Terruño, clima, variedad y tiempo son las cuatro esquinas de este SQR, de este cuadrado (square); cuatro puntos clave para el autor del vino, David Cuéllar, quien dirige el proyecto Valdrinal, en Ribera del Duero.
El terruño son los suelos calizos cubiertos de cascajo tan característicos de la zona en la que se encuentra la bodega. El clima es también el propio de esta denominación de origen, mediterráneo continental con inviernos muy duros y bastante largos, veranos secos, gran contraste térmico entre el día y la noche y un ciclo corto. La variedad es, cómo no, la uva Tempranillo (o Tinta Fina, como se la conoce en la región), proveniente de cepas centenarias bien adaptadas al clima y al terruño. En cuanto al tiempo, más allá de la edad del viñedo hay que hablar de la crianza, que en este caso se extiende hasta los 18 meses.
Así, Valdrinal SQR 2018 se elabora, como ya hemos visto, con uvas procedentes de cepas centenarias de Tempranillo vendimiadas a mano que, ya en la bodega, se despalillan, estrujan y encuban en depósitos de acero inoxidable donde fermentan a temperatura controlada. Tras el prensado, el vino pasa a criarse en barricas de roble francés durante un año y medio y, en nuestro caso, ha permanecido afinándose en el interior de la botella tres años y medio más hasta llegar a nuestras manos.
Cuando lo descorchamos encontramos un vino de color rojo picota y capa alta cuya nariz nos ofrece aromas a fruta negra, una intensa presencia de regaliz y notas de pimienta. En boca es un vino balsámico, muy estructurado, que deja clara desde el primer momento la presencia de una fruta de calidad, muy concentrada, y un gran peso de la crianza, con unos taninos aún algo secantes que prometen pulirse con el tiempo, un carácter marcado, potente, terroso, licoroso, largo, con recuerdos a café torrefacto y un final lácteo.
Es un vino que rebosa calidad a la vez que la fuerte intervención de su autor, ideal para los amantes de las crianzas clásicas y, por supuesto, de todos los que aprecian el terruño, el clima, la variedad y, sobre todo, el tiempo.
| Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
| Valdrinal SQR 2018 | 15 % | 5.000 botellas de 75 cl | 48 euros |
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Valdrinal SQR 2018: Terroir, climate, variety and time
Terroir, climate, variety and time are the four corners of this SQR (or square), four key points for the author of the wine, David Cuéllar, who directs the Valdrinal project, in Ribera del Duero.
The terroir is the limestone soils covered with gravel so characteristic of the area in which the winery is located. The climate is also typical of this designation of origin, continental Mediterranean with very harsh and quite long winters, dry summers, great thermal contrast between day and night and a short cycle. The variety is, of course, the Tempranillo grape (or Tinta Fina, as it’s known in the region), coming from centuries-old vines well adapted to the climate and terroir. As for time, beyond the age of the vineyard we must talk about aging, which in this case extends up to 18 months.
Thus, Valdrinal SQR 2018 is made, as we have already seen, with grapes from centuries-old Tempranillo vines harvested by hand that, once in the winery, are destemmed, crushed and vatted in stainless steel tanks where they ferment at a controlled temperature. After pressing, the wine is aged in French oak barrels for a year and a half and, in our case, it has remained refining inside the bottle for three and a half more years until it reaches our hands.
When we uncork it we find a cherry red wine with a high layer whose nose offers us aromas of black fruit, an intense presence of licorice and notes of pepper. On the palate it’s a very structured balsamic wine, which makes clear from the first moment the presence of intense quality fruit, and a great weight of aging, with still somewhat drying tannins that promise to be polished over time, a marked, powerful, earthy, liqueurous, long character, with hints of roasted coffee and a dairy finish.
It’s a wine that exudes quality as well as the strong intervention of its author, ideal for lovers of classic aging and, of course, for all those who appreciate the terroir, the climate, the variety and, above all, the time.
