Cuando la familia Pérez Cuevas decidió mover su bodega de Quel a las afueras de Logroño, lo hizo con la idea de crear un lugar en el que vino estuviera protegido por los dioses y por personajes mitológicos enraizados con la historia del vino. Así, en su interior el vino se elabora y se cría vigilado por estatuas, pinturas y vidrieras de Ganímedes, Dionisio, Ariadna, Perséfone, Enopión, Noe y, cómo no, el propio Baco.
Ontañón Antología Crianza 2016 es un coupage de Tempranillo (75 %), Graciano (15 %) y Garnacha (10 %) procedente de una selección de seis parcelas de las 40 que los Pérez Cuevas cultivan en la zona de Quel, en La Rioja Oriental. Las uvas se seleccionan en el viñedo, se vendimian a mano y llegan a la bodega en cajas. Allí descansan en cámara frigorífica a 5ºC, pasan a una mesa de selección, se encuban y fermentan durante 12 días con bazuqueos. Tras la fermentación, el vino es trasegado a tinos de madera, en los que realizará la maloláctica antes de pasar a barricas de roble francés, donde permanecerá durante 12 meses.
En nariz encontramos un vino complejo, con fruta y con madera, que en boca ofrece gran intensidad y un trago largo. Le cuesta un poco abrirse, y poco a poco va ganando en expresividad, algo achacable a que lleva tres años encerrado en el interior de una botella o, quién sabe, al impredecible capricho de los dioses que lo han cuidado durante este tiempo.
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When the Pérez Cuevas family decided to move their winery from Quel to the outskirts of Logroño, they did it with the idea of creating a place where the wine was protected by the gods and mythological characters rooted in the history of wine. Thus, inside the wine is made and aged under the supervision of statues, paintings and stained glass windows of Ganymede, Dionysus, Ariadne, Persephone, Enopion, Noe and, of course, Bacchus himself.
Ontañón Antología Crianza 2016 is a blend of Tempranillo (75%), Graciano (15%) and Grenache (10%) from a selection of six of the 40 plots that the Pérez Cuevas family grow in the Quel area, in La Rioja Oriental. The grapes are selected in the vineyard, hand harvested and moved to the winery in boxes. There they rest in a cold room at 5ºC, they are put over a table where a new selection is made, and are introduced in tanks where the fermentation takes place for 12 days with punching over. When the fermentation is finished, the free-run wine is racked into wooden vats, in which it undergoes malolactic fermentation before are racked to French oak barrels, where it’ill rest for 12 months.
On the nose we find a complex wine, with fruit and wood. It offers great intensity and a long drink on the palate. It’s not easy to open up, and little by little it becomes more expressive, something we can relate with the fact that it has been locked inside a bottle for three years or, who knows, with the unpredictable whim of the gods who have cared for it during this time.
