Rioja tiene una asignatura pendiente con sus vinos blancos. No son en realidad escasos en términos absolutos, pero están eclipsados por los tintos. Por descontado, no estamos hablando de esos grandes blancos fermentados y criados en madera que todos conocemos y que nos encanta “redescubrir” siempre que tenemos ocasión, esos soberbios vinos que frecuentemente juegan la baza de una larga crianza. Nos referimos a los buenos vinos de gama media, que están en tienda por entre 12 y 18 euros, vinos que nos sirven tanto para chateo como para acompañar una comida sin venirse abajo, que ofrecen en una misma copa tipicidad, terruño, frescura, flores, fruta…
Dominio de Berzal Blanco Parcelas Viura 2020 es uno de esos vinos, un monovarietal de Viura de cepas de 50 años cuyo mosto fermenta durante 20 días a menos de 20 ºC en depósito ovoide de hormigón. Posteriormente, el vino se cría seis meses en el mismo “huevo” y se embotella sin filtrar y, ojo, sin adición de sulfitos.
De color amarillo pajizo, es un vino fresco, con una nariz muy expresiva en la que encontramos aromas a brioche, mantequilla e hinojo. Su boca es mineral, levemente anisada y con un adictivo toque amargo que hace que el posgusto sea más largo.

Dominio de Berzal Blanco Parcelas Garnacha Blanca 2020 es la segunda parte de la colección, un monovarietal de Garnacha Blanca procedente de cepas de bajo rendimiento cuyo mosto fermenta (durante 15 días a menos de 20 ºC) y se cría (durante cinco meses) en barricas de roble francés de 500 litros (dos usadas y uno nueva).
Con un aspecto en copa similar al de su compañero, en nariz es completamente diferente, con aromas de fósforo y cáscara de naranja, mientras que su boca, elegante y glicérica, acaba en un posgusto muy amable, siempre con la madera muy bien integrada, presente, pero en segundo plano.
Por volumen, estos dos vinos blancos son residuales en comparación con su Crianza y su Maceración Carbónica. Pero a nosotros nos encanta encontrar estas alternativas de calidad a los vinos blancos de batalla o a los a veces aburridos crianzas tintos de clase media.

Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Dominio de Berzal Blanco Parcelas Viura 2020 | 14 % | 1.900 botellas de 75 cl | 15 euros |
Dominio de Berzal Blanco Parcelas Garnacha Blanca 2020 | 14 % | 1.800 botellas de 75 cl | 15 euros |
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Dominio de Berzal Blanco Parcelas Viura 2020 & Dominio de Garnacha Blanca 2020: Rioja claims a place for white wines
Rioja has a pending issue with its white wines. They are not actually scarce in absolute terms, but they are dwarfed by the reds. Of course, we are not talking about those great whites fermented and aged in wood that we all know and that we love to “rediscover” whenever we have the opportunity, those superb wines that often play the trick of a long aging. We refer to the good mid-range wines, which are in the store for between 12 and 18 euros, wines that serve us both for sipping by the glass and to accompany a meal without collapsing, wines that offer typicity, terroir, freshness, flowers and fruits in the same glass.
Dominio de Berzal Blanco Parcelas Viura 2020 is one of those wines, a Viura single-varietal from 50-year-old vines whose must ferments for 20 days at less than 20ºC in ovoid concrete tanks. Subsequently, the wine is aged for six months in the same “egg” and bottled without filtering and, beware, without the addition of sulphites.
Straw yellow in color, it’s a fresh wine, with a very expressive nose in which we find aromas of brioche, butter and fennel. Its palate is mineral, slightly aniseed and with an addictive bitter touch that makes the aftertaste longer.

Dominio de Berzal Blanco Parcelas Garnacha Blanca 2020 is the second part of the collection, a single-varietal Grenache Blanc from low-yielding strains whose must ferments (for 15 days at less than 20ºC) and is aged (for five months) in 500 liter French oak barrels (two used and one new).
Quite similar than the Viura’s wine in the glass, on the nose it’s completely different, with aromas of phosphorus and orange peel, while its palate, elegant and glyceric, ends in a very pleasant aftertaste, always with the wood very well integrated, present, but in the background.
By production volume, these two white wines are meaningful compared to the Crianza and Maceración Carbónica from the same winery. But we love finding these quality alternatives to cheaper white wines or the sometimes boring middle-class red Crianzas.
