Suena a tópico, pero aquí se cumple. Cuando en Grandes Vinos se propusieron hacer este monovarietal de Cariñena, optaron por juntar la tradición y la modernidad. Por una parte, la tradición la aportan las pequeñas parcelas de cepas de 40 años conducidas en vaso. Por otra, la modernidad viene de la mano de Joey Tensley, quien trabajó mano a mano con Marcelo Morales, enólologo titular de Grandes Vinos hasta abril de 2019. Así, californiano y chileno intentaron aportar un toque del Nuevo Mundo a un monovarietal producido en la misma tierra en la que nació la uva Cariñena.
Vendimia manual, vinificación convencional, cuatro meses de crianza en barricas de roble francés y una buena temporada en botella son la “receta” de este Monasterio de las Viñas Cariñena Viñas Viejas 2016 Selección Especial, que se muestra en copa con un color picota oscuro, mientras que en nariz nos sorprende una fuerte presencia de madera, humo y pan tostado que, cuando oxigenamos el vino, da paso a unos terciarios más amables, como la vainilla, y empiezan a aflorar los aromas a fruta roja y negra, a pimienta y a bosque. Y si la nariz tiene un perfil intenso y agradable aunque no demasiado equilibrado, la boca es claramente más redonda. El vino nos recibe con un toque goloso, y enseguida saca a relucir una buena acidez para, a continuación, pasearse por la boca con taninos pulidos, e ir dejando agradables sensaciones como un sabor al caramelo tostado de la crema catalana acompañado de un posgusto lácteo que nos recuerda a la mantequilla.
Y después de acabarnos la botella, nos queda claro que es un buen vino, bien estructurado, fácil de beber (a pesar de sus 14º) y con una envidiable RCP; y que aunque suene a tópico, mezclar modernidad y tradición es siempre buena idea.
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Monasterio de las Viñas Cariñena Viñas Viejas 2016 Selección Especial is a Carignan single-varietal aged four months in French oak barrels.
Dark cherry colored, on the nose shows a first strong presence of wood, smoke and toast that gives way to vanilla, red and black fruit, pepper and forest.
In the palate we find a sweet entrance, good acidity, soft tannins, burnt sugar and a buttery aftertaste.