Te propongo un juego. ¿Cuál de estas frases no es correcta?:
- El albariño es comúnmente un vino sin roble, para beber cuando es joven.
- La pinotage se cultiva en todo Western Cape.
- La furmint es la variedad de uva más plantada en Tokaj.
- El rioja es más comúnmente una mezcla de variedades de uva, con la tempranillo dominando en los mejores vinos.
Estas oraciones están sacadas, palabra por palabra, de uno de los libros de texto más reconocidos y empleados en el mundo del vino. Todas son correctas… hasta cierto nivel. Y es que cuando estudiamos una materia amplia, como las zonas vinícolas del mundo, tendemos a simplificar, y en ese imprescindible ejercicio de reducción corremos siempre un enorme riesgo; el riesgo de pensar que el Albariño no envejece bien, que la Pinotage es la uva mayoritaria de Sudáfrica (cuando representa apenas el 7,21 % de la superficie cultivada), que en Tokaj no hay otras variedades como las Hárslevelü, Sárgamuskotály o la Zéta o que en Rioja la Garnacha tiene un papel de comparsa.
Ontañón La Garnacha 2020 viene a reivindicar el papel histórico de la Garnacha en Rioja y, muy especialmente, en Rioja Oriental. En un completo dosier que acompaña el lanzamiento de este vino, la bodega nos recuerda la importancia histórica de las replantaciones de Garnacha tras las plagas de oídio de 1854 y de filoxera, a principios del siglo XX, nos habla de la riqueza varietal de la región a principios del siglo XX (con 42 variedades identificadas en la provincia de Logroño por Nicolás García de los Salmones) y del hermanamiento entre los viticultores navarros y los riojabajeños, que fue clave en la repoblación del viñedo riojano con varas de Garnacha navarra, tras la filoxera.
Elaboración de Ontañón La Garnacha 2020
Así, nos encontramos ante la primera añada de una nueva marca de Ontañón que nace, en gran medida, de la experiencia obtenida con la elaboración de El Arca, el vino más emblemático de su segunda bodega, Queirón, una bodega boutique que en pocos años se ha convertido no sólo en un conjunto de marcas de vinos de gama alta, sino en un fabuloso laboratorio para experimentar con pequeñas series antes de lanzar una gran producción en Ontañón.
A pesar de que la añada 2020 no fue fácil por su inestabilidad meteorológica y sus episodios de granizo, en Ontañón apostaron por ella para lanzar su nueva referencia, dejando a sus garnachas llegar hasta el final del ciclo de maduración mientras observaban cómo la calidad de la uva iba incrementándose con las ligeras precipitaciones de septiembre, los vientos norte y el descenso nocturno de las temperaturas.
Para elaborar Ontañón La Garnacha 2020 se emplearon racimos tanto de viñas viejas como de nuevas plantaciones con material genético de la zona de Quel (en Rioja Oriental). Las uvas se sometieron a una maceración prefermentativa a menos de 8 ºC para posteriormente iniciar la fermentación a 28 ºC, temperatura que baja posteriormente a 23 ºC con el fin de procurar que los aromas primarios (de la fruta) prevalezcan sobre los secundarios (de la elaboración).
Para la crianza, se eligieron barricas mixtas, con las duelas de roble americano y las tapas de roble francés, lo que supone que el porcentaje de contacto de la madera con el vino sea de un 70 % para el primer tipo de roble y un 30 % para el segundo.
Cata de Ontañón La Garnacha 2020
Cuando lo servimos, encontramos un vino de color rojo picota con halo frambuesa y capa media, algo más intenso que el habitual en las garnachas de otras zonas. Su nariz es claramente frutal, limpia y directa, con un torrente de aromas a fruta roja madura (cerezas y ciruelas) acompañado de notas herbales y un recuerdo a caramelo quemado.
Acorde con las sensaciones olfativas, su boca es claramente frutal, terrosa, con taninos presentes pero nunca molestos. Las sensaciones herbales de la nariz aparecen también en la boca de un vino licoroso, profundo, con la madera muy bien integrada y unos sugerentes recuerdos a regaliz.
Es un vino fácil de beber, con adecuados valores de intensidad, longitud, complejidad y un buen potencial gastronómico; un vino que agradece rebajar ligeramente su temperatura de servicio para inhibir la sensación alcohólica tan característica de la Garnacha.
Pero, además de un vino fácil de disfrutar que ofrece una buena relación entre calidad y precio, Ontañón La Garnacha es una reivindicación de una variedad que llegó a ser la uva más plantada en Rioja en los años 60 del pasado siglo, antes de que el Tempranillo acabara desbancándola y, de alguna manera, borrando su pasado, un pasado que este vino pretende reivindicar demostrando que la Garnacha tiene un enorme futuro en una Rioja en la que el Tempranillo no tiene por qué ser, necesariamente, la uva dominante en los mejores vinos.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Ontañón La Garnacha 2020 | 14,5 % | 15.000 botellas | 15 euros |
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