La Galbana 2016: Mencía del Bierzo para tomar sin prisa

Hoy no es el día de batir ningún récord. Hoy, sencillamente, no hay ninguna prisa. Este vino carece de sentido si has planeado algo para después, sea cuando sea ese “después”. Hoy probablemente has terminado de hacer algo importante o, simplemente, has terminado con un día de mierda y necesitas algo que le dé la vuelta por completo. Hoy los relojes no significan nada, las agendas no significan nada, el calendario no significa nada. Pon el móvil en modo silencioso, en modo avión o, mejor, tíralo por la p*** ventana. Enciende un par de velas. Escoge una playlist de tempo andante y piensa en lo fantástico que eres. Ahora sí. Ya estás preparado para descorchar una Galbana.
La Galbana 2016 es un monovarietal de Mencía de El Bierzo, de una Mencía procedente de cepas centenarias plantadas en laderas de suelos pobres con esquistos de pizarra, a una altitud superior a los 600 metros. Las uvas de estas cepas conducidas en vaso se vendimian a mano y se llevan a la bodega, donde se enfrían a 14 ºC en una cámara, se despalillan pero no se estrujan, y se encuban en un foudre en el cual su mosto fermentará, con bazuqueos pero sin remontados, a temperatura controlada. Quince días después, el vino se trasiega a barricas de roble en las que realizará la conversión maloláctica para pasar, posteriormente, a barricas de roble francés de 225 y 300 litros, y allí hará una crianza de 12 meses en contacto con sus lías finas. Finalmente, La Galbana se embotella sin clarificar antes de descansar una nueva temporada en la bodega.
Ahora que conoces los secretos de uno de los vinos más exclusivos de Bodegas Merayo, puedes deleitarte observando su color picota de capa media alta, sus aromas de fruta roja madura, torrefactos, notas minerales… su trago largo, intenso, amplio y amable, con taninos pulidos y un posgusto suavemente lácteo.
Y mientras te rellenas la copa, observas la etiqueta en la que un peregrino que, posiblemente, comenzó la etapa del camino demasiado tarde yace a la sombra de un frondoso peral en la cálida tarde del verano mientras la galbana se apodera de él al tiempo que repite para sí: Hoy no es el día de batir ningún récord. Hoy, sencillamente, no hay ninguna prisa.

Today is not the day to break any records. Today, there is simply no rush. This wine makes no sense if you have planned something for later, no matter when. Today you’ve probably finished doing something important or you’ve just finished a shitty day and you need something to completely turn it around. Today the clocks mean nothing, the diaries mean nothing, the calendar means nothing. Put the phone on silent mode, on airplane mode or, better yet, throw it out the f***ing window. Light a couple of candles. Pick an andante tempo playlist and think how awesome you are. Yes, you’re now ready to uncork a Galbana.
La Galbana 2016 is a Mencía single-varietal from El Bierzo, a Mencía from centennial-old vines planted on hillsides with poor soils with slate schist, at an altitude of over 600 metres. The grapes from these goblet-trained vines are hand harvested and driven to the winery, where they are cooled to 14ºC in a chamber, destemmed but not crushed, and placed in a foudre in which their must will ferment, with punching down but without pumping over, at a controlled temperature. Fifteen days later, the wine is transferred to oak barrels in which it undergoes the malolactic conversion to later go to 225 and 300-litre French oak barrels, where it will age for 12 months in contact with its fine lees. Finally, La Galbana is bottled without clarifying before resting for many more months in the cellar.
Now that you know the secrets of one of the most exclusive wines from Bodegas Merayo, you can delight yourself by observing its cherry color with a medium-high body, its aromas of ripe red fruit, roasted aromas, mineral notes… its long, intense, wide and friendly sip, with polished tannins and a slightly dairy aftertaste.
And while you refill your glass, you can observe the label in which a pilgrim who possibly began the stage of the journey too late lies in the shade of a leafy pear tree on a warm summer afternoon while the “galbana” (sluggishness) takes hold of him while repeats to himself: Today is not the day to break any records. Today, there is simply no rush.