Cuando lo probamos hace ya unos meses en una de esas cenas de trabajo no teníamos ni la menor idea de qué significaba panta rei o qué demonios estábamos bebiendo. Sí supimos desde el primer trago que era un espectáculo de vino, frutal, complejo, maduro y especiado, muy estructurado, equilibrado, intenso, largo y elegante; vamos: un vinazo.
Más adelante, descubrimos un poco de la historia de este Panta Rhei Blaufränkisch 2009. Resulta que su autor, Johann Schwarz, es carnicero y posee un fantástico viñedo en la región de Burgenland, que es la zona más cálida de Austria. Un día, su amigo Mamfred Krankl (dueño de la bodega californiana Sine Qua Non) y su vecino Alois Kracher (para muchos, el mejor elaborador de vinos dulces de Austria, hoy ya fallecido) le convencieron para que dejara de vender la uva y elaborara vino. Y así empezó la cosa, un proyecto en el que “el carnicero”, que tenía las mejores uvas de la zona, fue asesorado por dos grandes enólogos que supieron interpretar de forma magistral las cepas viejas ubicadas en las laderas de suelos arcillosos, sustratos arenosos y calizos de las colinas de Leitha que separan Burgenland de la Baja Austria.
Nada menos que 10 días de maceración en frío, fermentación con levaduras autóctonas y hasta 24 meses de crianza en barricas de 500 litros y foudres de 2.000 litros de roble siempre nuevo obran el milagro de este panta rei, una expresión griega atribuida a Heráclito que significa sencillamente que “todo fluye”; un nombre perfecto para un vino elaborado con tanta maestría.
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Panta Rhei Blaufränkisch 2009 is a single-varietal elaborated in Burgenland (Austria) by Johann Schwarz. The grapes are destemmed and cold macerated for 10 days, and then ferment with indigenous yeasts. The wine ages for 24 months in new 500 liter oak barrels and 2.000 liters foudres before being bottled and rest at least two years in the winery.
The result is a complex, mature and spicy wine, fruity, highly structured, balanced, intense, long and elegant.