Agricultura ecológica, viña vieja, secano, levaduras autóctonas… Todos ellos son conceptos que, cuando los vemos asociados a un vino, nos predisponen a querer catarlo. Y es que aunque bebemos toda clase de vinos, tenemos un especial cariño por esos proyectos que cuidan los suelos y conservan lo que para nosotros es un patrimonio histórico y natural que hay que proteger: el viñedo viejo.
Senda 2019 es un monovarietal de Garnacha elaborado por Las Moradas de San Martín, cuyas uvas proceden de las parcelas Panaderos, Corzos, Boquerón, La Coja y Poniente, todas ellas situadas en las estribaciones de la sierra de Gredos. Se trata de viñas viejas plantadas sobre suelos graníticos con un porcentaje de arena que llega al 93 %, conducidas en vaso y trabajadas en ecológico; unas viñas que en la añada 2019 tuvieron un rendimiento de 2.100 kg/ha.
Las uvas fermentan con levaduras autóctonas, y el vino tiene una crianza de unos diez meses en barricas de roble francés de 500 litros de diferentes usos, tras lo cual es embotellado sin filtrar ni clarificar.
Estamos ante un vino que se presenta en copa con un color rojo cereza de capa media. En nariz manda la fruta roja madura acompañada de especias, violetas y monte bajo, con una nota mineral al fondo y la madera muy en segundo plano. En boca tiene buena acidez y un tanino presente que un tiempo más en la botella terminará de redondear, todo ello en un trago con estructura y un posgusto frutal ligeramente licoroso.
Es un vino que, en definitiva, deja a un lado aspectos como el rendimiento o la búsqueda de la máxima rentabilidad para priorizar otros como el cuidado de los suelos o la conservación de lo que para nosotros es un patrimonio histórico y natural que hay que proteger: el viñedo viejo. Ya sólo por eso esta apuesta de Las Moradas de San Martín cuenta con toda nuestra simpatía.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Senda 2019 | 14 % | – | ~10 euros |

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Senda 2019: A Grenache from an old vineyard made by Las Moradas de San Martín
Organic farming, old vines, dry farming, indigenous yeasts… All of them are concepts that, when we see them linked to a wine, lead us to want to taste it. So although we drink all kinds of wines, we have a special affection for those projects that take care of the soil and preserve what for us is a historical and natural heritage that must be protected: the old vineyard.
Senda 2019 is a Grenache single-varietal produced by Las Moradas de San Martín, whose grapes come from the Panaderos, Corzos, Boquerón, La Coja and Poniente plots, all located in the foothills of the Sierra de Gredos. These are old vines planted on granitic soils with a percentage of sand that reaches 93%, driven in goblet and farmed organically; vineyards that in the 2019 vintage had a yield of 2,100 kg/ha.
The grapes ferment with native yeasts, and the wine is aged for about ten months in 500-liter used French oak barrels, after which it is bottled without filtering or clarifying.
This is a wine that is presented in the glass with a cherry red color with a medium layer. Ripe red fruit rules the nose, accompanied by spices, violets and scrubland, with a mineral note in the background and wood just as a supporting actor. On the palate it has good acidity and a present tannin that a longer time in the bottle will round off, all in a drink with structure and a slightly liqueur fruity aftertaste.
It’s a wine that, in short, leaves aside aspects such as yield or the search for maximum profitability to prioritize others such as care for the soil or the conservation of what for us is a historical and natural heritage that must be protected: the old vineyard. For that reason alone, this commitment by Las Moradas de San Martín has our full sympathy.
