El primer vino Diamante nace en 1891 y se elabora con las uvas recogidas en la primera vendimia de Bodegas Franco-Españolas, una bodega fundada un año antes por el bordelés Frederick Anglade Saurat. En los años 70 y 80, Diamante era el blanco semiseco que reinaba en las barras de España. Ahora, Bodegas Franco Españolas, con Borja Eguizábal a la cabeza, le ha dado un giro a este clásico de la bodega y ha creado Diamante de Graciela, una pequeña joya perfecta tanto para maridar con quesos o foie como para acompañar los postres de una comida especial.
Diamante de Graciela 2017 es un monovarietal de Viura procedente de pequeñas parcelas situadas en Arenzana, Manjarrés, Hornos de Moncalvillo, Sojuela y Medrano, en la subzona de Rioja Alta, dentro de la denominación de origen Rioja; unos viñedos con orientación norte y una edad media de 80 años, plantados sobre suelo aluvial a una altitud media de 640 metros.
Tras una selección de racimos en el viñedo, las uvas son despalilladas y sometidas a una maceración pelicular de entre 24 y 48 horas. El mosto fermenta en barricas durante once días aproximadamente; tras este tiempo, la fermentación se para por frío, y el vino tiene una crianza de 24 meses sobre lías en barricas de roble francés y americano. Las lías son removidas cada once días, y los trasiegos tienen lugar cada seis meses.
Este vino, que solo se elabora cuando Rubén Provedo, enólogo de Bodegas Franco-Españolas, considera que la añada es muy buena o excelente, se muestra en copa de un color amarillo entre pajizo y limón con reflejos dorados. En nariz muestra fruta de hueso muy madura, orejones, miel, pomelo, notas ahumadas, de panadería y laca. En boca, destaca una muy buena acidez que contrarresta el dulzor aportado por el azúcar residual, en un trago complejo de buen volumen, intensidad y longitud. Un vino ligeramente dulce y equilibrado que une en un brindis tanto a los amantes del vino dulce como a los que no lo son tanto.
| Vino | Alcohol | Producción | Precio (375 ml) |
| Diamante de Graciela 2017 | 12 % | 5.085 botellas de 375 ml | 18 euros |
Hemos creado este espacio para ti
Si quieres que los lectores de Nos Vamos de Vinos accedan a la web de tu bodega, distribuidora, tienda, vinoteca, hotel rural… a través de un enlace con foto como éste, te sorprenderá lo económico que es.
🇬🇧
Diamante de Graciela 2017: A special wine with the expertise of a centenary winery
The first Diamante (Diamond) wine was born in 1891 and was made with grapes harvested in the first vintage of Bodegas Franco-Españolas, a winery founded a year earlier by the Bordeaux native Frederick Anglade Saurat. In the 70s and 80s, Diamante was the semi-dry white wine that ruled the bars of Spain. Now, Bodegas Franco Españolas, led by Borja Eguizábal, has given a twist to this classic of the winery and has created Diamante de Graciela, a little gem perfect both to pair with cheeses or foie gras and to accompany the desserts of a special meal.
Diamante de Graciela 2017 is a single-varietal Viura from small plots located in Arenzana, Manjarrés, Hornos de Moncalvillo, Sojuela, and Medrano, in the sub-zone of Rioja Alta, within the Rioja Designation of Origin; vineyards with a north orientation and an average age of 80 years, planted on alluvial soil at an average altitude of 640 meters.
After a selection of clusters in the vineyard, the grapes are destemmed and subjected to a skin maceration of between 24 and 48 hours. The must ferments in barrels for about eleven days; after this time, the fermentation is stopped by cold, and the wine is aged for 24 months on lees in barrels of French and American oak. The lees are stirred every eleven days, and rackings take place every six months.
This wine, which is only produced when Rubén Provedo, winemaker at Bodegas Franco-Españolas, considers that the vintage is very good or excellent, is presented in the glass with a color between straw and lemon with golden reflections. On the nose, it shows very ripe stone fruit, dried apricots, honey, grapefruit, smoky notes, bakery, and lacquer. In the palate, it highlights a very good acidity that counteracts the sweetness provided by residual sugar, in a complex, voluminous, intense, and long sip. It’s a slightly sweet and balanced wine that brings together both lovers of sweet wine and those who are not so much in a toast.
