La clave está en el tiempo. Lo gobierna todo, altera cada uno de los grandes factores con los que se compone la compleja ecuación de cada vino: el trabajo en la viña, la edad de las cepas, la orientación, el clima, el suelo, la variedad y la mano del hombre. El tiempo y los sucesos que contiene, los acontecimientos de la historia reciente y de la “historia historia”, las añadas frías revelando secretos de este terruño único, las añadas cálidas señalando las cepas que contienen las claves para adaptarse a ese cambio climático al que nos enfrentamos inevitablemente… Bastan un par de horas escuchando absorto al viticultor Javi Revert para replantearte los cimientos del vino, para despojarte de prejuicios sobre las zonas cálidas, sobre las cepas jóvenes o sobre las plantadas a pie franco. Hoy toca abrir los ojos para escuchar atentamente a Javi y cerrarlos después para “escuchar” todo lo que sus vinos tienen que contar.
Punto de partida: las viñas del bisabuelo
El proyecto personal de Javi Revert comienza en 2014, recuperando una viña de su bisabuelo mientras simultanea su trabajo en la bodega Celler del Roure, con Pablo Calatayud como mentor, trabajo que compatibilizará hasta 2018. Y el lugar elegido para desarrollarlo no es otro que el terruño de Fuente la Higuera, en la cabecera del valle de Montesa, en la zona oeste de la sierra Grossa y al extremo suroeste de la provincia de Valencia, donde las montañas trazan la frontera con Albacete y con la D. O. Almansa.
Así, el terruño en el que Javi trabaja en torno a 11 hectáreas de viñedo propio (cinco plantadas por su bisabuelo y seis plantadas por el propio Javi) corresponde a la comarca vitícola de Terres dels Alforins, amparada por la D. O. Valencia, la última gran zona vitícola española a la que llegó la filoxera. Y ya tenemos a nuestro amigo el tiempo jugando con sus cartas la baza ganadora, puesto que ese “retraso” en la llegada de la Daktulosphaira vitifoliae propició que Valencia duplicara el viñedo en menos de 20 años para abastecer de vino a otras zonas de España e incluso a Francia. El paisaje del valle de Montesa, un amplio corredor que une la meseta castellana con Valencia, se llenó de un viñedo que se expandió también por las las laderas de las montañas que rodean Fuente la Higuera, y ése es precisamente el terruño en el que se basa el proyecto de Javi, que huye de las viñas del propio valle para centrarse en las terrazas esculpidas por los viticultores a principios del pasado siglo, hoy colonizadas en buena parte por la naturaleza.
Micalet 2021
Comenzamos la cata con la representación, precisamente, de una parcela vieja, Pla de Micalet, plantada por el bisabuelo de Javi Revert entre 1948 (a pie franco) en su zona más alta y 1949 (con cepas injertadas sobre pie americano) en su zona más baja. “Estas viñas viejas trascienden las añadas; un año seco o cálido no afecta tanto como en otras parcelas”, nos explica Javi.
Se trata de un coupage de las uvas blancas que hay en esta viña: Malvasía Riojana, Merseguera, Tortosí, Trepadell Blanca, Palomino, Macabeo y Verdil, 100 % fermentado y criado en huevos de hormigón. Es, a mayores, la primera añada elaborada en bodega, ya que el proyecto comenzó en un garaje.
“Para mí las variedades son herramientas para mostrar el paraje.”
Javi Revert
El resultado es un vino de un perfil mineral con un toque de hinojo que en boca muestra un carácter vibrante, repleto de tensión, con muy buena acidez, notas salinas y, quizás, un cierto toque indómito que pide algunos meses extra de botella. Mientras viajamos con los ojos cerrados a esa parcela de orientación norte y entre 720 y 750 metros de altitud, donde las cepas viejas hunden sus raíces en suelos arenosos calcáreos con abundante carbonato cálcico buscando una humedad esquiva, la voz de Javi nos recuerda que “todo el proyecto consiste en recuperar los lugares”.
Micalet 2018
Viajamos en el tiempo tres añadas atrás sin movernos de esa parcela Pla de Micalet que Javi nos explica que ha sido crucial en su aprendizaje. “Comencé a elaborarla en 2015 vendimiando y vinificando cada variedad por separado, y la Tortosí, que es muy terpénica, lo marcó todo. Así que en 2016 vendimié todo junto, y la parcela cobró protagonismo. Repetí el proceso en 2017, pero la revelación se produjo en 2018”, nos aclara Revert. Y es que el joven enólogo valenciano nos reconoce que aquella añada le permitió aprender que “tener cepas plantadas con cinco portainjertos y ocho variedades da una enorme riqueza. 2018 fue una añada muy fría, con tormentas, granizo… Esperé mucho tiempo para vendimiar y me di cuenta de que las cepas plantadas a pie franco maduraban más tarde, mientras que las de pie americano tenían más vigor y maduraban antes”. Así que, desde entonces, Pla de Micalet se vendimia en dos tiempos. La parte baja, con portainjertos, va en primer lugar, mientras la parte alta, a pie franco, se recoge más tarde.
Además de la añada y la vendimia, también es diferente la elaboración, con crianza en barrica y damajuanas en lugar de en los huevos de hormigón.
“En los años fríos todo va más extremo. A mí me gusta más.”
Javi Revert
En Micalet 2018 encontramos un vino de un color más intenso. Su nariz sigue siendo mineral. En boca está más hecho, más amalgamado. Muestra mucha acidez, ese toque salino y un carácter fresco. Javi nos confiesa que aunque 2018 fue una añada excepcional, cree que 2021 está mejor interpretada, en buena parte por el aprendizaje que supuso aquel 18, lo que nos hace nuevamente pensar en cómo el tiempo juega siempre su baza ganadora sobre la voluntad del elaborador.
Sensal 2021
Sensal es el vino de acceso, un vino de villa en el que se mezclan variedades y viñas, jóvenes y viejas. Así, estamos ante un coupage de Arcos, Forcallat Tinta, Bonicaire, Monastrell y Garnacha (estas dos últimas procedentes de una selección masal de Casa Castillo), plantadas sobre suelos arenosos calizos. Las uvas, como en todos los tintos del proyecto, fermentaron parcialmente con raspón (entre un 70 % y un 100 %), y el vino se crió, durante 10 meses, en depósito de hormigón.
Estamos ante un vino que es una explosión de fruta roja, regaliz rojo, notas de monte… Hay un leve resto carbónico, pero es un vino serio, con estructura, una buena acidez… Una mezcla de juventud y veteranía que cobra una nueva dimensión cuando Javi comenta que “con este vino, quería representar las conversaciones con mi abuelo”.
Simeta 2021
Pasamos ahora al inicio de una interesante cata vertical que comienza con lo que en realidad es una muestra de un vino que se embotellará en el próximo enero. Sacado de la barrica de 600 litros en la que lleva apenas nueve meses, este varietal de Arcos procede de una parcela de una hectárea con orientación sur y suelos arenosos ferrosos con caliza. Javi nos explica que la Arcos es una uva de ciclo largo, con racimos sueltos, de piel fina pero con abundantes taninos; una variedad autóctona que guarda similitudes con la Nebbiolo.
Este vino vibrante, mineral y frutal, con un toque salino, ofrece una fantástica acidez y taninos domados… o en fase de domarse. Promete convertirse en un soberbio y elegante vino, aunque por ahora toca esperar un poco.
Mientras lo degustamos, pensando en lo redondo y fresco que promete ser, pensando en que se trata de una variedad de ciclo largo, no podemos dejar de darle vueltas a una idea que el viticultor e ingeniero agrónomo expone en un momento de la cata: “En el Mediterráneo tenemos la clave para compensar el cambio climático”. Desde luego, este Simeta parece saber algo al respecto.
Simeta 2020
La añada actualmente a la venta de Simeta es un vino más cálido, con una sensación un tanto alcohólica. Muy frutal, con muy buena estructura, es delicioso, pero creemos que 2021 tiene más potencial.
“Lo importante es lo que hagas en la viña a lo largo del año. Lo que hagas luego en bodega tiene menos trascendencia. Sólo hay que intentar no fastidiarlo.”
Javi Revert
Simeta 2018
En 2018, Javi comenzó a elaborar su Simeta con mucha más crianza (un año y medio en barricas de 300 litros). Cuando lo observamos en la copa, vemos un vino de capa más ligera con notas de eucalipto que en boca se revela mucho más fresco, directo, mineral… Es un vino tremendo que combina finura y estructura y que se encuentra en su momento óptimo. Quizás estemos ante el mejor vino de la cata… hasta ahora.
“En el Mediterráneo tenemos la clave para compensar el cambio climático.”
Javi Revert
Foradà 2021
Recién embotellado de la barrica para la ocasión, Foradà es la esencia del proyecto de Javi. Se trata de un viñedo joven plantado por Revert en una parcela de 2,5 hectáreas semi-abancalada en la que su abuelo tuvo Malvasía. El tiempo se encargó de borrar esas cepas del mapa y llenar el espacio de pinar y de arbustos, de ese bosque mediterráneo que coloniza la falda de la peña Foradà; una parcela de orientación norte que supera los 800 metros de altitud y que Javi plantó en 2018 siempre con la idea de hacer de ahí un gran vino “o al menos intentarlo”, como reconoce el viticultor. Cuatro años de trámites fueron necesarios para retroceder en el tiempo y devolver el viñedo a su lugar de origen.
Y el paraje se transforma en un vino de Arcos y Garnacha tremendamente fresco, liviano, vertical, frutal, de excelente acidez y taninos pulidos, con una omnipresente nota herbal, de monte bajo, flores silvestres… Es, sencillamente, un vino que te hace respirar paisaje y disfrutar paseándolo por cada recobeco de tu boca. Quienes tengan la suerte de hacerse con alguna botella de esta maravilla van a ser realmente afortunados.
“La viña vieja es solo un factor, junto con la orientación, el suelo, la variedad, la persona… Si eliminas un factor no te cargas el vino. Se puede hacer buen vino con una viña joven.”
Javi Revert
Micalet Velo en Flor. Saca de 2020
Y acabamos la cata de la mejor manera que se nos ocurre; con un experimento. Se trata de un vino de una solera de Micalet iniciada en 2016; concretamente de una saca de 2020, por lo que se mezclan cuatro añadas. De alguna forma, este vino criado bajo velo resume buena parte de la vida del proyecto de Javi Revert. Tiene carácter, como uno esperaría de cualquier solera, es cítrico, no hay rastro de esa acidez volátil tan habitual en las mezclas de añadas criadas bajo velo, sí hay complejidad… Pero, por encima de todo, este vino es una muestra de inquietud y de saber hacer, de ganas de jugar, de hambre de aprender, de interpretar la viña y, por supuesto, de dominar el tiempo.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Micalet 2021 | 12,5 % | – | ~21 euros |
Micalet 2018 | 12,5 % | 2.500 botellas | ~21 euros |
Sensal 2021 | 13 % | – | 20,80 euros |
Simeta 2021 (muestra de barrica) | 12,5 % | – | – |
Simeta 2020 | 14 % | – | ~31-36 euros |
Simeta 2018 | 13 % | – | ~31-36 euros |
Foradà 2021 (muestra de barrica) | 13,5 % | – | – |
Micalet Velo en Flor (saca de 2020) | – | – | – |