Inaugurado hace escasos meses en la madrileña calle de Ibiza, Caiño es algo más que un bar; es una nueva propuesta para los amantes del vino de la capital y para quienes aspiran a serlo. Dirigido por la enóloga Lucía Araque, Caiño abre sus puertas tanto a los más experimentados entusiastas del vino como a quienes simplemente tienen curiosidad por descubrir este apasionante mundo. Pero, por encima de todo, Caiño es un lugar en el que todo está pensado para que sus visitantes disfruten, se enganchen y repitan.
Lucía nos recibe con una copa del primer vino que ha seleccionado para sorprendernos, Miranius 2022, un monovarietal de Xarello ecológico del Penedés cultivado en secano y vendimiado a mano; un vino descaradamente mineral, con aromas a manzana que comparten protagonismo con sensaciones cítricas y mentoladas. Sea cual sea tu perfil, Miranius es, en realidad, una baza ganadora, ya que desborda calidad por los cuatro costados. Su boca fresca y su marcada acidez ponen a punto nuestro paladar para comenzar a disfrutar de una cata maridada con algunos de los pinchos que ofrece este nuevo espacio, como la clásica gilda de aceituna, anchoa y piparra.
Caiño es una de las siete propuestas gastronómicas de Bulbiza
Mientras disfrutamos de este vino de bienvenida, Laura García, del equipo de comunicación de Bulbiza, nos cuenta que Caiño es en realidad una de las seis propuestas gastronómicas puestas en marcha por el grupo Bulbiza que, como su nombre sugiere, desarrolla su actividad en el madrileño bulevar de Ibiza. Cada local tiene su propia personalidad, y la idea es convertir esta icónica calle en “El destino gastronómico en Madrid con propuestas para todos los gustos”.
Mientras disfrutamos del segundo vino de la tarde, Brézé Clos De Midi 2021 –un monovarietal de Chenin Blanc del Loira elaborado por Arnaud Lambert–, conoceremos a Carlos García, responsable de la propuesta gastronómica de Caiño, quien nos invitará a probar una espectacular ensaladilla a base de papas aliñás, huevo, aceituna, bonito, piparras, cebolleta y, por supuesto, mahonesa; elaborada en el día y sin pasar por frío.
La Chenin de Lambert es otro caballo ganador; un vino ecológico de poca intervención, marcadamente cítrico, que no oculta el carácter frutal de la variedad. Nuevamente, Lucía ha elegido un vino amable, de buena intensidad y buen volumen, que hace buenas migas con la ensaladilla.
Vinos por copas, por botellas, con pinchos, en catas temáticas… Tú eliges
En realidad, nosotros estamos disfrutando una versión un tanto personalizada de la propuesta estrella de Caiño: las catas maridadas que, bajo el nombre Cata y moja, se llevan a cabo cada sábado, a las siete de la tarde. Los miércoles hay también cata, pero sin maridaje.
Ahora bien; si quieres conocer el local, lo mejor es acercarte y probar alguna de las 15 referencias por copas que encontrarás en la pizarra y que varían periódicamente (si preguntas, seguramente haya alguna más) o descorchar cualquiera de las 120 referencias que forman su carta de vinos por botellas; una carta de gran diversidad donde, aunque las distintas regiones españolas sean las protagonistas, encontrarás abundantes vinos de Italia, Francia e incluso algunas etiquetas del Nuevo Mundo. Además, para estar seguro de que encontrarás sitio, puedes reservar tanto una mesa como un lugar en su barra.
Y es que Caiño no es un local grande, algo que redunda en su encanto y permite un trato más directo con el cliente. Así que si quieres asegurarte un sitio en este semisótano con menos de 40 plazas, te recomendamos que reserves.
Los vinos tintos de nuestra cata en Caiño
Con el tercer vino de la cata continuamos en el Loira, continuamos con los monovarietales pero saltamos a los tintos. Avis de Vin Fort 2021 es un vino natural de Cabernet Franc elaborado por Catherine & Pierre Breton. Su capa ligera sugiere una baja extracción, mientras su nariz ofrece inicialmente aromas de fruta roja y especias a los que, a medida que el vino se abre, se añaden notas de pimiento verde y monte bajo. Es un vino ligero pero sorprendentemente estructurado, y esa combinación de frescura y taninos pulidos aunque con toques secantes nos resulta tremendamente atractiva.
Junto al vino escogido por Lucía, Carlos nos presenta La Repolla, una tortilla de patata y cebolla suavizada con un toque de repollo cocido que es una auténtica delicia.
Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos al cuarto vino de la tarde: La Inflexión 2022. Con él saltamos al sur y abandonamos los monovarietales, pero no dejamos ese leitmotiv de frescura y mínima intervención que nos ha acompañado hasta ahora. Elaborado por Raúl Moreno en Jerez, se trata de un coupage a partes de Pinot Noir y Syrah cultivadas sobre suelos de albariza que ha sido elaborado en ánfora. Es, como hemos dicho, un vino fresco, con la nariz comandada por la fruta roja y una clara presencia de aromas volátiles que en boca nos recibe con una sorprendente acidez, sensaciones herbales y taninos secantes a pesar de que no es un vino muy estructurado.
No es una propuesta fácil, si bien a nosotros nos encanta por su autenticidad y por lograr esa frescura en una zona cálida, y tras él degustaremos la hamburguesa Caiño, de la cual lo único que podemos decir es que es un imprescindible para quienes disfruten la carne.
Cerramos la velada con Matas Altas 2022, de Bodegas Cerrón, uno de los mejores elaboradores de Jumilla que acaricia nuestros paladares con este monovarietal de Monastrell procedente de cepas plantadas a pie franco sobre suelos calizos y cultivadas en biodinámico.
Como es habitual en las elaboraciones de este productor, encontramos un vino impecable, muy fino, con una buena acidez, cuya capa baja no nos impide disfrutar de un trago intenso, complejo, equilibrado y de buena longitud, con toques herbales, una nota mineral, cierta sensación alcohólica que se atenuaría si lo refrescáramos ligeramente y un marcado final lácteo.
Y de este modo, casi sin darnos cuenta, hemos disfrutado de un viaje sensorial por el mundo de los vinos más auténticos a través de una selección de elaboraciones en las que la buena fruta, las características varietales y la calidad que aporta la viticultura más respetuosa consiguen hermanar propuestas diversas con un factor común: un alto nivel de disfrute, que es lo que Caiño pretende ofrecer a quienes crucen las puertas de esta nueva propuesta de la madrileña calle de Ibiza.
Caiño no es sólo un bar de vinos
La propuesta gastronómica de Caiño trasciende el simple picoteo con una carta de temporada que consta de ibéricos, mortadela italiana, empanada gallega recién horneada, gildas, croquetas de calamares en su tinta o de ropavieja, tomate de Aranjuez, ensaladilla, zanahoria escabechada y piparras, tortilla “La Repolla”, hamburguesa, milanesa de entrecot, gambones al ajillo, patatas fritas con huevo roto, quesos, flan casero y pan con chocolate.
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