A pesar de tener una enorme tradición vinícola, cepas autóctonas y elaboraciones singulares, a pesar de la enorme riqueza cultural del vino de León, para muchos es un desconocido; dicho, lo cual, si pruebas este Kyra Peregrino Albarín Fermentado en Barrica 2017, seguramente querrás saber un poco más de él.

Se trata de un monovarietal de Albarín (o Albarín Blanco), una casta cultivada en León y en Asturias casi exclusivamente, y una de las protagonistas de las 205 hectáteras de viñedo de Bodegas Gordoncello, junto con la tinta Prieto Picudo. El mosto fermentó, sin control de temperatura, en dos barricas nuevas de 500 litros de roble francés. Acabada la fermentación, se trabajó con las lías rotando diariamente las barricas, para finalmente dejar que el vino hiciera una crianza de 12 meses en las mismas barricas.

El resultado es un vino de un intenso color amarillo con reflejos dorados. En la nariz encontramos unos toques ahumados, flores blancas, cítricos y fósforo, mientras que en boca es fresco, ligero, mineral, no muy untuoso y levemente amargo; muy equilibrado en acidez, con un posgusto largo. Es un buen vino, gastronómico, intenso y con buen cuerpo; un perfecto ejemplo para reivindicar la enorme riqueza cultural del vino de León.

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Kyra Peregrino Albarín Fermented in Barrel 2017 is an Albarín single-varietal (not to be confused with Albariño). The must was fermented, without temperature control, in two new 500-liter French oak barrels. After the fermentation, the lees were worked rotating the barrels daily, and the wine aged for 12 months in the same barrels.
The result is a wine of an intense yellow color with golden reflections. On the nose we find some smoke, white flowers, citrus and phosphorus, while on the palate it is fresh, light, mineral, not very unctuous and slightly bitter; very balanced in acidity, with a long aftertaste. It’s a good wine, gastronomic, intense and with a great body; a perfect example to claim the enormous cultural wealth of León wine.
