Si la clave de los vinos de Bodegas Roda se encuentra en el profundo conocimiento tanto de su viñedo como de los procesos de elaboración, el secreto de Cirsion está en la selección exhaustiva de sus uvas. Cirsion es el fruto de la inquietud de Agustín Santolaya y de su equipo, obsesionados en categorizar y entender el viñedo planta a planta, individuo a individuo. Esa inquietud les llevó a descubrir que ciertas cepas se comportaban sistemáticamente de forma excepcional, produciendo unas uvas de sabor diferente a las de las plantas que las rodeaban. Así, en 1997 se elaboró la primera añada (que no salió al mercado) de un “experimento” que permitió probar que una breve crianza era suficiente para obtener un vino de una sedosidad excepcional. Acababa de nacer uno de los mejores vinos de Rioja; acababa de nacer Cirsion.
Cirsion 2017 es un coupage de Tempranillo (89 %) y Graciano (11 %) proveniente de racimos de diversas parcelas seleccionados en función de una investigación propia sobre polimerización de taninos y antocianos; o sea: una selección con criterios científicos de las mejores uvas de la bodega. La fermentación se lleva a cabo en tinos, con control de temperatura, mientras la maloláctica tiene lugar en barricas, tras la cual el vino hará una crianza de solo ocho meses en barricas nuevas; en todos los casos con madera de roble francés. Posteriormente, se estabiliza por frío natural y se clarifica con clara de huevo.
En la copa encontramos un vino de un color picota oscuro con halo cereza. Su nariz es fragante, voluptuosa, y va evolucionando a medida que el vino se oxigena. De entrada nos recibe un intenso aroma a regaliz que enseguida da paso a una exuberante fruta negra. Poco a poco encontramos, en diversas capas, caramelo, violetas, tabaco y chocolate. Su boca es una auténtica delicia, muy elegante, intensa, ancha, estructurada, con taninos sedosos en extremo y un trago muy largo que se extingue con una nota láctea.
Es sorprendente cómo un vino tan joven puede ofrecer esa sedosidad. Te hace plantearte hasta dónde puede ser capaz de llegar con el paso del tiempo mientras vas dando diminutos sorbos a la copa deseando inútilmente que no se acabe nunca.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Cirsion 2017 | 14,5 % | 7.564 litros en botellas de 0,75, 1,5, 3, 6, 9, 12, 18 y 27 l. | 169,90 euros |
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If the key to Bodegas Roda‘s wines lies in the deep knowledge of both its vineyard and the production processes, Cirsion‘s secret lies in the exhaustive selection of its grapes. Cirsion is the fruit of the concern of Agustín Santolaya and his team, obsessed with categorizing and understanding the vineyard plant by plant, individual by individual. This concern led them to discover that certain strains systematically behaved in an exceptional way, producing grapes with a different flavor from those of the surrounding plants. Thus, in 1997, the first vintage (which didn’t go on sale) was an «experiment» that made it possible to prove that a brief aging was enough to obtain a wine of exceptional silkiness. One of the best Rioja wines had just been born; Cirsion had just been born.
Cirsion 2017 is a blend of Tempranillo (89%) and Graciano (11%) from bunches from various plots selected based on their own research on tannin and anthocyanin polymerization. In other words: a selection of the best grapes from the winery made with scientific criteria. Fermentation takes place in wood vats, with temperature control, while malolactic takes place in barrels, after which the wine will be aged for only eight months in new barrels; in all cases with French oak wood. Later, it’s stabilized by natural cold and clarified with egg white.
In the glass we find a wine of a dark cherry colour with a cherry rim. Its nose is fragrant, voluptuous, and evolves as the wine becomes oxygenated. At first, we are greeted by an intense liquorice aroma that immediately gives way to lush black fruit. Little by little we find, in different layers, caramel, violets, tobacco and chocolate. Its palate is a real delight, very elegant, intense, wide, structured, with extremely silky tannins and a very long sip that fades with a dairy note.
It’s surprising how such a young wine can offer such silkiness. It makes you wonder how far it may be able to go over time as you take tiny sips from the glass, hopelessly wishing it never ends.