Cinco tintos distintos para regalar… o que te regalen

Nuestra selección de vinos tintos para regalar es una oda a la enorme diversidad y calidad de la vitivinicultura de España. No hay prácticamente factores comunes entre las cinco propuestas que te presentamos, salvo que en todas ellas se representa a la perfección el terruño del que proceden, con una clara identidad varietal.

A partir de aquí, hay propuestas de diferentes estilos y niveles de precio, para que aciertes plenamente escogiendo un vino que se ajuste al perfil de la persona a la que quieres agasajar. Y, si tienes dudas y tu bolsillo lo soporta, ¿por qué no hacerte con el pack completo?

Mengoba Estaladiña 2021

Comenzamos con el vino más joven de los cinco propuestos. Mengoba Estaladiña 2021 es un monovarietal de (oh, sorpresa) Estaladiña procedente de la comarca leonesa del Bierzo, si bien entre los viticultores de la zona no hay un consenso claro identificando esta variedad ancestral, que no está amparada por el consejo regulador, por lo que este vino carece de certificación de origen, a diferencia de la mayoría de los vinos elaborados por su vitivinicultor, Grégory Pérez, que sí están amparados por la D. O. Bierzo.

Las uvas proceden de una viña de unos 30 años ubicada en la población de Cacabelos. Se vendimian a mano, se despalillan parcialmente y parte de la uva se pisa con raspón en un fermentador abierto para pasar posteriormente a un huevo de hormigón, donde se afinará durante varios meses en contacto con sus lías finas.

Nada más servirlo nos seduce por su color fresa traslúcido. En su nariz manda la fruta roja fresca (nada golosa), con una capa olfativa de violetas, notas herbales y sutiles aromas especiados como los de la pimienta negra. En boca es un vino fresco, muy fino, casi etéreo pero a la vez intenso, complejo, equilibrado, claramente frutal pero (insistimos) nada goloso, con una buena estructura y un toque… canalla, con una desbordante personalidad que no hace sino recordarnos a su vigneron. Se bebe solo.

• Es un tinto distinto por… Emplea una uva autóctona pero minoritaria. Se sale claramente del perfil habitual de los vinos del Bierzo.
• Regálalo a quien le guste… beber vinos de Borgoña o Beaujolais con crianza, o simplemente a quien le guste salirse de los clásicos Riojas y Riberas del Duero.    

Vetus 2018

Nacido en 2003, el proyecto vitivinícola de Bodegas Vetus se basa en buscar la expresividad de la Tinta de Toro sin la rusticidad tradicional de este clon zamorano del Tempranillo. El saber hacer del Grupo Artevino (con bodegas como Izadi, Orben o Finca Villacreces) ha sido clave para desarrollar una interesante familia de vinos de Toro en la que nuestro protagonista es el escalón intermedio entre Flor de Vetus (más joven y frutal) y Celsus, que responde a un perfil más clásico, en el que la crianza adquiere mayor peso.

Para elaborar Vetus 2018, se seleccionan determinadas parcelas de la finca que rodea la bodega. Las uvas se despalillan y someten a una fermentación tradicional, y el vino se cría en barricas nuevas de roble francés durante 12 meses.

El resultado es un vino elegante, claramente varietal, con un color rojo picota, aromas a fruta roja y negra y una boca intensa, en la que encontramos un toque goloso, recuerdos a regaliz y a monte bajo; un vino perfecto para maridar una comida seria e, incluso, acompañarnos en la sobremesa.

• Es un tinto distinto por… su elegancia y finura. El saber hacer que hay detrás de su elaboración se nota a cada trago.
• Regálalo a quien le guste… beber vinos clásicos de Rioja. Puede que le sorprenda, pero no estará demasiado lejos de su zona de confort. También es perfecto para ese amigo argentino enamorado de la uva Malbec.  

La Viña Escondida 2018

Bodegas Canopy es el sueño hecho realidad de dos amigos y enólogos, Alfonso Chacón y Belarmino Fernández, quienes en 2003 deciden unir fuerzas en un proyecto en el que la fidelidad al terruño y la mínima intervención en bodega son dos de sus pilares. Posteriormente, la también enóloga Belén Hita se suma al equipo de esta bodega que intenta embotellar el paisaje del toledano pueblo de Camarena, en las inmediaciones de la famosa Sierra de Gredos.

La Viña Escondida 2018 es un monovarietal de Garnacha procedente de cepas de 90 años plantadas sobre suelos graníticos en lo alto de una colina cultivadas de manera ecológica. Tras una selección en el propio viñedo, la uva se somete a una maceración prefermentativa en frío, se pisa en fermentadores abiertos, y el vino pasa a un foudre nuevo de roble francés de 2.000 litros en el que se produce la conversión maloláctica, tras la cual se trasiega a barricas usadas en las que hará una crianza que, sumando su estancia en el foudre, alcanza los 18 meses.

A la vista encontramos un vino de color cereza con capa ligera, mientras que en nariz hay una amalgama de fruta roja, violetas, toques ahumados y esas fantásticas notas minerales que nos traen a la mente el olor de las cerillas. En la boca es un vino que sorprende por su trago sedoso, taninos muy pulidos, buena intensidad y un toque licoroso.

• Es un tinto distinto por… su extraordinaria combinación de frescura y madurez, una pura antítesis que solo las mejores elaboraciones de esta privilegiada zona llevadas a cabo con fruta de cepas viejas sobre suelos graníticos son capaces de lograr.
• Regálalo a quien le guste… la Garnacha, ya sea de Gredos, de Aragón, de Cataluña, del Ródano, de Cerdeña, de Navarra, de Barossa Valley, de Hawks Bay, del Languedoc… Si realmente le apasiona la Garnacha, disfrutará enormemente con esta botella.   

Enate Merlot-Merlot 2017

Un auténtico icono entre los vinos del Somontano es este monovarietal de Merlot, un vino que demuestra que esta uva bordelesa de tintes azulados se adopta como un guante a este terruño prepirenaico y que, con la copa en la mano, permite entablar un fantástico y apasionado debate sobre las variedades autóctonas, el cambio climático, la filoxera, la conquista de Roma, los fenicios y cualquier episodio de la historia del vino mientras vaciamos copa a copa la botella bordelesa de esta tremenda obra de arte líquida.

Para elaborarlo, las uvas, despalilladas y estrujadas, fermentaron en depósito de acero inoxidable con control de temperatura (a 28 ºC) donde el mosto permaneció durante un mes. Posteriormente, el vino se trasegó a barricas nuevas de roble francés en las que se llevó a cabo la conversión maloláctica, seguida de una crianza de 15 meses en barricas.

Se trata de un vino de color picota con capa profunda y una nariz en la que la fruta roja madura se combina con leves toques de flores silvestres, especiados, balsámicos, recuerdo a cacao y a torrefactos. Su boca es sencillamente deliciosa, seria, adictiva y carnosa, con taninos dulces, una gran estructura, fantástica acidez, la intensidad perfecta y ese trago largo y envolvente que solamente encuentras en los grandes tintos, sean de donde sean.

• Es un tinto distinto por… Cuando piensas rápidamente en un gran vino, es poco probable que un Somontano sea lo primero que te venga a la mente, salvo que estés muy acostumbrado a esta denominación de origen. Pero eso es precisamente lo que es: un gran vino.
• Regálalo a quien le guste… beber bien, maridar una buena carne, un guiso o sí, también un buen pescado, ¿por qué no? Regálaselo a quien quieras porque es un acierto casi seguro.

Beronia 198 Barricas 2015

Quizás el menos distinto de los “tintos distintos” sea este fantástico Reserva de Rioja que prueba que una gran producción no tiene por qué estar reñida con una gran calidad.

Se trata además del único vino no monovarietal (al menos, sobre el papel) de esta selección, ya que aunque la uva Tempranillo es la auténtica protagonista (es el 92 % de la mezcla), el coupage se completa con un 5 % de Garnacha y un 3 % de Mazuelo que aportan, respectivamente, toques extra de fruta y acidez. Tras varios días de maceración prefermentativa en frío, las uvas, despalilladas y estrujadas, fermentan a menos de 26 ºC con remontados periódicos. Posteriormente, el vino hará una crianza de nada menos que dos años completos en barricas mixtas, con duelas de roble americano y fondos de roble francés, seguida de, al menos, otros 24 meses en botella.

Cuando lo catamos nos encontramos con un viejo conocido del que hemos catado ya varias añadas; un vino de color picota oscuro y capa alta en cuya nariz mandan la fruta negra madura y los recuerdos a tabaco, violetas, regaliz, caramelo y especias como la pimienta negra. Pero es al dar el primer trago cuando todo cobra sentido, cuando el vino se desliza por tu lengua y por los recovecos de tu cavidad bucal con sus taninos extremadamente sedosos, su buen volumen, su fantástica acidez, su agradable intensidad y una complejidad que invita a casi “enjuagarte” con el vino buscando diferentes sensaciones en las distintas zonas de la lengua y en el paladar.   

• Es un tinto distinto por… su finura. Si alguna vez te has sentido desengañado por un Rioja mediocre, por uno de esos crianzas de barra de bar cutre o por un reserva barato de estante de supermercado, con este pedazo de Reserva recuperarás la fe en los vinos finos de Rioja.
• Regálalo a quien le guste… el clasicismo. Es un acierto seguro. También puedes esgrimir el argumento de la búsqueda de la sostenibilidad; una de las claves de todas las bodegas de González Byass y muy especialmente de la nueva bodega de Beronia.