No sabemos si es cierta la leyenda que dice que las uvas que el lazarillo de Tormes le robaba al ciego en la novela de 1554 eran Albillo Real. Lo que sí sabemos es que la existencia de esta variedad de uva está documentada desde 1513, año en el que aparece en el libro Agricultura General, de Gabriel Alonso de Herrera.
Se trata de una variedad temprana de ciclo muy corto que se usaba como uva de mesa por ser la primera en madurar. Hablamos de una uva poco productiva, de porte bajo y rastrero, cuyas uvas, muy dulces, son pequeñas y con una piel muy fina y dorada. En la actualidad, esta uva se encuentra en la sierra de Gredos y zonas aledañas.
Hoy vamos a catar el Albillo Real de dos terruños diferentes aunque no demasiado distantes. El primero procede de Almorox, una localidad toledana situada a unos 600 metros de altitud. Allí, en tres viñas viejas plantadas sobre suelos arenosos, nacen las uvas con las que se elabora Arrayán Albillo Real, un vino blanco que fermenta en barricas usadas de 300 y 500 litros de roble francés, donde además tiene una crianza de ocho meses.
El otro vino que cataremos es Arrayán Granito Albillo Real, procedente de la localidad abulense de Cebreros. También procede de tres viñas viejas diferentes, en este caso situadas a unos 700 metros de altitud y plantadas sobre suelos graníticos con roca en superficie. En este caso, las uvas fermentan en depósitos de acero inoxidable y tienen una crianza de ocho meses en tinajas.
En ambos casos las uvas son vendimiadas manualmente y refrigeradas en una cámara antes de ser pisadas con las pieles y antes de que el mosto comience a fermentar. Además de la diferencia de suelo, altitud y elaboración, hay otra diferencia a tener en cuenta: la fecha de la vendimia, que en Almorox suele comenzar a finales de julio, mientras que en Cebreros hay que esperar hasta el diez de agosto.
Arrayán en Blanco: La Cata
Albillo Real 2015
Estamos ante la segunda añada del vino elaborado bajo la denominación de origen Méntrida. El 2015 fue un año muy cálido y seco, por lo que las uvas estaban muy concentradas. Lo primero que nos llama la atención es su color dorado. Es un vino que en nariz se presenta evolucionado, pero hacia un sitio que a nosotros nos gusta, con flores secas y fruta madura, además de una nota mineral que encontraremos a lo largo de toda la cata. En boca es intenso, con un buen volumen aportado por la variedad, ya que en este vino no se realiza ningún trabajo de lías. Aún mantiene estructura en un trago intenso y largo, con un amargor final muy interesante.
Albillo Real 2016
A diferencia del año 2015, la primavera del 2016 fue lluviosa, lo que retrasó el ciclo de la uva y no se consiguió un buen cuajado. Este año, la uva no logró tanta concentración como en el año anterior, y el vino no llegó al 13 % de alcohol, aunque a la lluvia primaveral le siguió un verano muy cálido y seco.
En copa se presenta con un dorado más intenso que la añada anterior. En nariz, también encontramos notas evolucionadas y una marcada mineralidad. En boca, es un vino más fresco y jugoso, pero con un poco menos de volumen.
Como hemos podido comprobar tras probar las dos añadas más viejas de la cata, el Albillo Real tiene un buen potencial de envejecimiento.

Albillo Real 2018
Estamos ante la primera añada en la que se elaboró vino en la denominación de origen Cebreros, por lo que vamos a comparar los vinos de los dos terruños.
Lo primero que nos llama la atención es que en Cebreros el vino alcanzó el 14,5 % de alcohol, mientras que en Méntrida se quedó en 13,6 %. También podemos observar, a través de la analítica, que el vino de Méntrida tiene una acidez mayor que el de Cebreros, con 5,2 g/l de acidez total y un pH de 3,27, en comparación con el pH de 3,24 y la acidez total de 4,9 g/l de Cebreros.
Pero lo que realmente nos interesa es lo que encontramos al catarlos. Lo primero que descubrimos es que el color del Albillo mentridano es más dorado que el de cebreros, y este último se encuentra un poco reducido recién servido, pero tras una ligera oxigenación, el vino se abre mostrándonos el albillo más varietal hasta el momento, con aromas de pera y flor silvestre en nariz. En cambio el de Méntrida se presenta con una nariz más reducida que nos recuerda ligeramente a la del 2015, pero menos evolucionada.
En boca, nos encontramos con el vino con mayor sensación de acidez hasta el momento, un vino fresco con una madera muy bien integrada. En cuanto al vino de Cebreros, en boca es más fresco, más directo y más mineral, pero con ese mismo final amargo tan característico de esta variedad.
Albillo Real 2020
En la añada 2020, tanto los vinos de Méntrida como los de Cebreros tuvieron un alto grado alcohólico: alrededor del 14,5 %. La acidez también fue similar en ambos vinos. Sin embargo, en cata sí se aprecian diferencias.En nariz, en ambos vinos encontramos mucha fruta, pero en Méntrida destaca más la fruta de hueso, mientras que en Cebreros la pera sigue siendo la fruta predominante. La nota mineral está más presente en Cebreros que en Méntrida, donde también encontramos unas notas anisadas, de hinojo, en nariz, que lo hacen muy interesante. Cebreros es el vino con el trago más directo, un trago con un final ligeramente salino que acompaña a ese amargor presente en todos los vinos de la cata.
Albillo Real 2021
En el año 2021, volvemos a encontrar una notable diferencia en el grado alcohólico de los dos vinos. Cebreros alcanza un 14,51 %, mientras que Méntrida se queda en un 13,68 %.
En cata, también encontramos diferencias. Por primera vez, la madera toma protagonismo y está muy presente en nariz en este 2021 de Méntrida. Suponemos que un poco más de tiempo en botella integrará la madera, al igual que ha sucedido en el resto de añadas. En boca, tiene un buen volumen, aunque muestra algo menos de acidez que en otras ocasiones.
Por su parte, este 2021 de Cebreros se presenta perfecto para consumir ya. Con una nariz muy frutal en un vino inmediato, de buena acidez, mineral y con ese final amargo que nos gusta tanto y hace que nos llevemos la copa a la boca una y otra vez.

Con este 2021, hemos concluido la cata en la que hemos visto las diferencias entre los dos terruños donde Arrayán elabora sus Albillos. Y, sobre todo, hemos comprobado el potencial de envejecimiento de una uva que, según la leyenda, era la que le robaba el lazarillo de Tormes al ciego en el clásico de la picaresca española de 1554.

Vino | Alcohol | Producción | Precio |
Arrayán Albillo Real 2015 | 13,48 % | 2.534 botellas de 75 cl | – |
Arrayán Albillo Real 2016 | 12,88 % | 1.200 botellas de 75 cl | – |
Arrayán Albillo Real 2018 | 13,6 % | – | – |
Arrayán Granito Albillo Real 2018 | 14,5 % | – | – |
Arrayán Albillo Real 2020 | 14,26 % | 700 botellas de 75 cl | – |
Arrayán Granito Albillo Real 2020 | 14,43 % | – | – |
Arrayán Albillo Real 2021 | 13,68 % | 2.933 botellas de 75 cl | 16,95 euros (75 cl) |
Arrayán Granito Albillo Real 2021 | 14,51 % | – | 16,95 euros (75 cl) |

Hemos creado este espacio para ti
Si quieres que los lectores de Nos Vamos de Vinos accedan a la web de tu bodega, distribuidora, tienda, vinoteca, hotel rural… a través de un enlace con foto como éste, te sorprenderá lo económico que es.