinner, go to the cinema, the theater and, of course, uncork a bottle of Mal de Amores 2018 and enjoy its aroma of liquorice, black currant, violets, black olives and spicy hints of pepper while you observe its cherry color with a purplish halo. Enjoy its enveloping balsamic palate, its good acidity, some fun touches of caramel, its persistence, its good structure and tannins that are there but without beeing annoying. Yes; If you are very sensitive to wood, you may find it too marked, because this has happened with half of the members of the Nos Vamos de Vinos tasting committee.
Anyway, Mal de Amores 2018 is a Syrah varietal (80%) with 20% Tempranillo and Airén from old vines planted on sandy loam soils at 750 meters high terrain in the province of Toledo. Each variety is harvested and fermented separately, in stainless steel tanks, while the malolactic takes place in French oak barrels, where the wines will be aged for six months before being assembled in a concreete tank, to later be racked to a steel tank in which the wine will be stabilized and filtered.
It’s a fantastic “por-para” (a wine made by someone for another one) from Bodegabierta with an excellent value for money, designed to pair with “tapas based on sausages, medium-aged cheeses, red meats, not very strong legume stews, blue fish” and , of course, to mitigate the lovelorn (mal de amores, in Spanish), whether you finish the bottle by yourself or if you share it with a good company.
