Bodegas Emilio Moro lleva enamorada del Bierzo desde 2013, cuando, buscando la combinación de uva blanca y terruño para completar su gama de vinos de la Ribera del Duero, encontraron el Godello del Bierzo. En ese momento comenzó la búsqueda de viñedos y parcelas hasta conseguir las 64 hectáreas de viña que la bodega posee en la actualidad. Hoy, 11 años después de ese primer contacto, asistimos a la inauguración de la bodega de Emilio Moro en El Bierzo.
El periodista Javier Pérez Andrés fue el maestro de ceremonias y el encargado de moderar el coloquio entre Javier Moro (presidente del grupo), Patricia Moro (directora general), Rubi Moro (a cargo del departamento de Administración) y Héctor Medina Moro, director de Marketing de Bodegas Emilio Moro. En este coloquio, conocimos de primera mano el porqué de su apuesta por El Bierzo y el Godello, que en palabras de Patricia es “una variedad muy especial que nos hizo comprender que, si elaborábamos vinos blancos, tenía que ser con ella. Y así lo hemos hecho”.
Tras el coloquio fue Álvaro Maestro, enólogo de la bodega, quien dirigió una pequeña cata de los tres vinos, Polvorete, El Zarzal y La Revelía, que disfrutamos durante la velada acompañados de los bocados que el restaurante La Tronera preparó para la ocasión.
A la inauguración también asistieron el alcalde de Ponferrada, Marco Antonio Morala, Gerardo Álvarez Courel (presidente de la Diputación de León) y Eduardo Diego Pinedo (delegado Territorial de la Junta de Castilla y León en León), así como Adelino Pérez (presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo) y Consuelo Ysart, presidenta de Bierzo Enoturismo.
Descubrimos cómo es la nueva bodega de Emilio Moro en El Bierzo
Tuvimos la suerte de visitar las instalaciones de la bodega de la mano de Héctor Medina y Jorge Gallego, el responsable de la bodega berciana. Lo primero que nos llamó la atención fue la cantidad de tierra que se ha movido detrás de la bodega con el fin de tener espacio suficiente para maniobrar durante la vendimia, ya que es aquí donde se descarga la uva y donde se encuentra la gran prensa neumática con la que trabaja la bodega.
Detalle de la tienda y wine bar, la prensa situada en la parte trasera de la bodega y detalle del logo de Bodegas Emilio Moro.
Ya dentro de las instalaciones, nos encontramos con los depósitos de acero inoxidable donde se lleva a cabo la fermentación de los tres vinos que elabora la bodega, proceso que se realiza a una temperatura controlada de alrededor de 15 ºC. También pudimos ver los foudres y barricas donde tiene lugar la crianza de estos vinos.
Además del origen de las uvas, la diferencia entre los tres vinos que la bodega Emilio Moro elabora en El Bierzo se encuentra en la crianza. Mientras que Polvorete tiene cuatro meses de crianza sobre lías en los depósitos de acero inoxidable, El Zarzal pasa ocho meses sobre lías en foudres de 2.500 litros, y La Revelía se cría durante diez meses sobre lías en barricas de 500 litros de roble francés, nuevas y de hasta cuatro usos.
Actualmente, la producción de la bodega berciana es de unas 300.000 botellas, repartidas de la siguiente manera: Polvorete, con 200.000 botellas; El Zarzal, con 70.000 botellas, y La Revelía, con 30.000 botellas.
El Perdigón: La finca que enamoró a Bodegas Emilio Moro
La mayoría del viñedo que posee la bodega en El Bierzo se encuentra en la localidad de Ponferrada y la limítrofe Molinaseca. Además, la bodega posee 27 hectáreas de viña en Villafranca del Bierzo, más concretamente en el paraje Valdetruchas, de las cuales 11 hectáreas están dedicadas a la variedad Godello.
Con motivo de la fiesta de inauguración, disfrutamos de un pícnic en la finca El Perdigón, uno de los viñedos que la bodega ha plantado en Ponferrada. Este viñedo, situado en el límite entre la capital del Bierzo y Molinaseca, toma su nombre del paraje en el que se encuentra. La finca El Perdigón abarca 12 hectáreas plantadas en laderas con todas las exposiciones excepto la sur.
Esta finca, con suelos arcillosos que anteriormente estaban dedicados al cultivo de almendros, comenzó a ser plantada en 2018. Se trata de una viña en espaldera con cubierta vegetal, que tiene un marco de plantación de 3 por 1,10 metros, y cuyas cepas siguen un sistema de poda guyot simple. El clon utilizado para la plantación de este viñedo procede de una selección masal de una viña de Godello viejo situada en la berciana población de Arganza.
Las uvas de esta finca van a los tres vinos que la bodega elabora en El Bierzo. Con las que crecen en la parte más baja se elabora Polvorete, las del medio de la ladera y las que se encuentran arriba del todo, en una pequeña meseta, se incluyen en la mezcla de El Zarzal, mientras que las de la parte alta de la ladera se utilizan en la elaboración de La Revelía.
También en el municipio de Ponferrada, en la pedanía de San Lorenzo, en el paraje La Lanza, se encuentra otro de los grandes viñedos de Godello de Emilio Moro; una viña de 15 hectáreas que la bodega plantó en 2020.
Sin duda, disfrutar de una comida berciana en ese entorno tan especial como la finca El Perdigón proporciona una experiencia que habla por sí sola sobre por qué la Bodega Emilio Moro se enamoró del Bierzo y de su uva blanca más popular, el Godello; una combinación infalible que augura un futuro lleno de éxitos.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Polvorete 2023 | 13,5 % | 200.000 botellas de 75 cl. | 10,30 euros |
El Zarzal 2022 | 12,5 % | 70.000 botellas de 75 cl. | 16,50 euros |
La Rebeldía 2021 | 13,5 % | 30.000 botellas de 75 cl. | 28,90 euros |
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