De elaborar graneles y vinos para el autoconsumo a copar las primeras posiciones de la lista Parker; en unos pocos años El Bierzo ha logrado reivindicar su equilibrado clima, su viñedo viejo, su viticultura de secano y la tipicidad de sus vinos elaborados con la tinta Mencía y la blanca Godello.
Pero la riqueza varietal de esta región va mucho más allá de esas uvas icónicas. El Bierzo es un auténtico jardín botánico en cuyos minifundios encontramos cepas de Palomino, Doña Blanca, Malvasía, Estaladiña, Merenzao, Gran Negro, Aramón y, por supuesto, nuestra protagonista en esta cata: la Garnacha Tintorera.
Conocida en la zona como Garnacha, a secas, o como Alicante, la Garnacha Tintorera o Alicante Bouschet (su nombre original) es un cruce entre las variedades Petit Bouschet y Garnacha creado por Henri Bouschet en 1855. A mayores, la Petit Bouschet había sido creada por su padre, Louis-Marie Bouschet, cruzando las variedades Teinturier du Cher y Aramón.
La principal peculiaridad de la Garnacha Tintorera es que, como su nombre sugiere, su pulpa está coloreada, ya que posee una gran concentración de antocianos, los polifenoles que aportan color al mosto y que en la inmensa mayoría de variedades se encuentran únicamente en la piel. Por este motivo, el mosto de esta uva es de un color especialmente intenso.

Esa cualidad y su buena adaptación al terruño del Bierzo propició que, tras la plaga de la filoxera, muchos viticultores plantaran cepas de Alicante salpicadas entre la Mencía. De hecho, en el viñedo viejo típico de la comarca lo extraño es encontrar parcelas monovarietales, mientras lo habitual es que el Palomino, el Godello, la Malvasía, la Doña Blanca y la Garnacha Tintorera convivan, en pequeñas proporciones, con la Mencía.
Los vinos monovarietales de Garnacha Tintorera en El Bierzo
Lo cierto es que hasta la aparición de la primera añada de La Prohibición (2006), de Bodegas Pittacum, ningún productor del Bierzo había comercializado un vino en el que la Garnacha Tintorera fuera la variedad dominante. Calificada de uva “rústica” y “difícil de elaborar”, la Alicante siempre había formado parte minoritaria del coupage con la Mencía, aportando color, estructura e incluso acidez, al ser su maduración más tardía.
A todo esto, antes de la añada 2018, los vinos tintos amparados por la D. O. Bierzo no podían emplear más que un 30 % de otras variedades que no fueran Mencía, por lo que los varietales de Garnacha Tintorera tan sólo podían certificarse con la I. G. P. Vino de la Tierra de Castilla y León, algo que afortunadamente se solucionó con una modificación del pliego de condiciones que permite que hoy varios de nuestros protagonistas luzcan en sus botellas la tirilla del Consejo Regulador de la D. O. Bierzo, mientras que otros se amparan aún en la mencionada I. G. P., e incluso algunos directamente carecen de certificación.

Para esta cata hemos reunido todos los monovarietales y varietales de Garnacha Tintorera elaborados en El Bierzo que conocemos. En los casos en los que ha sido posible, catamos las añadas actualmente a la venta. Hemos incluido también, no obstante, dos referencias que están fuera de stock e incluso un vino que aún no ha sido puesto en el mercado.
Por otro lado, tenemos noticias de la existencia de dos etiquetas más que nos ha sido imposible encontrar, incluso tras haber intentado contactar, sin éxito, con sus elaboradores. Con todo ello, creemos que la muestra es lo más completa y diversa posible y que nos permitirá averiguar si realmente hay una identidad varietal, una calidad y, en definitiva, un “hilo argumental” que dé sentido a estas elaboraciones.
Cata de las Garnachas Tintoreras del Bierzo
Tras la imprescindible sesión de fotos, vamos a catar los ocho monovarietales de Garnacha Tintorera a ciegas y sorteando el orden, acompañados de varios vitivinicultores de esta denominación de origen que nos ayudarán a encontrar interesantes matices de todos estos vinos.
Merayo Garnacha Tintorera Cepas Centenarias 2018
Comenzamos con este monovarietal de Bodegas y Viñedos Merayo elaborado con uvas procedentes de un viñedo centenario plantado en vaso sobre suelos pobres de pizarra descompuesta y arcilla a 650 metros de altitud. Fermenta parcialmente con raspón (30 %) en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada, y se le realizan bazuqueos (no remontados) durante 15 días. Hace la maloláctica en barricas de roble francés, para criarse posteriormente en barricas de 225 y 300 litros durante 12 meses antes de ser embotellado sin filtrar ni clarificar.
Se trata de un vino claramente varietal, con una nariz cálida en la que aparece fruta roja y negra, violetas, un toque licoroso, ebanistería y grafito. En boca ofrece buena intensidad, buena acidez, un tanino pulido y una madera muy bien integrada. A pesar de su buena intensidad y su elevado grado, logra un buen equilibrio y un trago amable.
Su uva está certificada, si bien el productor no ha incluido este vino en la D. O. porque, sencillamente, no lo necesita, ya que su pequeña producción, según nos comenta el propio elaborador, se vende sola. La verdad es que no nos extraña. Es un vino serio y a la vez fácil de beber que sale al mercado en un momento óptimo para su consumo.
La Prohibición Garnacha Tintorera 2018
Como comentábamos, La Prohibición, de Bodegas Pittacum, fue el pionero, y su nombre se debe a la imposibilidad de certificarse como vino de la D. O. Bierzo. De hecho, este 2018, que es la añada actualmente a la venta, luce orgulloso por primera vez la tirilla de la denominación de origen. En su primera añada (2006), mezclaba un 40 % de Mencía con un 60 % de Garnacha Tintorera, si bien hace ya tiempo que es monovarietal.
Se elabora con uvas procedentes de cepas centenarias plantadas en laderas, conducidas en vaso y cultivadas con cubierta vegetal. Las uvas, vendimiadas en cajas, fermentan en depósitos abiertos de pequeño formato con bazuqueos y ligeros remontados durante la fermentación, que dura 12 días a entre 24 y 25 ºC. Tras 15 días más de maceración, hace la maloláctica en barricas de roble francés, nuevas, de 600 litros, en las que permanecerá durante los más de dos años que dura su crianza.
Nuevamente, nos encontramos ante un vino que muestra con claridad la variedad, con una nariz limpia en la que predomina la fruta muy madura, casi compotada. La presencia de la madera es clara, pero no molesta. Se trata de madera de calidad, bien integrada, en un vino de taninos pulidos, casi sedosos. Hay buena intensidad, mucho equilibrio y una clara sensación de “saber hacer”, de que su elaborador tiene perfectamente dominada la variedad y ha hecho exactamente el vino que pretendía hacer, poniéndolo en el mercado en el momento adecuado.
Altos de Losada La Senda del Diablo 2017
Cuando catamos La Senda del Diablo 2017, las reacciones fueron unánimes. El monovarietal de Garnacha Tintorera de Losada Vinos de Finca es un vino impecable; desde un punto de vista meramente técnico, es el claro triunfador de la cata. Su nariz, muy fragante y frutal, nos ofrece unos definidos aromas a fruta negra madura, mientras que los aromas de la madera empleada durante su crianza se encuentran finamente integrados.
En boca es muy amable pero a la vez es serio, con taninos sedosos y un gran equilibrio que contribuye a lograr ese trago amable, sin altibajos.
Para elaborarlo se emplean uvas procedentes de un viñedo viejo de 3,5 hectáreas con suelos arcillosos que ha sido recuperado por la bodega. La vendimia se realiza por fases, buscando una maduración óptima. Las uvas se despalillan y se someten a un ligero estrujado para pasar a fermentar, con levaduras autóctonas, en depósito de acero inoxidable con remontados periódicos. Tras una maceración de 12 días, el vino se trasiega a barricas de roble francés de segundo y tercer año en las que hará la maloláctica y permanecerá durante 12 meses antes de clarificarse con gelatina natural y ser embotellado sin filtrado ni estabilización.
Jarabe Tintorera 2018
Con la Garnacha Tintorera de Almázcara Majara hubo unanimidad: es un vino delicioso, pero su perfil es el más alejado del resto de la cata. A la vista tiene menos capa que los anteriores, lo que, unido a su excelente acidez y su complejidad, nos sugiere que puede llevar un reseñable porcentaje de uva blanca, mientras su toque goloso nos invita a pensar que hay también una cantidad importante de Mencía en su elaboración.
En cualquier caso, este varietal de Alicante con 12 meses de crianza en barricas de roble francés es un vino fragante, fácil de beber, con buena intensidad, buena acidez, taninos domados y esa adictiva nota golosa que, por otra parte, es muy habitual en los tintos del Bierzo de 2018. Hay también unas agradables notas de evolución, pero en cualquier caso se encuentra en un momento de consumo óptimo.
No está amparado por la denominación de origen ni por la indicación geográfica protegida, y es uno de los vinos más asequibles de la cata, a pesar de que, en general, los vinos de esta bodega no suelen ser baratos, ya que sus responsables siguen una acertada política de poner en valor los productos de la región.
Cantariña 1 La Tintorera 2016
Cantariña Vinos de Familia nació, precisamente, a partir de esta referencia cuando los hermanos Ysart Álvarez de Toledo comprobaron que el arrendatario de una de sus parcelas había dejado sin vendimiar las cepas de Garnacha Tintorera que salpican la viña de La Cabaña de los Pinos, en el paraje de Las Gundiñas, en Villafranca del Bierzo.
Así, en 2015 elaboraron la primera añada de este varietal de Alicante Bouschet con un pequeño aporte de Gran Negro, Merenzao y Aramón, criado durante 12 meses en barricas usadas de roble francés de 225 y 500 litros, que sale al mercado no sin haber pasado al menos 36 meses más en botella.
Estamos, así, ante un vino nuevamente varietal, que se encuentra en su momento óptimo de consumo; frutal en nariz, con notas mentoladas, toques de violeta, flores silvestres, caramelo y un toque de laca. La madera está perfectamente integrada, y en boca muestra la seria estructura que aporta esta variedad, con taninos domados, a lo que se suma una acidez alta y un posgusto adictivo que hace imposible no repetir el trago de un vino cuyo precio, además, es una auténtica ganga para lo que ofrece.
Demencia GT 2019
Hasta el día de hoy, sólo ha habido en el mercado dos añadas del monovarietal de Garnacha Tintorera de Demencia (2017 y 2019), que en la actualidad se encuentra descatalogado. Aun así, su productor nos ha facilitado una botella de la colección de la bodega para que podamos completar el puzle que conforman los vinos del Bierzo elaborados con esta variedad.
Su origen se encuentra en el viñedo de La Fuente San Lázaro, en Villafranca del Bierzo, a 600 metros de altitud, plantado en 1905 mayoritariamente con cepas de Mencía salpicadas de Alicante Bouschet, cepas que son vendimiadas por separado en el momento óptimo de maduración y cuyas uvas fermentan, con raspón y bazuqueos, en un recipiente inerte abierto, tras lo cual el vino hace una crianza de cinco meses en barrica usada de roble francés. Fue embotellado sin filtrado ni estabilización, como es habitual en los vinos tintos de este productor.
En cuanto lo probamos nos damos cuenta de que es un vino con una enorme personalidad. Sigue siendo claramente varietal, pero tiene un toque transgresor, un aire indómito que nos sorprende en un vino que va camino de cumplir cuatro años. En nariz encontramos mucha fruta madura de indudable calidad, flores, toques de madera bien integrada y notas reductivas, mientras que en boca es nuevamente un vino frutal, con una buena acidez y taninos vivos que prometen mejorar con algo más de tiempo en la botella. Es un vino de buena intensidad y longitud, falto de equilibrio pero, en cualquier caso, otro ejemplo claramente varietal que muestra el enorme potencial de la Garnacha Tintorera y su capacidad para aportar diferentes matices de la mano de diferentes elaboradores que emplean diferentes técnicas.
Godelia Singulares Garnacha Tintorera 2019
Este monovarietal de Garnacha Tintorera de Godelia no está en el mercado; o no lo está aún, si bien su enóloga nos ha facilitado una muestra para contribuir a completar el puzle de las garnachas tintoreras bercianas.
Para elaborarlo, las uvas se despalillaron y fermentaron en dos barricas abiertas de 500 litros, y el vino resultante hizo la crianza en una barrica de roble francés de 400 litros durante 12 meses, antes de pasar a embotellarse y descansar durante casi tres años, esperando con paciencia a que sus taninos fueran puliéndose en la tranquilidad de la bodega.
Una vez más, nos encontramos ante un vino claramente varietal, con la madera bien integrada, que en nariz nos entrega aromas de fruta negra madura con notas compotadas, acompañados de aromas a flores como las violetas. Su boca es amable, tanto que inicialmente se muestra algo apagada, si bien aquí encontramos muchas de las cosas que nos gusta encontrar en un vino de calidad, como una buena acidez, taninos suaves y un toque licoroso en el posgusto.
Peique Garnacha Tintorera 2011
El último vino de la cata es también la añada más antigua que probaremos hoy, un vino que nace fruto de la inquietud de su elaborador por aprender un poco más sobre esta variedad y dar a conocer su potencial; una referencia que hoy se encuentra descatalogada, si bien algunas tiendas disponen de botellas sueltas, y la propia bodega nos ha facilitado un mágnum de su colección para que pudiéramos hacer la cata.
Las uvas de este monovarietal de Garnacha Tintorera proceden de viñedos propios de más de 80 años en los que crecen salpicadas entre las mayoritarias cepas de Mencía. En su propia etiqueta, Peique nos recuerda que la Alicante, “con su inusual pulpa de un rojo profundo, se usó tradicionalmente para intensificar el color de los vinos de esta comarca”.
Tras una crianza de 20 meses en barrica y casi tres años más en la botella, el vino se lanzó al mercado en 2017, y hoy nos encontramos con una nariz en la que la fruta madura, las flores y la madera comparten protagonismo con notas de evolución que nos llevan hacia los champiñones y el cuero.
Sus taninos perfectamente domados marcan el ritmo en una boca que conserva una razonablemente buena acidez y nos deja cierta sensación alcohólica tras un trago largo en el que todos los sabores se han amalgamado.
Nuevamente se trata de un vino varietal que, en este caso, deja muy presente el peso de la evolución que ha tenido en botella, una evolución muy positiva que nos hace pensar en el notable potencial de guarda de esta variedad.
Garnacha Tintorera: El Bierzo no es sólo Mencía
Tras catar los monovarietales de Garnacha Tintorera del Bierzo, llegamos a algunas conclusiones bastante positivas. La primera es que se trata, en general, de vinos de mucha calidad, con una clara identidad varietal; vinos con el potencial de satisfacer tanto a quienes simplemente buscan referencias de buena calidad como a quienes valoran la tipicidad de los vinos que, a cada trago, te recuerdan de dónde vienen, con qué uvas se han elaborado, cómo fue la añada y hasta qué pretendía hacer su elaborador cuando decidió el punto de maduración, despalillar o dejar los raspones, macerar más o menos, usar madera nueva, vieja, formatos grandes, crianzas largas…

Más allá de esa clara identidad y la gran calidad que hay detrás de estos vinos, todos muestran una buena estructura y salen al mercado ya con años, poniendo en evidencia que las variedades indómitas no existen cuando la paciencia y el saber hacer se dan la mano; siempre, por supuesto, partiendo de una materia prima de mucha calidad.
Esa materia prima tiene un gran peso en todos estos vinos que, a pesar de ser “serios”, ofrecen siempre un carácter frutal, acompañado, en general, de unas notas florales y, en ocasiones, toques minerales, dejando claro que la Alicante Bouschet es una variedad compleja, de enorme potencial.
Con todo ello, los monovarietales de Garnacha Tintorera se alejan claramente de los de Mencía, mucho más “fácil”, mucho más golosa y mucho más dispuesta a mostrar su cara más amable con mucho menos tiempo de crianza, incluso en esos casos en los que las mismas cepas viejas comparten la parcela, y su fruta es tratada por las mismas manos.
No cabe duda de que la Mencía es la uva icónica del Bierzo. En la vendimia de 2023, un 63,7 % de la uva calificada que entró en las bodegas de esta región correspondió a su variedad estrella, mientras que la Garnacha Tintorera supuso apenas un 0,4 % de la uva calificada, afectada también notablemente, todo hay que decirlo, por el mildiu.
Pero aunque su peso no es muy grande en el conjunto de los vinos del Bierzo, el reconocimiento de la denominación de origen, que ha “deslimitado” su uso, abre una puerta muy interesante para que otros elaboradores se sumen a la lista y contribuyan a hacer crecer la diversidad de los vinos de esta área vitivinícola, algo que solamente puede tener consecuencias positivas en una región que en unas pocas décadas ha pasado de elaborar graneles y vinos para el autoconsumo a copar las primeras posiciones de la lista Parker.
Los 8 vinos monovarietales de Garnacha Tintorera de El Bierzo

Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Merayo Garnacha Tintorera Cepas Centenarias 2018 | 14 % | 1.000 botellas de 75 cl | 24,95 – 39,95 euros |
La Prohibición Garnacha Tintorera 2018 | 14,5 % | 4.500 botellas de 75 cl | 22,41 – 29,04 euros |
Altos de Losada La Senda del Diablo 2017 | 14,5 % | 1.450 botellas de 75 cl | 39 euros |
Jarabe Tintorera 2018 | 13,5 % | 900 botellas de 75 cl | 22 euros |
Cantariña 1 La Tintorera 2016 | 12 % | 1.500 botellas de 75 cl | 15 euros |
Demencia GT 2019 | – | 240 botellas de 75 cl | Descatalogado |
Godelia Singulares Garnacha Tintorera 2019 | 14 % | ~530 botellas de 75 cl | Próximamente |
Peique Garnacha Tintorera 2011 | 14 % | – | 30,50 – 56 euros |
Hostal Restaurante Canadá: Un paraíso para los amantes del vino
Ubicado en la localidad de Toral de los Vados, en la comarca leonesa de El Bierzo, el Hostal Restaurante Canadá lleva prácticamente medio siglo ofreciendo comida y alojamiento a viajeros y trabajadores de la zona. José Potes y su hermana Pilar regentan hoy este negocio familiar cuya carta de vinos cuenta con la más amplia oferta de referencias del Bierzo, sin olvidar otras denominaciones de origen, incluidas algunas internacionales como Champagne.
Más allá de su soberbia carta de vinos y de una cocina en la que el producto de calidad tratado con respeto es el protagonista, el Hostal Restaurante Canadá ha acabado convirtiéndose en punto de encuentro de los enólogos y viticultores de la zona, y gracias a su desinteresada colaboración ha sido el lugar en el que hemos llevado a cabo esta cata a ciegas de varietales de Garnacha Tintorera del Bierzo.
Por cierto, si decides visitarlo, no dudes en preguntar por el pescado fresco que pueda haber fuera de carta y en comenzar tu comida con una copa de Godelola, el Godello elaborado con uvas de su propio viñedo.
