Sólo el nombre de la bodega es toda una declaración de intenciones. Nivarius, un término latino relativo a la nieve, nos lleva a la zona alta del valle del Iregua –en las estribaciones de la riojana sierra Cebollera– donde se encuentra la Finca La Nevera, llamada así por un antiguo pozo que guardaba la nieve del invierno. Allí, a entre 680 y 750 metros de altitud, se cultivan las uvas de Maturana Blanca con las que se elabora este vino.
Y si este singular terruño no fuera ya bastante interesante, la variedad que se cultiva allí añade aún más interés al vino que vamos a catar. Y es que la Maturana Blanca es una uva autóctona de Rioja que ha estado al borde de la extinción. Tras un trabajo de recuperación que se inició en 1995, en 2007 la Maturana Blanca fue admitida por el consejo regulador de la denominación de origen Rioja, y hoy son ya 45 las hectáreas registradas de esta variedad en el viñedo riojano.
Nivarius Finca La Nevera Maturana Blanca 2018 es la segunda añada de este vino tan especial, cuyas uvas proceden de cepas cultivadas sobre suelos de arenas silíceas y limos con carbonato cálcico. Tras un prensado ligero de los racimos en atmósfera inerte, el mosto fermentó en tinos de madera de roble francés, con temperatura controlada. Posteriormente, el vino se crió sobre sus lías finas durante al menos 36 meses en depósitos de acero inoxidable, con batonages, antes de pasar a la botella.
Al servirlo este vino de color limón con matices verdosos, nos sorprende una nariz de sugerentes aromas terpénicos a flores secas solapados con aromas a fruta blanca y notas minerales. Su boca es vertical, con una deliciosa entrada en la que la acidez se presenta de forma inmediata pero elegante, acompañada de frescas sensaciones minerales y dando paso a un trago complejo, largo, de buena intensidad, fantástico volumen y una discreta nota ahumada.
Sencillamente, es una maravilla de vino blanco que promete una formidable evolución y nos hace amar esa otra Rioja, fresca, elegante y diversa que encontramos en variedades como la Maturana Blanca y en lugares como la zona alta del valle del Iregua, donde se encuentra la Finca La Nevera.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Nivarius Finca La Nevera Maturana Blanca 2018 | 13,5 % | – | 26,50 euros |
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Nivarius Finca La Nevera Maturana Blanca 2018: The liquid legacy of a recovered variety and a unique terroir
Just the name of the winery is a declaration of intentions. Nivarius, a Latin term related to snow, takes us to the upper area of the Iregua valley – in the foothills of the Cebollera mountain range in Rioja – where Finca La Nevera is located, named after an old well that stored the winter snow. There, at between 680 and 750 meters of altitude, the Maturana Blanca grapes with which this wine is made are grown.
And if this unique terroir were not already interesting enough, the variety grown there adds even more interest to the wine we are going to taste. That’s beacause Maturana Blanca is a native grape from Rioja that has been on the verge of extinction. After recovery work that began in 1995, in 2007 Maturana Blanca was admitted by the regulatory council of the Rioja designation of origin, and today there are already 45 hectares of this variety registered in the Rioja vineyard.
Nivarius Finca La Nevera Maturana Blanca 2018 is the second vintage of this very special wine, whose grapes come from vines grown on soils of siliceous sand and silt with calcium carbonate. After light pressing of the clusters in an inert atmosphere, the must fermented in French oak wood vats, at a controlled temperature. Subsequently, the wine was aged on its fine lees for at least 36 months in stainless steel tanks, with batonages, before being bottled.
When served this lemon-colored wine with greenish nuances, we are surprised by a nose of suggestive terpenic aromas of dried flowers overlapped with aromas of white fruit and mineral notes. Its palate is vertical, with a delicious entry in which the acidity is presented immediately but elegantly, accompanied by fresh mineral sensations and giving way to a complex, long drink, with good intensity, fantastic volume and a discreet smoky note.
It’s just a marvelous white wine that promises a formidable evolution and makes us love that other Rioja, fresh, elegant and diverse that we find in varieties like the Maturana Blanca and in places like the upper area of the Iregua valley, where the La Nevera Estate is located.