Tenemos simpatía por los vinos tintos con un pequeño aporte de uva blanca, un aporte que, entre otras cosas, supone una manera más sana y natural de añadir acidez a un vino tinto frente a la habitual dosis de polvitos de ácido tartárico. Por eso, cuando vimos que Ermita del Conde tenía una etiqueta llamada Tempranillo y Albillo, enseguida se despertó nuestra curiosidad.
Ermita del Conde Tempranillo y Albillo 2016 esta elaborado con uvas procedentes de viñas de entre 12 y 15 años de edad plantadas, a unos 1.000 metros de altitud, sobre suelos de roca caliza muy fragmentada. Las uvas (80 % Tempranillo y 20 % Albillo) maceran en frío durante 24 horas antes de pasar a fermentar con levaduras autóctonas y de forma conjunta en depósitos de acero inoxidable, donde también tiene lugar la conversión maloláctica. El vino tiene una crianza de 10 meses en barricas de roble francés (60 %) y americano (40 %).
De un bonito color cereza con halo violáceo, en nariz encontramos fruta roja madura, violetas y un toque de pimienta. Su boca es fresca, con una entrada directa que luego se abre, una buena acidez, un tanino presente pero domado, y un final largo. Es un perfecto ejemplo de lo bien que trabajan juntas las uvas tintas y las uvas blancas que, como en este caso, fermentan como tintas.
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We are fond of red wines with a small contribution of white grapes, a contribution that, among other things, is a healthier and more natural way of adding acidity to a red wine compared to the usual dose of tartaric acid powders. For this reason, when we saw that Ermita del Conde had a label called Tempranillo y Albillo, our curiosity was immediately aroused.
Ermita del Conde Tempranillo y Albillo 2016 is made with grapes from vineyards between 12 and 15 years old, planted, at about 1,000 meters of altitude, on very fragmented limestone soils. The grapes (80% Tempranillo and 20% Albillo) are cold macerated for 24 hours before fermenting (altogether) with native yeasts in stainless steel tanks, where the malolactic conversion also takes place. The wine is aged for 10 months in French (60%) and American (40%) oak barrels.
Of a beautiful cherry color with a violet rim, on the nose we find ripe red fruit, violets and a touch of pepper. Its palate is fresh, with a direct entry that then expands itself, a good acidity, a present but tamed tannin, and a long finish. It’s a perfect example of how well red grapes and white grapes work together, as in this case, ferment like red ones.