Las cepas de Macabeo con las que se elabora este vino fueron plantadas hace medio siglo en La Socarrada, un viñedo de Viloví del Penedés en el que poco tiempo antes se habían descubierto restos de ánforas de pobladores íberos datados en el siglo I a. C. Así que utilizar las ánforas para fermentar este monovarietal de Macabeo era una manera incomparable de conectar la historia de quienes poblaron esas tierras hace dos milenios con la historia actual.
Las uvas de La Socarrada Macabèu Fermentat en Amfora 2018 se vendimian a mano, hacen una maceración pelicular en frío y se someten a un prensado suave. A continuación, el mosto, junto con una parte de las pieles e incluso del raspón, fermenta en las ánforas mediante pies de cuba con levaduras indígenas. Finalmente, el vino realizará una crianza en depósitos de acero inoxidable que durará seis meses.
El resultado es un vino que muestra un color amarillo limón con reflejos verdosos. En nariz, es un vino de gran tipicidad, con la manzana fresca como protagonista, notas minerales y florales, además de una nota golosa que quiere recordarnos a las natillas. Es uno de esos vinos que se crecen en boca, que se vienen arriba a cada sorbo. Hay intensidad, profundidad, un cuerpo bien marcado aunque nada pesado, una acidez muy chula y una nota láctea. Es, en resumen, un vino intenso pero equilibrado, gastronómico y a la vez delicioso si prefieres tomártelo por copas.
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Gracias a de-scorche por traernos a casa esta bodega en su caja de-box.
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The Macabeo vines with which this wine is made were planted half a century ago in La Socarrada, a vineyard in Viloví del Penedés in which the remains of amphorae of Iberian settlers dating from the 1st century BC had been discovered. So using the amphorae to ferment this Maccabean monovarietal was an incomparable way of connecting the history of those who populated those lands two millennia ago with current history.
The grapes for La Socarrada Macabèu Fermentat at Amfora 2018 are hand harvested bwfore they undergo a cold skin contact maceration and gently pressed. Next, the must, together with a part of the skins and even part of the clusters, ferments in the amphoras using with indigenous yeasts. Finally, the wine will be aged in stainless steel tanks for six months.
The result is a wine that shows a lemon yellow color with greenish reflections. On the nose, it’s a very typical wine, with the fresh apple as the protagonist, mineral and floral hints, as well as a sweet note that wants to remind us of custard. It is one of those wines that grows in the palate, that grows sip by sip. There is intensity, depth, a well marked body but not heavy at all, a very cool acidity and a dairy note. It is, in short, an intense but balanced wine, gastronomic and at the same time delicious if you prefer to taste it by the glass.
