La historia de este vino comenzó a fraguarse hace un cuarto de siglo, cuando Nicola Thornton, a sus 21 años, “aterrizó” en Valladolid con una beca Erasmus y probó allí su primera copa de vino. Nicola, que estudiaba Comercio Internacional en la universidad de Liverpool, descubrió un mundo nuevo fascinante, y en ese mundo nuevo estaba Gildo.
Hermenegildo García “Gildo” tenía 76 años y 68 vendimias a sus espaldas cuando Nicola y él se conocieron en Toro. La que hoy es directora de la distribuidora internacional Spanish Palate encontró en Gildo a un abuelo adoptivo. Y es que, además de viticultor, Gildo era una enciclopedia abierta de la ciudad de Toro, de su arte y de su historia.
Para homenajear a este “abuelo adoptivo”, Nicola nos propone un monovarietal de Tinta de Toro elaborado con uvas procedentes de cinco diferentes parcelas de los municipios de Venialbo, Valdefinjas y Toro; cepas con entre 40 y 90 años plantadas sobre suelos arenosos, franco arenosos y arcillosos calcáreos, ubicadas a entre 700 y 800 metros de altitud, con bajísimos rendimientos de entre 900 y 2.500 kilos por hectárea.
Las uvas, vendimiadas a mano en cajas de 12 kilos, se encubaron y fermentaron en depósitos de hormigón. Y el vino resultante se crió en barricas nuevas y de segundo uso, de tostados ligeros y formatos dispares, a lo largo de 14 meses, durante los cuales se llevaron a cabo tres trasiegos.
Al servirlo en la copa encontramos un vino de color picota intenso con una capa glicérica brillante. En su nariz manda la fruta negra, con sutiles aromas de especias, notas balsámicas, toques de ebanistería y monte bajo. En boca nos recibe con una agradable acidez para pasar a ensancharse y mostrar unos taninos pulidos a lo largo de un trago elegante, complejo, balsámico y largo que va extinguiéndose de forma delicada, con buena intensidad, complejidad, fantástico equilibrio y con el alcohol bien integrado.
El Alma de Gildo es, en definitiva, un vino que cuenta maravillas de la calidad de la fruta con la que ha sido elaborado, del terruño del que proviene y del cuidado puesto en su elaboración; un fantástico embajador de los vinos de Toro y un gran homenaje a uno de sus viticultores.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
El Alma de Gildo 2020 | 14,9 % | 12.944 botellas de 75 cl | 50 euros |

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El Alma de Gildo 2020: A good Toro wine that contains a great story
The story of this wine began to take shape a quarter of a century ago, when Nicola Thornton “landed” in Valladolid with an Erasmus scholarship and tried her first glass of wine there. Nicola, who was a 21 years old student of International Business at Liverpool University, discovered a fascinating new world, and in that new world was Gildo.
Hermenegildo García “Gildo” was 76 years old and had 68 harvests under his belt when he and Nicola met in Toro. The one who is today director of the international distributor company Spanish Palate found an adoptive grandfather in Gildo. And, in addition to being a winegrower, Gildo was an open encyclopedia of the city of Toro, its art and its history.
To pay tribute to this “adoptive grandfather”, Nicola offers us a single-varietal Tinta de Toro made with grapes from five different plots in the municipalities of Venialbo, Valdefinjas and Toro; vines between 40 and 90 years old planted on sandy, sandy loam and calcareous clay soils, located at between 700 and 800 meters high, with very low yields of between 900 and 2,500 kilos per hectare.
The grapes, hand harvested in 12 kilo boxes, were vatted and fermented in concrete tanks. And the resulting wine was aged for 14 months in new and second-use barrels, with light toasts and different formats, during which three rackings were carried out.

When served in the glass we find a wine of intense cherry color with a bright glyceric layer. Black fruit rules the nose, with subtle aromas of spices, balsamic notes, touches of fine wood and scrubland. In the palate it welcomes us with a pleasant acidity that begins to widen and show polished tannins throughout an elegant, complex, balsamic and long drink that fades delicately, with good intensity, complexity, fantastic balance and with well-balanced alcohol.
El Alma de Gildo is, in short, a wine that boasts wonders about the quality of the fruit with which it has been made, the terroir from which it comes and the care put into its production; a fantastic ambassador for Toro wines and a great tribute to one of its winegrowers.
