¿Sabías que Luzón es la isla más grande de Filipinas? Precisamente allí, en Manila, es donde estuvo destinado el comandante de los Reales Ejércitos Don José de Molina, y en honor a ella llamó Finca Luzón a sus tierras cuando en 1841 regresó a España. La historia de bodegas Luzón lleva ligada desde entonces a esta finca.
Por ti 2017 es un varietal de Monastrell (80 %) acompañado de Cabernet Sauvignon (20 %) procedentes de viñas plantadas en las parcelas La Traviesa (situada a 550 metros de altitud), y Las Piedras (a 700 metros sobre el nivel del mar), ambas con suelo pedregosos. Las uvas, vendimiadas de forma manual, fermentan a temperatura controlada y macera con los hollejos entre 10 y 15 días. El vino tiene una crianza de 18 meses en barricas de roble francés (60 %) y americano (40 %).
De un color rojo picota con halo rubí y de capa alta, en nariz mandan los tostados, con el café al frente, y la fruta negra. Su boca es cálida, con fruta negra y alguna nota mentolada. Tiene una acidez que le augura mucha vida por delante, una buena estructura, taninos domados y un final largo que se desvanece poco a poco. Se trata de un gran vino, muy gastronómico, que sitúa la Monastrell entre las grandes uvas.
Luzón Por ti 2017: A great wine from Jumilla with Filipino roots
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Did you know that Luzon is the largest island in the Philippines? Precisely there, in Manila, is where the commander of the Royal Armies Don José de Molina was stationed, and in honor of it he called his estate Finca Luzón when he returned to Spain in 1841. The history of Luzón winery has been linked to this estate ever since.
Por ti 2017 is a Monastrell varietal (80%) accompanied by Cabernet Sauvignon (20%) from vines planted in the La Traviesa plots (located at 550 meters of altitude), and Las Piedras (at 700 meters above sea level ), both with stony soil. The grapes, harvested manually, ferment at a controlled temperature and macerate with the skins for between 10 and 15 days. The wine is aged for 18 months in French (60%) and American (40%) oak barrels.
Of a cherry red color with a ruby halo, the nose is dominated by toast, with coffee on the front, and black fruit. Its palate is warm, with black fruit and some minty notes. It has an acidity that promises a lot of life ahead, a good structure, tamed tannins and a long finish that fades little by little. It is a great wine, very gastronomic, which places Monastrell among the great grapes.
