(← página anterior) Cata de Bodegas Tradición
Después de haber catado tanto el Fino Tradición como los tres VORS de la bodega, ya solo quedan por probar sus VOS (Cream y Pedro Ximénez) y sus brandis, si bien en esta ocasión vamos a dejar aparcados tanto el Pedro Ximénez Tradición como el Brandy Tradición Platinum Solera Gran Reserva.
Al igual que ocurría con los VORS, los VOS son objeto de estrictas normas para su certificación. En este caso hablamos de una vejez media de 20 años, y las siglas corresponden al latín Vinum Optimum Signatum (Vino Seleccionado como Óptimo), y coinciden también con la expresión inglesa Very Old Sherry (Jerez Muy Viejo).
Cream Tradición
La D. O. Jerez establece una categoría de “vinos generosos de licor”, en la que se encuadran los Pale Cream, Medium y Cream. Para la última de estas elaboraciones, se parte de un vino seco de crianza oxidativa (generalmente un Oloroso), endulzado generalmente con vino Pedro Ximénez.

En el caso del Cream Tradición, el 70 % es un oloroso viejo (el mismo que hemos probado en esta cata), mientras que el 30 % es un Pedro Ximénez de entre cinco y siete años que, según nos explica Miguel Llanos Penalba, formador de Bodegas Tradición, se ensamblan y pasan a una solera.

Nuestra botella es la 487.ª de 1.350, de la segunda saca de 2019. Visualmente nos encontramos con un vino caoba, algo más oscuro que el oloroso, y también más turbio. Hay que aclarar aquí que todos los vinos de esta bodega se someten a un filtrado suave, sin estabilización ni clarificación. En nariz encontramos fruta pasa, higos y dátiles, que se imponen claramente sobre los aromas del oloroso. En boca es muy goloso, con un recuerdo claro a caramelo toffee y una textura melosa, aligerada por la alta graduación de este vino (18,5º), en el cual la personalidad de la uva Pedro Ximénez sobremadurada acaba imponiéndose sobre la largamente envejecida Palomino Fino.
Brandy Tradición Solera Gran Reserva
Acabamos la cata con el brandi de menor crianza de los dos que elabora Bodegas Tradición. A diferencia de los vinos fortificados, el brandi es un destilado de alcohol vínico (el mismo que se emplea para fortificar los vinos generosos) producido generalmente a partir de uva Airén de La Mancha, que envejece en una solera compuesta por botas previamente envinadas con alguna de las elaboraciones de Jerez.

El brandi de Jerez cuenta con su propio consejo regulador (Brandy de Jerez), que establece tres categorías en función de su tiempo de envejecimiento: Solera (de seis meses a un año), Solera Reserva (de uno a tres años) y Solera Gran Reserva (más de tres años).
En el caso de Brandy Tradición Solera Gran Reserva, el alcohol vínico (de 60º) se introduce en soleras de botas de roble americano envinadas con oloroso. Hay que aclarar que para su elaboración se escoge únicamente la holanda, un aguardiente de menos de 70º con un alto contenido de sustancias volátiles, cuya calidad es, por tanto, superior a la de los aguardientes convencionales y a la de los destilados de alta graduación. Y, quizá lo más importante: el envejecimiento medio de este brandi supera los 25 años, y su producción está limitada a 3.000 botellas anuales.
La cata de destilados no es nuestra especialidad, aunque sí podemos decir que tanto la nariz como la boca son especialmente amables, a pesar de estar ante una bebida con un 38 % de alcohol.

Y con el brandi acaba nuestra cata de estas seis referencias de Bodegas Tradición. Nuestro próximo objetivo será, obviamente, visitar sus instalaciones y documentarlo convenientemente en Nos Vamos de Vinos. Hasta entonces, nos despedimos de Miguel y de Mares del Barrio, nuestros anfitriones en esta increíble experiencia que nos deja un gran sabor de boca, un sabor a albariza y a brisa marina, a frutas pasas, tostados, frutos secos, un sabor a criaderas y soleras; en definitiva: sabor a buen hacer, a tiempo y a paciencia… sabor a tradición.