La Cabeza de Perro es la gama de acceso de Cantariña Vinos de Familia, aunque hablar de “gama de acceso” en el caso de un productor que elabora todos sus vinos con uvas de viñedo viejo, orgánico, sin riego, con vendimia manual, que vinifica sus parcelas por separado y que pone el mismo esmero en hacer “perros” que en hacer “cantariñas” carece de sentido. En el fondo, no es más que una cuestión de estructurar una gama de vinos que cuenta ya con nueve referencias. Y, de paso, los Cabeza de Perro nos permiten disfrutar de unos vinos tremendos a un precio contenido.
La Cabeza de Perro Mencía 2020 es un monovarietal elaborado con uvas de cepas viejas plantadas sobre suelos de arcilla y esquistos de pizarra a unos 600 metros de altitud. La fermentación tuvo lugar, con levaduras propias, en un depósito de acero inoxidable de pequeño formato sin control de temperatura, con bazuqueos diarios, y el vino hizo una crianza de ocho meses con sus lías en depósito antes de pasar a la botella, en la que descansó otra buena temporada antes de salir de la bodega.
Cuando lo descorchamos, dos años después de su vendimia, encontramos un vino de color picota con tonos fresa. Su nariz es claramente varietal, con fruta roja sobre un fondo de flores y unas notas de campo, de monte bajo. La boca es algo más seria de lo que sugiere la nariz. No es sólo esa sencilla bomba de fruta que uno espera encontrar en una buena Mencía joven del Bierzo. Hay buena intensidad, pero también hay cierta longitud, un posgusto con una nota amarga y, lo más importante, un trago muy fácil (que no simple) y adictivo.
Es un vino que plantea un problema de consenso cuando lo compartes, por ejemplo, en una barbacoa. Puede que alguien prefiera disfrutarlo frío como alternativa de lujo a una cerveza mientras que siempre habrá quien lo prefiera más atemperado para sacarle todos sus matices, y estamos convencidos de que hará un calimocho de bandera, aunque no lo hayamos comprobado de una forma empírica. Sea como sea, lo que sí está claro es que una “ridícula” botella de 75 centilitros no será suficiente.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
La Cabeza de Perro Mencía 2020 | 14,5 % | 2.000 botellas | 7,50 euros |
La Cabeza de Perro Mencía 2020: They will tell you that it’s an entry level red wine, but that’s not true
La Cabeza de Perro is the access range of Cantariña Vinos de Familia, although speaking of “access range” makes no sense in the case of a producer who makes all his wines with grapes from old organic vineyards, dry farmed, hand harvested, with each plot vinified separately and that puts the same care into making “perros” as in making “cantariñas”. Basically, it’s just a question of structuring a range of wines that already has nine references. And, by the way, La Cabeza de Perro allows us to enjoy tremendous wines at a reasonable price.
La Cabeza de Perro Mencía 2020 is a varietal wine made with grapes from old vines planted on clay soils and slate schist at about 600 meters of altitude. The fermentation took place, with indigenous yeasts, in a small format stainless steel tank without temperature control, with daily punch downs, and the wine was aged for eight months with its lees in the tank before going to the bottle, where it also rested several months before leaving the cellar.
When we uncorked it, two years after its harvest, we found a cherry-colored wine with strawberry tones. Its nose is clearly varietal, with red fruit on a background of flowers and some notes of the countryside, and scrubland. The palate is somewhat more serious than the nose suggests. It’s not just that simple fruit bomb that one expects to find in a good young Mencía from Bierzo. There’s good intensity, but there’s also a nice length, a bitter aftertaste and, most importantly, a very easy (not simple) and addictive sip.
It’s a wine that poses a consensus problem when you share it, for example, at a barbecue. Some may prefer to enjoy it cold as a luxury alternative to a beer, while there will always be those who prefer it more tempered to get all its nuances out of it, and we are convinced that it will make a great calimocho, although we have not verified it empirically. Anyway, what is clear is that a “ridiculous” 75 cl bottle won’t be enough.
