Bembibre es la capital del Bierzo Alto, y es precisamente a esta población a la que rinde homenaje la bodega Dominio de Tares con un vino homónimo que muestra al mundo todo el potencial de la Mencía de esta subzona de la denominación de origen Bierzo.
Bembibre 2018 es un monovarietal de Mencía procedente de viñas de unos ochenta años de edad plantadas en seis parcelas diferentes a unos 700 metros de altitud sobre suelos de arcilla, caliza, pizarra y esquistos.
Tras una vendimia manual, en cajas de 18 kilos, las uvas pasan por una mesa de selección y son despalilladas sin estrujar. Después de la fermentación alcohólica, con levaduras autóctonas, se produce un descubado por gravedad, y el vino pasa a barricas de roble francés, donde realizará la conversión maloláctica y tendrá una crianza de de 15 meses seguida de una crianza en botella de al menos 24 meses.
Bembibre se muestra en copa con un color rojo cereza de capa alta. Su nariz, que necesita un poco de oxígeno para abrirse, nos muestra fruta madura acompañada de un toque floral y notas especiadas y herbales. En un segundo plano encontramos regaliz, tabaco y notas ahumadas. En boca es un vino de buena acidez, con un tanino domado en un trago largo y estructurado, de buena intensidad y volumen; hay también un fondo balsámico y un final licoroso.
Es un vino que pide la compañía de una buena comida y la tranquilidad de una larga sobremesa de un frío día de invierno.
Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
Bembibre 2018 | 15 % | 6.000 botellas de 75 cl | 24,90 euros |
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Bembibre 2018: A structured Mencía perfect for enjoying winter
Bembibre is the capital of Bierzo Alto, and it is precisely to this population that the Dominio de Tares winery pays homage with a wine of the same name that shows the world all the potential of Mencía from this sub-zone of the Bierzo designation of origin.
Bembibre 2018 is a Mencía single-varietal from eighty-year-old vines planted in six different plots at an altitude of around 700 meters on clay, limestone, slate and schist soils.
After a manual harvest, in 18-kilos boxes, the grapes go through a selection table and are destemmed without squeezing. After alcoholic fermentation, with indigenous yeasts, it’s devatted by gravity, and the wine goes into French oak barrels, where it undergoes malolactic conversion and is aged for 15 months followed by an aging in the bottle for at least 24 months.
Bembibre is shown in the glass with a cherry red color with a high robe. Its nose, which needs a bit of oxygen to open up, shows us ripe fruit accompanied by a floral touch and spicy and herbal notes. In the background we find licorice, tobacco and smoky notes. On the palate it’s a wine with good acidity, with tamed tannins in a long and structured drink, with good intensity and volume; there is also a balsamic background and a liquor finish.
It’s a wine that requires the company of a good meal and the tranquility of a long after-dinner on a cold winter day.