Cebreros, suelos de granito, cepas de Garnacha de entre 20 y 90 años, viticultura orgánica y vinificación en ánfora, sin sulfitos añadidos; estos son los mimbres con los que se tejió La Movida al Desnudo Tinto 2016, uno de esos ejemplos de lo fantástico que puede ser un monovarietal natural de Garnacha, goloso pero serio, frutal y mineral, un vino procedente de uvas vendimiadas a mano, fermentadas en ánforas nuevas de Padilla, y criado en esas mismas ánforas durante seis meses antes de pasar a la botella. Lo probamos hace casi un año y nos sorprendió su perfección, su ausencia de defectos, algo no siempre fácil en un vino sin aditivar cuya vendimia tuvo lugar tres años atrás. En aquel momento no sabíamos que su autor era Guillermo Fernández, asociado entonces con Carlos Arenas en un proyecto llamado Maldivinas. Quizá lo único que no nos entusiasma sea su etiqueta o, más bien, lo poco seria que puede parecer para un vino que vuela realmente alto. El nombre, eso sí, tiene mucho sentido, ya que La Movida es la zona en la que se ubican esas cepas viejas de Garnacha que, a más de 900 metros de altitud, flirtean con las rocas de granito, con las heladas y los imponderables para ofrecernos este vino 100 % natural; este vino desnudo.

Nota de la redacción: Tras la publicación de esta cata, Guillermo Fernández hace un apunte sobre la etiqueta en nuestro perfil de Instagram que incorporamos a continuación: “el autor de la etiqueta es el difunto [Carlos Sánchez Pérez] Ceesepe, pintor de la Movida Madrileña”.
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Cebreros, granite soils, old Grenache vines, organic viticulture and amphora, without added sulphites; these are the ingredients with which La Movida al Desnudo Tinto 2016 was made, one of those examples of how wonderful a raw Grenache single-varietal can be, sweet but serious, fruity and mineral, a wine made from hand-harvested grapes, fermented in new amphoras and aged in those same amphoras for six months before being bottled. We tasted it almost a year ago and we were surprised by its perfection, its absence of defects, something not always easy in a wine without additives whose harvest took place three years earlier. At that time we didn’t know that its author was Guillermo Fernández, associated with Carlos Arenas in a project called Maldivinas. Perhaps the only thing we dislike is how little serious can seem its label in such a great wine, named after the plot (La Movida) and the absence of SO2 added (al Desnudo means “naked”).