Conocimos a José Méndez Moya y a Isabel Baca en el mercado de productores que un fin de semana al mes se instala en el Matadero, en Madrid. Hablamos con ellos, catamos algunos de sus vinos, e inmediatamente nos sentimos interesados por su proyecto.
Y es que Méndez Moya es una joven bodega ecológica cuyos viñedos nuevos (ubicados en tierras previamente dedicadas a otros cultivos), se sitúan en la falda de la Sierra Nevada (Granada), a un altitud de entre 1.250 y 1.350 metros. Sus vinos no llevan ningún químico añadido, y están además certificados como veganos.
Méndez Moya Sauvignon Blanc 2018 (el elegido para venirse a casa con nosotros) huele a fruta de hueso y a pera. En boca es un punto dulce, y nuestra botella tenía algo de aguja (sospechamos que las levaduras autóctonas no acabaron con todo el azúcar). Muestra un trago agradable, aunque no demasiado persistente, y lo cierto es que no nos costó nada acabarnos la botella.
Si alguna vez estamos en Sierra Nevada, nos encantará visitar la bodega, volver a charlar con José e Isabel y comprobar si sus vinos han ido puliéndose.
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We met José Méndez Moya and Isabel Baca in the farmers’ market that one weekend a month is installed in Matadero in Madrid. We talked to them, we tasted some of their wines, and immediately we were interested in their project.
And it’s that Méndez Moya is a young ecological winery whose new vineyards (located in lands previously dedicated to other crops), are located in the foothills of the Sierra Nevada (Granada), at an altitude of between 1,250 and 1,350 meters. Their wines don’t carry any added chemicals, and are also certified as vegan.
Méndez Moya Sauvignon Blanc 2018 (the one chosen to come home with us) smells like stone fruit and pear. In the palate it’s a little bit sweet, and our bottle had some tiny bubles (we suspect that the native yeasts did not finish with all the sugar). Shows a nice drink, but not too persistent, and the truth is that it was easy to finish the bottle.
If we are ever in Sierra Nevada, we’ll love visiting the winery, chatting with José and Isabel again and checking if their wines have been polished.