Llegamos al aeropuerto de Bilbao en uno de esos días en los que el cielo gris anuncia una lluvia que se resiste a caer. Allí nos espera Maider Zalduondo, responsable de comunicación y vicepresidenta de la denominación de origen Bizkaiko Txakolina. Lo hace con una sonrisa en la cara y con el paraguas en el coche por si acaso la lluvia decide premiarnos con su presencia.
Las bodegas integradas en el paisaje de Bizkaiko Txakolina
Nos dirigimos hacia la reserva natural de Urdaibai. Allí se encuentra la primera de las bodegas que vamos a ver durante nuestro viaje por el universo del txakoli de Vizcaya, un viaje lleno de vinos y de paisajes, de arquitectura moderna y de tradición, un viaje que empieza en Itsasmendi, una de las bodegas más grandes de la denominación de origen, que tiene al frente a Garikoitz Ríos (Gari), desde hace unos meses presidente de la denominación de origen Bizkaiko Txakolina.
Gari nos recibe con una copa de su txakoli Itsasmendi Ados, una de las múltiples referencias que elabora, en una moderna bodega que, en palabras del propio elaborador, “pretende representar el suelo del que emerge”.
Esta es una constante que nos encontramos durante nuestro viaje: modernas bodegas con grandes ventanales en los que la arquitectura tiene un papel fundamental, un patrón que se reproduce en las bodegas Berez Galanta y Talleri Berria, que también conoceremos en este viaje.
Sin embargo, Bodega Berroja, otra de las instalaciones que visitamos durante nuestra estancia, no se encuentra en un edificio moderno, pero los grandes ventanales que se abren hacia el viñedo son parte fundamental de su zona social.
También es llamativo el caso de la moderna bodega de Gorka Izaguirre, que comparte ladera con los restaurantes Eneko y Azurmendi, regentados por el prestigioso cocinero Eneko Hacha. En las instalaciones de Gorka Izaguirre, Jose Ramón Calvo (Joserra), director técnico, además de elaborar los seis vinos que forman la gama de esta bodega, elabora vinos de pequeños productores de la zona como es el caso de Txakoli Munateberri o Txakoli Garena, dos de los 14 productores de uva que, junto con 38 bodegas, forman la denominación de origen Bizkaiko Txakolina.
Nos cuenta Iñaki Suárez, responsable del área técnica de la D. O. y otro de nuestros anfitriones, que de las 38 bodegas que forman la denominación se pueden considerar más o menos grandes cuatro de ellas, mientras que hay 16 bodegas medianas, y el resto son pequeñas bodegas, muchas de ellas familiares.
El viñedo y las variedades de Bizkaiko Txakolina
Bajo el amparo de la denominación de origen Bizkaiko Txakolina se encuentran adscritas 400 hectáreas de viñedo, plantadas a una altitud que va desde prácticamente el nivel del mar a los 300 metros de altitud.
La mayoría del viñedo se localiza en las comarca de Uribe y Urdaibai, pero también lo podemos encontrar en zonas como Las Encartaciones, El Duranguesado, Orduña y Lea Artibai.
Nos cuenta Gari, mientras nos movemos por algunos de los diecisiete puntos que la bodega tiene preparados para catar sus vinos, que todo su viñedo lo plantaron ellos en terrenos alquilados con largos contratos de arrendamiento. Y esta es una de las peculiaridades del viñedo de Bizkaiko Txakolina que más han llamado nuestra atención: en bastantes casos, las viñas son de la bodega, pero no así los terrenos donde están plantadas, una situación en la que también se encuentran las 18 hectáreas de viñedo de la moderna bodega Talleri Berria.
Por otra parte, estamos ante una denominación de origen que cuenta con una uva autóctona que es la auténtica reina, la Hondarrabi Zuri, aunque también son consideradas variedades principales la Hondarrabi Zuri Zerratia (conocida en otros lugares como Petit Courbu) y la Hondarrabi Beltza. Estas tres variedades autóctonas, dos blancas y una tinta, permiten diferenciar el txakoli del resto de los vinos del mundo.
A diferencia de otras denominaciones, el uso de variedades autorizadas no está limitado en porcentaje en los vinos. Su limitación está en el viñedo, ya que las blancas autorizadas Izkiriota (conocida también como Gros Manseng), Izkiriota Ttipia (Petit Manseng), Sauvignon Blanc, Lore Makala (Riesling) y Chardonnay, no pueden superar, en su conjunto, el 20 % de la superficie del viñedo con el que cada bodega elabora sus vinos blancos amparados por la denominación de origen.
Por otra parte, las variedades tintas autorizadas Berdexarie (Cabernet Franc) y Piñu Baltza (Pinot Noir) carecen de cualquier tipo de limitación para la elaboración de vinos tintos y rosados.
Finalmente, la variedad autóctona blanca autorizada Mune Mahatsa (Folle Blanche) no puede superar el 20 % de la superficie del viñedo inscrito en la denominación de origen con el que trabaja la bodega.
Con todo ello, el consejo regulador quiere fomentar la plantación de las variedades autóctonas, limitando la superficie de cultivo de las otras variedades.
Así son los diferentes vinos de Bizkaiko Txakolina
Dentro de los vinos de la denominación de origen Bizkaiko Txakolina existen diversas categorías. Durante nuestra estancia, probamos vinos de todas ellas para así hacernos una idea de lo que podemos esperar de los vinos amparados bajo su paraguas.
Txakoli blanco
Es la categoría donde se encuentran la mayoría de la producción de vino amparado por la denominación de origen. En ella hay vinos jóvenes elaborados fundamentalmente con Hondarrabi Zuri y Hondarrabi Zuri Zerratia. Normalmente son vinos con una nariz en la cual encontramos flores, fruta blanca y cítricos. En boca suelen tener una acidez bastante alta y un trago fácil y fresco.
Algunos de los vinos bajo la categoría de Txakoli blanco que catamos durante nuestra visita fueron:
- Magalarte Lezama 2022. Elaborado por la bodega del mismo nombre, es un varietal de Hondarrabi Zuri (85 %) con un ligero aporte de Riesling e Izkiriota (Gros Manseng). Es un vino cuya nariz está comandada por la fruta blanca y las flores blancas acompañadas de notas anisadas. En boca es frutal y fácil; un txakoli que desaparece de la copa sin apenas darte cuenta.
- Gure Aberria 2022. Elaborado por la bodega Talleri Berria, este txakoli es un varietal de Hondarrabi Zuri (80 %), acompañada de Hondarrabi Zuri Zerratia (20 %). Es un vino que nos recibe en nariz con flores blancas y fruta blanca acompañadas de notas mentoladas y de pomelo. En boca es un vino con una nota golosa compensada con una buena acidez que hacen de él un vino fácil con el que introducir a un público joven en el mundo del vino.
- Uriondo 2022. Elaborado por la bodega del mismo nombre, este txakoli es un coupage de Hondarrabi Zuri, Hondarrabi Zuri Zerratia, Sauvignon Blanc y Mune Mahatsa elaborado en depósitos de acero inoxidable. En nariz encontramos fruta blanca fresca acompañada de notas cítricas y herbales. En boca es un vino fácil, frutal con una nota mineral y un final ligeramente salino que lo hacen muy adictivo
- Loreako Ama 2022. Este txakoli elaborado por la bodega Virgen de Lorea es un monovarietal de Hondarrabi Zuri que tiene una ligera crianza sobre lías de tres meses. Nos encontramos ante un vino divertido, con una nariz comandada por los cítricos y la fruta blanca acompañada de esas notas herbales tan características de esta variedad. En boca es fresco, frutal y fácil; uno de esos vinos que te encantaría que estuvieran siempre en tu nevera
- Marko Gure Arbasoak 2022. Estamos ante un coupage de Hondarrabi Zuri Zerratia (60 %), Hondarrabi Zuri (30 %) e Izkiriota Ttipia (10 %) elaborado por Oxer Wines. Se trata de uno de los pocos vinos fermentados con levaduras autóctonas que hemos catado (la fermentación espontánea no es algo habitual en los vinos de Bizkaiko Txakolina). Estamos ante un vino cuya nariz está comandada por los cítricos y la manzana verde, aromas acompañados de esas notas herbales y de hinojo que encontramos habitualmente en los vinos de la D. O. En boca es un vino mineral, con notas yodadas y salinas en un trago vertical, directo, elegante y complejo. Para nosotros, es un gran vino que muestra todo el potencial de una uva de calidad con un buen trabajo en bodega.
Txakoli rosado
Para elaborar txakoli rosado se pueden utilizar uvas blancas y tintas, siempre que al menos el 50 % de ellas sean tintas. En general, son vinos frescos, fáciles y ligeros con una nariz en la que mandan los aromas a frutos rojos.
- Itsasmendi Janeo 2022 es el único txakoli rosado que catamos durante nuestra visita. Se trata de un monovarietal de Pinot Noir que fermenta con levaduras autóctonas (la mayoría de los vinos de la bodega no lo hacen) y que tiene una crianza sobre lías de 45 días en un foudre de 1.000 litros. Es un vino mineral con una acidez alta y un trago largo que lo hace muy interesante.
Txakoli tinto
Las variedades utilizadas en los txakolis tintos son Hondarrabi Beltza, Pinot Noir y Cabernet Franc, por lo que los vinos que nos encontramos en la copa pueden variar en cuanto a color, tanicidad y estructura. En nariz, los frutos rojos y negros y las notas herbales suelen estar presentes en todos ellos.
- Ilun 2022. Este txakoli elaborado por la bodega Gorka Izagirre es un monovarietal de Hondarrabi Beltza. Su nariz está comandada por la fruta roja, acompañada de notas minerales y herbales, así como azúcar quemado. En boca es un vino amable y equilibrado, con una buena acidez y un tanino pulido en un trago con un final balsámico.
Txakoli berezia
Los vinos amparados en esta categoría pueden ser blancos, rosados y tintos con crianza mínima de cinco meses, ya sea sobre lías en un depósito inerte o en madera. En esta clasificación también entran los vinos fermentados en barrica.
- Lento Latido 2019. Elaborado por la bodega Berroja, es un coupage de Hondarrabi Zuri (85 %), Riesling (10 %) y Hondarrabi Zuri Zerratia vinificadas por separado en depósitos de acero inoxidable. El vino tiene una crianza sobre lías de doce meses.
En la nariz de Lento Latido destaca la pera acompañada de ligeras notas florales e hinojo. En boca es un vino con buena acidez y volumen, con un trago ligeramente mineral y bastante largo.
- Zura 2019. Este monovarietal de Hondarrabi Zuri Zerratia elaborado por la bodega Gorka Izagirre fermenta en una tina de roble francés de 5.000 litros, donde también tiene una crianza sobre lías de ocho meses. Aunque la añada que está actualmente a la venta es la 2021, catamos un vino de la añada 2019 que está en perfecto estado de forma. Nos cuenta Joserra Calvo que es un vino pensado para envejecer. En su nariz encontramos melocotón y pomelo, acompañados de notas balsámicas e hinojo. En boca es un vino muy elegante cuya alta acidez está compensada con un buen volumen, en un trago complejo y largo, con un agradable amargor final.
- Magalarte Zamudio Fermentado en Barrica 2021 es un coupage de Hondarrabi Zuri e Izkiota Ttipia (Petit Manseng) que, como su nombre indica, fermenta en barrica. Es un vino en cuya nariz encontramos fruta madura, acompañada de notas de panadería, especias y ahumados. En boca tiene buena acidez y volumen en un trago amplio, equilibrado y largo.
- Berez Galanta 2020. Estamos ante el único vino que elabora la bodega Berez Galanta; un txakoli ligeramente diferente, ya que conserva un poco de anhídrido carbónico pese a tener una crianza sobre lías. Para ello, mantienen el vino a una temperatura de cuatro grados centígrados. Este monovarietal de Hondarrabi Zuri nos muestra una nariz comandada por la fruta blanca, acompañada de fruta de hueso, notas herbales e hinojo. En boca destaca el resto carbónico en un trago fácil, fresco y de buen volumen.
- Aitu 2021. Este tinto elaborado por la bodega Magalarte Lezama es un varietal de Hondarrabi Beltza (95 %) con un ligero aporte de Garnacha (5 %). En la nariz de este txakoli destaca la fruta roja acompañada de especias. En boca tiene una buena acidez y un tanino domado, todo ello en un trago frutal y fresco.
- Beltza 2021 es un vino elaborado por la bodega Doniene Gorrondona. Como su nombre indica, se trata de un monovarietal de Hondarrabi Beltza sin crianza en madera. Su nariz es comandada por la fruta roja, acompañada de notas minerales y herbales. En boca destaca una buena acidez y un tanino pulido en un trago fresco y mineral con una nota salina.
Aparduna
Los vinos espumosos elaborados con uvas calificadas por Bizkaiko Txakolina no se pueden llamar txakolis, pero sí que están amparados por la denominación de origen bajo la categoría Aparduna.
- Saregin es el espumoso elaborado mediante el método ancestral por la bodega Hasi Berriak, una bodega ecológica que trabaja siguiendo los preceptos de la biodinámica y que sólo utiliza levaduras autóctonas. Saregin nos conquista en nariz con fruta blanca acompañada de cítricos y notas de panadería. En boca tiene una burbuja fina en un trago de buen volumen, vivo y largo.
Uztagoiena
En esta categoría encontramos los vinos de última vendimia. Son vinos que tampoco se pueden denominar txakolis, pero que están amparados por la denominación de origen.
Elaborados con uvas sobremaduradas, tienen que tener una graduación alcohólica superior al 9,5 % del volumen.
- Urezti 2016 es un varietal de Hondarrabi Zuri Zerratia con un pequeño porcentaje de Izkiriota (Gros Manseng) elaborado por Itsasmendi. Este vino dulce tiene una crianza de tres meses en barrica de roble francés, seguida de otro mes en foudre. Urezti nos muestra orejones y notas amieladas en nariz, mientras que en boca conserva una buena acidez que compensa el dulzor de esas uvas sobremaduradas.
- Arima 2022 es el Uztagoiena elaborado por Gorka Izaguirre. Se trata de un monovarietal de Hondarrabi Zuri Zerratia que fermenta en barricas de roble francés de 500 litros, donde también realiza una pequeña crianza. Estamos ante un vino dulce en cuya nariz encontramos fruta de hueso madura acompañada de especias, miel, y piel de cítricos. En boca es un vino sedoso, con una muy buena acidez en un trago goloso, frutal y bastante largo.
Aparta
En esta categoría se encuentran los vinos elaborados con uvas calificadas por la denominación de origen, pero en cuya elaboración se han utilizado elementos o procesos menos habituales. Aquí podemos encontrar vinos naranjas, crianzas en ánfora, maceraciones carbónicas, vinos sin adición de sulfitos…
- Bat Berri 2020 es un monovarietal de Hondarrabi Zuri elaborado por Itsasmendi mediante maceración carbónica. Estamos ante otro de los pocos vinos elaborados con levaduras autóctonas. Tras la fermentación alcohólica, realiza la fermentación maloláctica y tiene una ligera crianza en ánforas de arcilla blanca. Es un vino cuya nariz nos muestra que ha sido elaborado con pieles. En ella también encontramos flores, fruta de hueso, heno y notas balsámicas. En boca tiene una buena acidez en un trago estructurado, bastante largo.
No queremos acabar de hablar de los vinos de Bizkaiko Txakolina sin hacer mención a su gran potencial de envejecimiento en botella. Son vinos que crecen con los años, aumentando su complejidad y añadiendo a su abanico de aromas notas terciarias que los hacen tremendamente complejos.
Durante nuestra visita tuvimos la suerte de probar las añadas 2015 y 2019 del Itsasmendi 7, además de la añada 2013 de Artizar, así como Ama 2015, un vino elaborado por Gorka Izagirre en honor a las madres de los trabajadores de la bodega. Todos ellos son claros ejemplos del potencial de envejecimiento que tienen los vinos de esta denominación de origen.
Si empezamos nuestra estancia en el viñedo de Itsasmendi, nos despedimos del txakoli de Vizcaya en el viñedo de Uriondo, en una tarde soleada en la que no se nos ocurre mejor plan que pasear por estas cuidadas viñas con una copa de Bizkaiko Txakolina en la mano.
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