En la localidad de Navahondilla, en la falda de la sierra de Gredos, se encuentra Fuentegalana, una finca con 15 hectáreas de viñedo rodeando la propia bodega, al estilo de los châteaux franceses.
El Soplón de Albillo Real 2018 es un monovarietal de Albillo Real elaborado con uvas de la propia finca procedentes de cepas muy jóvenes (tres a cuatro años) plantadas en espaldera a unos 720 metros de altitud sobre suelos de arenas de granito. La vendimia es manual, y las uvas se despalillan y se prensan tras haber macerado en frío con sus pieles. El mosto fermenta y se cría durante seis meses en una cuba de castaño antes de pasar a la botella.
Su color dorado nos llama la atención. La nariz es intensa, golosa, dominada por la fruta blanca madura (peras), flores, un claro recuerdo a uva moscatel, frutas tropicales y melocotón. En boca encontramos una buena acidez y una agradable sensación amarga, bastante untuosidad y un retronasal frutal y limpio.
No es, probablemente, ese vino blanco mineral que uno espera encontrar en la Sierra de Gredos, pero es una propuesta bien estructurada, frutal y deliciosa.
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Fuentegalana is located in Navahondilla, close to the Sierra de Gredos. It’s a farm with 15 hectares of vineyard surrounding the winery itself, as the style of the French châteaux.
El Soplón de Albillo Real 2018 is an Albillo Real single-varietal made with grapes from the farm itself from very young vines (three to four years old) planted on trellises 720 meters high on granite sand soils. The grapes are manual harvested, destemmed and pressed after having been cold macerated with their skins. The must is fermented and aged for six months in a chestnut vat before racked to the bottle.
Its golden color draws our attention. The nose is intense, sweet, dominated by ripe white fruit (pears), flowers, Muscat grapes, tropical fruits and peaches. In the palate we find good acidity and a pleasant bitter feeling, quite unctuous body and a fruity and clean aftertaste.
It’s not, probably, that mineral white wine that one expects to find in the Sierra de Gredos, but it’s a well-structured, fruity and delicious proposal.
