Dentro del programa de la sala de catas de Madrid Fusión Wine Edition, pudimos asistir a “Colección Single Vineyards de Dominio de Atauta: Un viaje por la historia de un valle único”; una cata dirigida por Jaime Suárez, enólogo de Dominio de Atauta, e Ismael Sanz, responsable de viticultura de la bodega, en la que catamos la añada 2017 de los cinco parcelarios que elabora Dominio de Atauta más dos añadas anteriores de uno de ellos para así poder comprobar sus posibilidades de evolución en botella.

Enclavada en la Ribera del Duero soriana, Dominio de Atauta es una bodega que apuesta por los vinos de paraje, vinos de terroir que son una fiel representación de un paisaje que en unos pocos kilómetros puede variar en suelos, altitud y orientaciones. Y aunque no estamos en el valle de Atauta, hasta allí vamos a viajar a través de los siete vinos que cataremos de la mano de Jaime Suárez, enólogo de la bodega, e Ismael Sanz, responsable de viticultura.

El valle de Atauta

El valle de Atauta mide 4 kilómetros de este a oeste y 1,5 kilómetros de norte a sur. Su altitud va de entre los 920 metros a los 1.000 metros. Y sus suelos varían a lo largo del valle, ya que van de arenosos a arcillosos, con la roca madre a distintas profundidades. Estas características, junto con la orientación de los viñedos, serán las que marquen las diferencias entre los cinco parcelarios que cataremos hoy, todos ellos monovarietales de Tempranillo.

La elaboración de todos los vinos es la misma. La vendimia es manual y en cajas. Una vez en bodega, las uvas pasan por doble mesa de selección; una de racimos y otra de granos. Las uvas son despalilladas, pero no estrujadas, y fermentan, con levaduras autóctonas, en depósitos abiertos de acero inoxidable de 1.000 litros. La fermentación maloláctica tiene lugar en barricas de roble francés de segundo uso, donde el vino también realizará una crianza de 16 meses.

Jaime Suárez, a la izquierda, e Ismael Sanz, a la derecha, durante un momento de la cata.

San Juan 2017

El primer vino que vamos a catar es San Juan 2017, un monovarietal de Tempranillo proveniente de siete parcelas que suman en total 0,45 hectáreas, las cuales se encuentran en una terraza con una ligera orientación sur. Sus suelos son de arena, con un pequeño porcentaje de arcilla, y la roca madre calcárea se encuentra a 1,2 metros de profundidad. Las cepas, conducidas en vaso, tienen hasta 140 años de edad.

En nariz, es un vino elegante, con fruta negra acompañada de especias y notas de monte bajo, con la madera en un segundo plano. En boca tiene buena acidez y un tanino domado en un trago elegante, fresco, frutal y largo, con un fondo balsámico.

La Roza 2017

La Roza es un paraje donde Dominio de Atauta trabaja 2,29 hectáreas de viñedo repartidas en 19 parcelas. Tres de ellas, año tras año, dan uva de una calidad superior, y son precisamente estas tres parcelas las que se utilizan para elaborar La Roza 2017. El paraje de La Roza se encuentra en un bosque de encinas y monte bajo sobre una terraza a 970 metros de altitud. Su suelo está dividido en dos capas antes de alcanzar la roca madre caliza; en superficie tenemos 60 centímetros de arena suelta con cantos rodados, y bajo ésta encontramos otros 40 centímetros de arena, pero en esta ocasión mezclada con arcilla. Las cepas de la roza están plantadas a pie franco, conducidas en vaso, y tienen más de 185 años de edad.

La nariz de La Roza 2017 es perfumada y elegante. En ella encontramos fruta roja madura acompañada de flores silvestres y hierbas aromáticas. En boca es un vino fino, con una buena acidez y un tanino pulido en un trago tremendamente elegante y largo. Es nuestro parcelario favorito.

LLanos del Almendro 2017

El viñedo donde nace LLanos del Almendro se encuentra en una ladera orientada al norte, a 940 metros de altitud. Se trata de 14 parcelas que en total suman 1,39 hectáreas de viñedo. Sus suelos están compuestos por 60 centímetros de arena suelta, seguidos de otros 60 centímetros de suelo franco arenoso debajo del cual se encuentra la roca madre calcárea. Sus cepas, plantadas a pie franco y conducidas en vaso, tienen 150 años de edad.

La nariz de LLanos del Almendro 2017 la comanda la fruta negra madura acompañada de monte bajo, regaliz y notas balsámicas. En boca es un vino potente, con una buena acidez y un tanino pulido en un trago estructurado, profundo y largo.

La Mala 2017

En una ladera orientada al norte, a 950 metros de altitud, es donde se encuentran las 0,7 hectáreas formadas por 10 parcelas en las que crecen las uvas de La Mala. Las cepas, plantadas a pie franco, conducidas en vaso y de 140 años de edad, crecen sobre suelos poco profundos, con tan sólo 60 centímetros de arena suelta seguidos por 10 centímetros de arcilla roja antes de encontrar la roca madre caliza.

La fruta roja es la protagonista de la nariz de La Mala 2017; una fruta roja que es acompañada por notas minerales y plantas aromáticas. En boca es un vino con una buena acidez y un tanino pulido en un trago elegante, con un fondo mineral.

Valdegatiles 2017

Situadas en el fondo del valle de Atauta con orientación norte y a una altitud de 930 metros, se encuentran las 1,09 hectáreas de viña repartida en 9 parcelas con las que se elabora Valdegatiles; unas viñas de 130 años de edad conducidas en vaso y plantadas a pie franco sobre un suelo profundo formado por una capa de dos metros de arcilla roja antes de encontrar la roca madre caliza.

La crianza de Valdegatiles 2017 es ligeramente diferente a la del resto de los parcelarios, ya que el 20 % de las barricas donde descansó el vino son nuevas, mientras que el 80 % restantes son de segundo uso. Estamos ante un vino con una nariz intensa. En ella encontramos fruta roja fresca acompañada de notas de monte bajo. En boca es el vino más potente de la cata, con una buena acidez y un tanino domado en un trago frutal, estructurado, voluminoso y largo.

Finalmente, llega el turno de catar Valdegatiles 2010 y Valdegatiles 2000, la primera añada de este parcelario. Estamos ante dos vinos muy vivos, con buena acidez y estructura. En ellos la fruta sigue presente, aunque en la nariz de Valdegatiles 2000 empiezan a aparecer notas de carne. Los años en botella han vuelto unos taninos ya pulidos en unos taninos muy sedosos. Estos vinos demuestran el potencial de envejecimiento de unos parcelarios en los que la viña vieja y los suelos alcanzan su máxima expresión.

VinoAlcoholProducciónPrecio (75 cl)
San Juan 201715 %530 botellas de 75 cl.248,95 euros
La Roza 201715 %598 botellas de 75 cl.248,95 euros
LLanos del Almendro 201715 %1.605 botellas de 75 cl.135,20 euros
La Mala 201715 %881 botellas de 75 cl.135,20 euros
Valdegatiles 201715,5 %1.809 botellas de 75 cl.135,20 euros

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