La Despistada es un verso suelto en el catálogo de Bodegas Tarsus, un vino de autor en el que su enóloga Teresa Rodríguez ha sabido interpretar de forma magistral el Albillo Mayor, la uva blanca proscrita de la D. O. Ribera de Duero hasta hace poco más de dos años.
No todos los días se conoce un vino como La Despistada, de Bodegas Tarsus, un monovarietal de Albillo Mayor que tiene tantos argumentos para enamorarnos de él que no nos hemos resistido a hacer una lista.
- Se elabora exclusivamente con Albillo Mayor procedente de cepas viejas salpicadas entre vides de Tempranillo, una uva que tradicionalmente ha formado parte del viñedo burgalés y que desde hace solamente un par de años se encuentra amparada por la D. O. Ribera del Duero.
- Nos encanta su cuidada elaboración, en la que tras una maceración en frío de 24 horas y tras el sangrado del mosto, la uva es prensada y su mosto se añade al mosto del sangrado; probablemente una de las claves por la que este vino rebosa carácter sin dejar de ser refinado y elegante.
- El paso por barrica le aporta estructura y complejidad. La fermentación arranca en depósito de acero inoxidable, pero la mitad del vino acabará de fermentar en dos barricas de 500 litros. Posteriormente el vino fermentado en inox hará una crianza de seis meses en depósito de hormigón, mientras el resto se criará en las barricas de gran formato.
- No es un blanco maderizado, aunque la barrica está presente. Tampoco quiere imitar los Chardonnay de la Côte d’Or, replicados con mayor o menor acierto por numerosos productores hoy día. Y precisamente ese sutil equilibrio entre frutalidad y peso en boca abre la puerta de la categoría de los grandes vinos blancos a esta Despistada.
- Promete una larga guarda. Aunque se puede beber ya y disfrutar, La Despistada 2020 presenta una gran sensación de acidez, una acidez principalmente cítrica que nos trae recuerdos a pomelo y que hace que nos encontremos ante un vino muy vivo, que no indómito.
- Su nariz nos vuelve locos. La mineralidad se respira entre aromas ahumados, fruta de hueso y recuerdos a pomelo. Si buscas un perfume floral y delicado, te has equivocado de botella. Si prefieres una fragancia compleja, seria y a la vez frutal, que te invite a sacar la nariz de la copa para pasar de inmediato a la “fase gustativa”, La Despistada 2020 te ofrece precisamente eso: la nariz de un vino blanco que promete buenas sensaciones en boca.
- Es un vino complejo. Su entrada en boca no resulta punzante, a pesar de su destacable acidez, que se hace más presente ya iniciado el trago; un trago más bien largo, con buen volumen y buena intensidad, untuoso pero sin ser graso, sin resultar pesado… Un trago que acaba diluyéndose, lenta y suavemente, con un posgusto levemente amargo y con la sensación de haber sido capaz de excitar cada recoveco de tu boca.
- Te traslada al terruño de Anguix, al pinar que hay frente a la bodega, al viñedo que la rodea… Basta dar un sorbo, cerrar los ojos y dejarte llevar.
- Todo es bonito en esta Despistada, desde el nombre hasta su color entre pajizo y limón con brillos satinados, pasando por su desafiante botella borgoñona en tierra de botellas bordelesas, hasta terminar contemplando su elegante etiqueta de dos piezas, con un uso sutil de la tinta dorada y el troquelado.
- Es, sencillamente, un vino delicioso.
Vino | Alcohol | Producción | Precio |
La Despistada 2020 | 13 % | 1.500 botellas de 75 cl | 25 euros |
