Visita a Valdeorras
Con motivo de la Feria del Vino de Valdeorras, hemos visitado esta región vinícola gallega y hemos participado en la cata oficial en la que se eligen los mejores vinos de la feria. José Ramón Rodríguez Castellanos, presidente de la denominación de origen, y Jorge L. Mazaira, director técnico, han sido los encargados de mostrarnos el potencial de los viñedos de Valdeorras a través de muchos de sus vinos y de la visita a varias de sus bodegas.

El viñedo y la pizarra son la esencia de Valdeorras; montañas de pizarra donde se agarran las raíces de un viñedo viejo que ha sobrevivido gracias al minifundismo imperante en toda la región. Sus raíces parecen llegar al centro de la tierra en busca del agua que se escurre entre las grietas de esas vetas de pizarra que pintan el paisaje y cubren los tejados de las casas de A Rúa, Carballeda de Valdeorras, Larouco, O Barco, O Bolo, Petín, Rubiá y Vilamartín, los municipios cuyos viñedos están amparados por la denominación de origen Valdeorras, fundada en un ya lejano 1945.

Durante nuestra estancia en la región, visitaremos cuatro bodegas, cada una de ellas con una historia diferente pero todas con su propia interpretación del terruño de Valdeorras, de sus suelos y sus variedades.

Godeval: Una bodega, un monasterio y A Cova dos Monxes

Nuestra primera parada es Godeval, una bodega nacida en 1982 con la intención de elaborar vinos que mostraran todo el potencial del Godello, una variedad que Horacio Fernández Presa, uno de los dos socios fundadores, se había propuesto recuperar ya desde 1974 como jefe comarcal de la oficina de Extensión Agraria de Valdeorras, poniendo en marcha el programa REVIVAL, un programa informativo y formativo con el que poner en valor y recuperar el Godello, la uva reina de Valdeorras.

Exterior de la Bodega Godeval.
Patio de Mosteiro de Xagoaza.

En la actualidad, Godeval dispone de una moderna bodega, pero antes de su construcción se elaboraba el vino en el interior del Mosteiro de Xagoaza, y al lado de este se encuentra A Cova dos Monxes, una antigua casona en cuyo sótano cuenta con una cueva excavada en la roca donde en algún momento se guardó vino.

Araceli Fernandez será nuestra anfitriona durante la visita a A Cova dos Monxes, donde nos recibirá con una copa de Godeval Cepas Vellas 2010, un monovarietal de Godello ya evolucionado pero que aún mantiene acidez y fruta. Es una maravilla de vino con el que arrancamos nuestra visita a Valdeorras. Los vinos “viejos” serán el hilo conductor durante toda nuestra estancia en la región, ya que nuestras comidas estarán maridadas con vinos de añadas anteriores a 2020.

A Cova dos Monxes.
Godeval Cepas Vellas 2010.

En la actualidad, Godeval elabora cuatro vinos, todos ellos monovarietales de Godello. Además del Cepas Vellas 2010 que ya hemos mencionado, cataremos en distintos momentos Godeval Cepas Vellas 2014 y Godeval Revival 2021, un vino que procede de una única parcela, Pancho, y cuyas uvas son sometidas a un proceso de criomaceración para extraer el máximo de aromas varietales. Se trata de un vino que nos ha sorprendido por su complejidad y elegancia, con una nariz donde mandan los cítricos acompañados de fruta blanca y notas anisadas y mentoladas. En boca es largo y untuoso, y promete tener una gran evolución en botella.

O Luar do Sil: El proyecto en Valdeorras de la familia Rodero Villa

La familia Rodero Villa estuvo buscando en España el lugar donde elaborar los vinos blancos con los que complementar la gama de tintos de Pago de los Capellanes, su bodega en Ribera del Duero. Y fue en Valdeorras, en las viñas que miran al río Sil, donde encontraron ese terruño que estaban buscando.

La bodega de O Luar do Sil está situada en Seadur, donde también se encuentra una parte de sus viñas, las que crecen sobre suelos de arenas graníticas, unos suelos menos comunes que los de pizarra mayoritarios en la D. O. Con una producción de entre 350.000 y 400.000 botellas, repartidas entre las tres referencias que actualmente tiene en el mercado, es una de las bodegas más grandes de la denominación de origen. Durante nuestra visita a sus instalaciones cataremos los vinos que están en el mercado y una novedad que pronto verá la luz.

Embotelladora de O Luar do Sil.
Sala social de O Luar do Sil.

O Luar do Sil Godello 2022 es el vino joven de la bodega y el de mayor producción, con alrededor de 300.000 botellas. Estamos ante un vino fácil y fresco, con una nariz en la que comparten protagonismo la fruta y las flores silvestres.

O Luar do Sil Godello sobre Lías 2022 y 2018 son dos vinos con un buen volumen y acidez. En ambos encontramos manzana madura, pero en el 2018 también aparecen flores secas, y la boca es un poco más compleja, demostrando una vez más el potencial de envejecimiento que tiene el Godello.

O Luar do Sil Vides de Córgomo 2021 es el único vino de la bodega que pasa por madera. Las uvas de este Vides de Córgomo crecen sobre suelos de pizarra. Se trata de un vino en el que manda la fruta madura y cuya madera está bien integrada, con un trago elegante y largo.

Terminamos nuestra cata con una novedad: O Luar do Sil Tostado de Seadur 2021. De este vino, que saldrá a la venta en diciembre, sólo hay 430 botellas. Estamos ante un vino dulce, elaborado siguiendo la tradición de los vinos tostados gallegos. En él destacan sus aromas a fruta pasificada, higos y orejones, y un trago dulce nada empalagoso y tremendamente largo.

Guitian y Blanco: Una bodega familiar rodeada de viñedo

Nos acercamos a la pedanía de Córgomo, perteneciente al municipio de Villamartín, para conocer los vinos D’Berna, de la mano de Elena Blanco, que es el 50 % del proyecto Guitian y Blanco. Se trata de una bodega que posee siete hectáreas de viñedo propio que el año próximo serán nueve, ya que van a plantar dos hectáreas en la parte más alta de la viña que rodea a la bodega.

Viñedo de Guitian y Blanco.
Sala de elaboración de Guitian y Blanco.

La mayor parte de su viñedo la ocupa, cómo no, el Godello, pero también tienen otras variedades como la Mencía, la Garnacha Tintorera y el Sousón, del que probaremos un monovarietal.

Aunque los rosados no están amparados por la denominación de origen Valdeorras, en la Bodega Guitian y Blanco elaboran uno, monovarietal de Mencía, del que probaremos su añada 2022. 

Pero no nos adelantemos, porque mientras paseamos por las instalaciones de la bodega tenemos la oportunidad de probar D’Berna Godello 2023 directamente del depósito; un vino con mucha fruta y una buena acidez que nos encantaría probar de nuevo cuando esté embotellado.

D’Berna Rosado 2022 es un rosado frutal, fresco y con una buena acidez. La fruta roja manda en nariz, y es uno de esos vinos fáciles de beber que desaparecen de la copa sin apenas darte cuenta.

El último vino que cataremos en la bodega será D’Berna “Juan” Sousón Barrica 2018, el primer monovarietal de esta uva que catamos. Estamos ante un vino frutal, con la madera en un segundo plano; un vino estructurado, con un tanino presente pero no molesto y un trago largo.

Adega O Cepado: Variedades y suelos representados en sus vinos

En Rubiá se encuentra la última bodega que visitaremos en nuestra escapada a Valdeorras. Se trata de Adega O Cepado, una pequeña bodega familiar fundada en 2008, si bien sus miembros llevan toda la vida cultivando la vid. Nos recibe Diego Fernández, la cara visible de la bodega, en un pequeño edificio con patio que antes de bodega fue un bar con pista de baile.

Diego nos cuenta que actualmente tienen cinco hectáreas de viñedo en producción, pero ya han plantado otra más de Godello. Actualmente, la bodega elabora 22.000 botellas repartidas en cuatro vinos de tres variedades distintas.

Diego Fernández explicando el proyecto de Adega O Cepado.

El primer vino que cataremos será Cepado Godello 2022, un monovarietal que en nariz se presenta con aromas a uva, flores y cítricos, y en boca es fresco, fácil y frutal. Se trata de una entrada de gama que nos deja con ganas de seguir descubriendo los vinos de esta bodega.

El siguiente vino que cataremos es Finca A Devesa 2021, un vino que procede de una única parcela de 0,4 hectáreas; un viñedo de 18 años plantado sobre suelos calizos. Es un vino realmente interesante, con una nariz mineral en la que también encontramos fruta y cítricos. La madera está siempre en un segundo plano en un trago voluminoso, que no graso, con una agradable amargor final.

Seguimos con un vino que ya no está en el mercado, un vino para comprobar, como tantas otras veces a lo largo de nuestra estancia en Valdeorras, que los monovarietales de Godello envejecen muy bien. Se trata de Cepado Lías 2015, un vino de un color más dorado que el habitual en los godellos del año que en nariz nos muestra notas de evolución, como los frutos secos, y en boca mantiene todavía acidez y tiene un buen volumen.

Es hora de pasar a los vinos tintos. Comenzamos con Cepado Mencía 2022, un monovarietal de Mencía que en nariz muestra fruta roja. En boca es un vino frutal que la botella acabará de redondear.

Terminamos nuestra visita catando A Coronela 2021, un monovarietal de Garnacha Tintorera que nos ha encantado, un vino más fresco y menos extraído de lo que estamos acostumbrados en los vinos de esta variedad, con una nariz compleja en que las flores, la fruta roja y las notas herbales conviven en perfecta armonía.

Cata oficial de la Feria del Vino de Valdeorras

Además de visitar cuatro bodegas, durante nuestra estancia participamos en la cata oficial de la Feria del Vino de Valdeorras, organizada por su consejo regulador. En ella catamos 39 referencias de blancos y tintos del 2022, así como una selección de vinos de otras añadas. Los ganadores aparecen a continuación.

Tres de las copas de la cata oficial de la Feria del Vino de Valdeorras.

Vinos blancos

  • 1.er premio: A Coroa Godello Producción Controlada2022, de Adega A Coroa 
  • 2.º premio: Joaquín Rebodello Godello 2022, de Bodega Joaquín Rebolledo 
  • 3.er premio: Maruxa Godello 2022, de Virgen del Galir 

Vinos tintos

  • 1.er premio: Cascanueces Mencía 2022 de Arnadoval
  • 2.º premio: Sampayolo Mencía 2022, de Bodega Sampayolo 
  • 3.er premio: Joaquín Rebolledo Mencía 2022, de Bodega Joaquín Rebolledo 

Mención especial para el mejor vino de otras añadas

  • Lagar do Cigur Crianza 2015, de Adega Melillas e Fillos 
Foto de los ganadores de la cata.
Vinos ganadores de la cata.

Feria del Vino de Valdeorras

Manuel Jabois fue el encargado de inaugurar la feria con un emotivo pregón. No pudimos visitar las casetas de las 19 bodegas que participaban en la XXIV Feria del Vino de Valdeorras, pero sí que pudimos parar en alguna de ellas y, sobre todo, comprobar el buen ambiente que reinaba y la afluencia de un público que estaba interesado en conocer y catar los distintos vinos de las bodegas.

Para disfrutar del vino de la feria se utilizaba un sistema de tiques, que se podían adquirir en una de las casetas. La copa para degustar los vinos tenía un precio de dos euros, y cada tique también valía dos euros. La mayoría de los vinos valían un tique, si bien algunas bodegas ofertaban vinos más especiales por dos tiques. Existían dos ofertas: copa más dos vinos por cinco euros, y cuatro vinos por siete euros.

Primeros momentos de la XXIV Feria del Vino de Valdeorras.

Nuestro viaje llega a su fin. Dejamos atrás Valdeorras conociendo un poco más los vinos de esta región gallega donde reina el Godello y donde la Garnacha Tintorera tiene un gran potencial.

Como hemos podido comprobar, más allá de la frescura y el carácter frutal de los vinos del año, la Godello tiene una capacidad enorme para elaborar con ella vinos de guarda tremendamente serios. En cuanto a la Garnacha Tintorera de viñas viejas, es una uva de un gran potencial que, junto a la más afamada Mencía, tiene mucho que escribir en la historia de los vinos de Valdeorras, de ese paisaje donde se agarran las raíces del viñedo viejo, esas raíces que parecen llegar al centro de la tierra en busca del agua que se escurre entre las grietas de las vetas de pizarra que pintan el paisaje y cubren los tejados de las casas.

Algunos de los otros vinos que degustamos durante nuestra visita a Valdeorras.

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