Gallipato 2021

Si hace unas semanas disfrutábamos de Tarabilla 2021, hoy es el turno del otro vino de pasto de la misma colección de la bodega sanluqueña Delgado Zuleta. La idea de ambas propuestas es idéntica: “aplicar las virtudes de la crianza biológica a variedades más expresivas y complejas [que el Palomino], dando lugar a vinos inéditos y sorprendentes”.

Así, mientras que Tarabilla se elabora íntegramente con uvas de la variedad Moscatel, para este Gallipato 2021 se seleccionan uvas de la variedad Pedro Ximénez procedentes de cepas viejas que, tras una fermentación convencional, se someten a una crianza biológica de seis meses bajo velo de flor en botas centenarias de roble americano retiradas de la solera de Manzanilla La Goya.

A diferencia de los vinos dulces naturales de Pedro Ximénez amparados por la denominación de origen Jerez-Xérès-Sherry, aquí no se somete la uva a un proceso de pasificación, no hay (apenas) azúcar residual, no se somete al vino a una crianza oxidativa, no hay fortificación ni tampoco se añaden otros vinos a la mezcla final.

Así que el resultado es completamente diferente a lo que, quien más, quien menos, esperaría de un vino elaborado con esta variedad. De entrada, en la copa muestra un sugerente color amarillo limón brillante. Su nariz nos lleva completamente rumbo al sur, a la manzanilla sanluqueña, con matices a flor de azahar, a los aromas propios de las levaduras del velo de flor, toques de miel y muy sutiles recuerdos de la madera vieja en la que ha experimentado su crianza biológica. En boca es un vino muy fino, suave pero con carácter, seco, con buena acidez, media intensidad, fantástico equilibrio y un trago más bien corto pero a la vez amable, con buen volumen y un irresistiblemente sutil toque salino.

Aplaudimos el trabajo de bodegas como Delgado Zuleta, al tiempo que nos entristece no encontrar en la etiqueta ninguna referencia directa a su lugar de origen, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) por esos sinsentidos burocráticos que para amparar un producto como la manzanilla sanluqueña desamparan otros como este fabuloso vino de pasto.

Gallipato 2021. Etiqueta trasera.
VinoAlcoholProducciónPrecio (75 cl)
Gallipato 202114,5 %12,05 euros

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Gallipato 2021: An original and delicious single-varietal Pedro Ximénez dry and unfortified

A few weeks ago we enjoyed Tarabilla 2021, and today it’s the turn of the other dry unfortified wine from the same collection from the winery Delgado Zuleta, located at Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). The idea of ​​both proposals is identical: “to apply the virtues of organic aging to more expressive and complex varieties [than Palomino], giving rise to unprecedented and surprising wines.”

Thus, while Tarabilla is made entirely with grapes from the Moscatel variety, for this Gallipato 2021 grapes from the Pedro Ximénez variety are selected from old vines that, after conventional fermentation, undergo biological aging for six months under a “velo de flor” layer of yeasts (like sherry wines) in century-old American oak barrels removed from the solera of Manzanilla La Goya.

Unlike the natural sweet Pedro Ximénez wines covered by the Jerez-Xérès-Sherry designation of origin, here the grapes are not subjected to a raisining process, there isn’t (barely) any residual sugar, the wine is not subjected to oxidative aging, there is no fortification nor are other wines added to the final blend.

Gallipato 2021. Corcho.

So the result is completely different from what yet everybody would expect from a wine made with this variety. At first, in the glass it shows a suggestive bright lemon yellow color. Its nose takes us completely south, to the Manzanilla wine from Sanlúcar, with nuances of orange blossom, to the aromas of the yeasts of the “velo de flor”, touches of honey and very subtle reminiscences of the old wood in which it has experienced its biological aging. In the palate it is a very fine wine, soft but with character, dry, with good acidity, medium intensity, fantastic balance and a rather short but at the same time friendly drink, with good volume and an irresistibly subtle salty touch.

We applaud the work of wineries like Delgado Zuleta, while it saddens us not to find on the label any direct reference to its place of origin, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) because of those bureaucratic nonsense that, in order to protect a product like Manzanilla from Sanlúcar de Barrameda, impairs others like this fabulous dry wine.

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