Cerca de Almendralejo, en una finca de 4.000 hectáreas, se cultivan de manera ecológica 100 hectáreas de un viñedo en el que las uvas Tempranillo, Garnacha Tintorera, Petit Verdot, Syrah y Cabernet Sauvignon conviven con castas portuguesas como la Trincadeira (o Tinta Amarela) y la Touriga Nacional. Se trata de un proyecto en el que unen sus fuerzas la familia Losada Serra (propietarios originales de la finca Palacio Quemado) y los Alvear, familia con larga tradición vitivinícola en Andalucía.
Palacio Quemado La Zarcita 2018 toma su nombre de un arroyo que corre por la finca, y es un homenaje a la Tierra de Barros, al terruño extremeño que en más de una ocasión nos ha sorprendido con sus vinos. Elaborado con un coupage de Garnacha Tintorera, Syrah y otras variedades vinificadas independientemente, el mosto fermenta en tanques de acero y hormigón, hace la maloláctica en barricas de 500 litros y reposa durante ocho meses en barricas de 500 litros de roble francés de segundo y tercer uso (75 %) y depósitos de hormigón (25 %).
En la copa destaca su precioso color rojo rubí, mientras que en nariz, de primeras, mandan los tostados, pero rápidamente el vino se abre, y el perfil olfativo cambia los terciarios por una fruta roja madura, especias, notas de campo y un toque de pimiento. En boca es agradablemente fresco, largo, con una sorprendente acidez cítrica, un toque balsámico y un claro recuerdo a ese suelo arcilloso de la Tierra de Barros, del terruño extremeño que en más de una ocasión nos ha sorprendido con sus vinos.

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Palacio Quemado La Zarcita 2018 is a blend of Alicante Bouschet, Syrah and other separately vinified varieties, the must ferments in steel and concrete tanks, makes the malolactic fermentation in 500-liter barrels and rests for eight months in 500-liter second and third uses French oak barrels (75%) and concrete tanks (25%).
It shows a nice ruby red color. On the nose we find toasted aromas that quickly give way to ripe red fruit, spices, countryside and a touch of pepper. In the palate it’s pleasantly fresh, long, with a surprising citric acidity, a balsamic touch and a clear remembrance of the clay soil from its terroir.
