Ermita del Conde Tempranillo 2014

Viñedos en altura, en pequeños majuelos, con orientaciones y suelos muy diversos sobre los que crecen cepas de entre 60 y 110 años en el extremo oriental del valle del Duero son la base de los vinos de Ermita del Conde, una bodega que queda justo fuera de las lindes de la Denominación de Origen Ribera del Duero, lo que implica que sus vinos se etiqueten como Vinos de la Tierra de Castilla y León.
Ermita del Conde Tempranillo 2014 es, como su nombre indica, un monovarietal de “Tinta Fina”, un coupage de parcelas de los municipios de Arandilla, Brazacorta, Hinojar del Rey, Arauzo de Salce y Peñalba de Castro, con suelos mayoritariamente de arcillas con caliza, una altitud de en torno a 943 metros y orientación suroeste. Tras una vendimia manual y una vinificación convencional, con levaduras autóctonas, el vino hace una crianza de 14 meses en barricas de roble francés y foudres para descansar una buena temporada en la bodega antes de salir al mercado.
A la vista muestra un color cereza con halo carmesí. Su nariz nos entrega aromas de fresa compotada, toques herbales y una presencia tímida de la madera en forma de tabaco, tostados y vainilla. Su boca es muy amable, no muy intensa pero con una agradable acidez, taninos marcados pero domados y un posgusto largo y láctico.
Es un buen vino que quizá no ha conseguido emocionarnos como otras referencias de esta misma bodega, pero que ofrece una formidable relación entre calidad y precio, a la vez que permite conocer una zona vitícola parcialmente olvidada que triangula entre la Ribera del Duero burgalesa y la soriana.

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Viñedos en altura, en pequeños majuelos, con orientaciones y suelos muy diversos sobre los que crecen cepas de entre 60 y 110 años en el extremo oriental del valle del Duero son la base de los vinos de Ermita del Conde, una bodega que queda justo fuera de las lindes de la Denominación de Origen Ribera del Duero, lo que implica que sus vinos se etiqueten como Vinos de la Tierra de Castilla y León.
Ermita del Conde Tempranillo 2014 is, as its name suggests, a single-varietal of “Tinta Fina” (as the Tempranillo is known in the area), a blend of plots from the villages of Arandilla, Brazacorta, Hinojar del Rey, Arauzo de Salce and Peñalba de Castro, with soils mainly made of clay with limestone, an altitude of around 943 meters and southwest orientation. After a harvest by hand and conventional vinification, with indigenous yeasts, the wine is aged for 14 months in French oak barrels and foudres to rest for a large period in the winery before hitting the market.
It shows a cherry color with a crimson rim. Its nose gives us aromas of strawberry jam, herbal hints and a timid presence of wood in the way of tobacco, toasted aromas and vanilla. Its palate is very friendly, not very intense but with a pleasant acidity, marked but tamed tannins and a long, lactic aftertaste.
It’s a good wine that perhaps has not managed to excite us like other references of this same winery, but that offers a formidable quality and price ratio, at the same time that it allows us to know a partially forgotten wine-growing area that triangulates between the Ribera del Duero of Burgos and Soria.