Todo en Buezo 1928 es especial, todo está cuidado hasta el mínimo detalle, desde el retrato de Bernardo Buezo que ilustra la etiqueta, dibujado a boli Bic por María López, hermana del enólogo de Buezo Fernando López, hasta el pequeño cartón que acompaña la botella donde el esbozo de una cepa vieja espera compartir protagonismo con el corcho del vino que vas a disfrutar. Cada pequeño detalle de su presentación está pensado y cuidado como está cuidado cada proceso en la elaboración del vino más especial de esta bodega burgalesa.

Conocemos Buezo 1928 en la presentación que la bodega ha organizado en el restaurante Velascoabellà, en Madrid; un almuerzo durante el cual el vino nos muestra que sus posibilidades de maridaje son casi infinitas acompañando todos los platos de la comida sin venirse abajo en ninguno, aunque hemos de reconocer que los escabeches no son su mejor aliado.
Abel Buezo –propietario de la bodega–, Miguel Corral –director comercial– y Fernando López –su enólogo– son nuestros anfitriones y los encargados de desvelarnos los secretos de la elaboración de este vino que nace bajo la denominación de origen Arlanza.
Las uvas con las que se elabora Buezo 1928 proceden de dos pequeños majuelos de viñedo centenario que juntos rondan las 1,5 hectáreas. Las cepas están plantadas sobre suelos calcáreos con zonas graníticas, con una orientación norte-sur y una altitud de 900 metros.

Este coupage de viña o, más bien, de viñas, al ser dos majuelos, está compuesto por Tempranillo, Garnacha Tintorera, Mencía, Albillo Real, Albillo Mayor, Viura y alguna otra variedad que la bodega todavía no ha identificado. Tras una selección manual de los racimos en el viñedo seguida de otra de bayas en la mesa de selección de la bodega, las uvas, una parte con raspón y la otra despalillada, tienen una maceración prefermentativa en barricas nuevas de vinificación integral de roble francés de 400 litros sin tostar, donde también tiene lugar la fermentación alcohólica con levaduras autóctonas. La conversión maloláctica se lleva a cabo en barricas nuevas de roble francés de 225 litros, y el vino tiene una crianza de alrededor de 22 meses en barricas de roble francés de 225 litros tanto nuevas como de dos y tres usos. La adición de sulfuroso es mínima; sólo se utiliza una pequeña cantidad antes del embotellado, y el vino tiene una larga crianza en botella antes de salir a la venta.

¿Qué nos encontramos al servirnos una copa de Buezo 1928? La verdad es que muchas cosas, pero, sobre todo, un gran vino. En copa nos muestra un color rojo picota de capa alta en donde los ocres quieren empezar a conquistar su halo. En nariz es un vino complejo, con un montón de matices que arropan los aromas de una fruta negra y roja madura que comparten el protagonismo con el regaliz, pero también encontramos monte bajo, especias y un fondo balsámico con la madera muy bien integrada en forma de vainilla y café. En boca es donde este vino muestra todo el cuidado y el cariño puesto en su elaboración, con una muy buena acidez y un tanino sedoso en un trago con una entrada de boca afilada que luego se va ensanchando; un trago complejo, estructurado y largo con una nota mineral y un recuerdo a guindas en aguardiente que se desvanece lentamente en la boca mientras piensas en 1928, el año en que se vieron las primeras imágenes de Mickey Mouse, García Lorca publicó su Romancero Gitano y Fleming descubrió el efecto antibiótico de la penicilina. Pero también 1928 fue el año de nacimiento de Bernardo Buezo, padre de Abel, y la persona a la que está dedicada el vino más especial de bodegas Buezo.
Vino | Alcohol | Producción | Precio |
Buezo 1928 2009 | 14,5 % | 400 botellas de 75 cl | 180 euros |