Podríamos decirte que en el interior de esta botella hay un vino naranja procedente de viñas viejas de cultivo ecológico plantadas en laderas. Podríamos decirte que sus rendimientos son bajísimos, que en sus suelos hay rocas metamórficas, que su viticultura es de secano, que se vendimia a mano y que se selecciona casi grano a grano. Podríamos decirte que procede de dos parcelas de parajes cercanos (Tesedillo, en la parte más alta de una ladera que se orienta a poniente) y Las Canales (en la zona más baja), ambos ubicados en la localidad de Villalibre de la Jurisdicción, en El Bierzo Central. También podríamos decirte que lo elabora Cantariña Vinos de Familia, que hay solamente 93 botellas de esta añada, que fermenta con sus propias pieles en un pequeño depósito de acero inoxidable, que se le bazuquea, que no se clarifica, y que se sulfita ligeramente en el momento del embotellado.
Podríamos decirte que es un vino intenso, tanto en la nariz como en la boca, que tiene cuerpo, muy buena estructura, un fondo herbal y notas minerales, que puedes elegir beberlo frío como si fuera un blanco o más atemperado para sacarle todos sus matices. Podríamos decirte que es una auténtica gozada de vino. Podríamos decirte tantas cosas…
Pero en realidad, lo único importante de este Nim Cantariña Palomino 2020 es que es el resultado del esfuerzo de un colectivo que dedica parte de su tiempo a recuperar viñedo abandonado, a cuidarlo, sanarlo, a convertirlo en cultivo ecológico y a tender puentes entre la ciudad y lo rural, y entre las generaciones que crearon este soberbio legado vitícola y las generaciones que lo disfrutamos. Podríamos decirte mucho más, pero preferimos invitarte a que lo veas con tus propios ojos. Busca su página de Facebook y descubre cómo hay otra forma de viticultura y cómo se traduce en vinos como éste.
| Vino | Alcohol | Producción | Precio |
| Nim Cantariña Palomino 2020 | 13 % | 93 botellas de 75 cl | 13 euros |
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Nim Cantariña Palomino 2020: Just another way of understanding viticulture
We could tell you that inside this bottle there is an orange wine from old organically grown vines planted on slopes. We could tell you that its yields are very low, that there are metamorphic rocks in its soils, that its viticulture is rainfed, that it is hand harvested and that it’s selected almost grain by grain. We could tell you that it comes from two little plots of nearby places (Tesedillo, in the highest part of a slope facing west) and Las Canales (in the lowest area of that slope), both located in the village of Villalibre de la Jurisdicción, in El Bierzo Central. We could also tell you that it is made by Cantariña Vinos de Familia, that there are just 93 bottles of this vintage, which is fermented in contact with its own skins in a small stainless steel tank, which is pounded, which is not clarified, and which is slightly sulphited just in the time of bottling.
We could tell you that it is an intense wine, both in the nose and in the palate, that it is medium to full body, very good structure, a herbal background and mineral notes, that you can choose to drink it cold as if it were a white or more tempered to get all its nuances. We could tell you that it is a real joy of wine. We could tell you so many things …
But actually, the only important thing about this Nim Cantariña Palomino 2020 is that it is the result of the effort of a group of people that dedicates part of its time to recovering an abandoned vineyard, to take care of it, heal it, to convert it into organic farming and to build bridges between the city and the countryside, and between the generations that created this superb viticultural legacy and the generations that enjoy it. We could tell you much more, but we prefer to invite you to see it with your own eyes. Look for its Facebook page and discover how there is another way of viticulture and how it translates into wines like this one.
