A Valigota es la última referencia con la que nos ha sorprendido Adega O Cabalín, el proyecto vitivinícola de Teresa López y Luis Peique en Valdeorras del que ya hemos hablado ampliamente y del que difícilmente nos cansaremos de hablar.
Se trata de un vino que toma el nombre de la parcela de la que proceden sus uvas, una viña plantada en 1919 (o quizás antes), ubicada en un paraje conocido como Caidó, en la ladera norte del abrupto valle por el que discurre el río Casayo, afluente del Sil, en la localidad de Carballeda de Valdeorras.
Hace año y medio, tras visitar la zona, escribimos que “en Caidó nos sorprende encontrar mucha viña contigua, muy bien cuidada en líneas generales. Hay más cuarcita, pizarra descompuesta y, sobre estos suelos, diferentes sistemas de conducción, muy distintos estilos de poda, distinta densidad de plantas, zonas abancaladas y otras con su pendiente natural… Al cabo de las décadas, cada viticultor ha ido forjando su pequeño pedazo de terruño, y ver todo este «bosque» de cepas sobreviviendo juntas te reconforta el alma”.
Para elaborar A Valigota 2020, las uvas tintas de esta parcela de 0,25 hectáreas (mayormente Mencía, Brancellao, Merenzao, Ferrón y Garnacha Tintorera), se vendimian a mano al alba. Ya en bodega, son encubadas en barricas abiertas de 500 litros con un 35% de raspón. La fermentación se produce de manera espontánea, con levaduras autóctonas y sin control de temperatura, y el vino permanece macerando con sus hollejos entre 30 y 40 días para pasar a criarse en barricas de roble francés durante algo más de un año.
En la copa encontramos un vino de color picota y capa media baja. Su nariz nos ofrece fruta roja, aromas herbales y minerales con notas especiadas y un toque de laca. En boca es un vino frutal, levemente balsámico, que nos recibe con muy buena acidez, taninos firmes, buena intensidad y buena longitud.
Es un vino fresco, de corte vertical pero nada punzante; un vino deliciosamente honesto que se bebe con facilidad mientras nos recuerda que hoy podemos disfrutar algo así gracias no solamente a Luis y a Teresa sino también a las diferentes generaciones de viticultores que han ido cuidando estas increíbles cepas centenarias.
| Vino | Alcohol | Producción | Precio (75 cl) |
| Adega O Cabalín A Valigota 2020 | 13 % | 1.300 botellas de 75 cl | 30-40 euros |
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Adega O Cabalín A Valigota 2020: The centennial heritage of a northern slope of Valdeorras
A Valigota is the latest reference with which Adega O Cabalín has surprised us, the wine project of Teresa López and Luis Peique in Valdeorras about which we have already spoken extensively and which we will hardly tire of talking about.
It’s a wine that takes its name from the donor plot of the grapes, a vineyard planted in 1919 (or perhaps before), located in a place known as Caidó, on the northern slope of the steep valley of the Casayo River, a tributary of the Sil, in the town of Carballeda de Valdeorras.
A year and a half ago, after visiting the area, we wrote that “in Caidó we were surprised to find a lot of adjacent vineyards, generally very well cared for. There is more quartzite, decomposed slate and, on these soils, different vine-driving systems, very different pruning styles, different plant density, terraced areas and others with their natural slope… Over the decades, each winegrower has been forging his own little piece of terroir, and seeing all this «forest» of vines surviving together comforts one’s soul”.
To elaborate A Valigota 2020, the red grapes from this 0.25 hectare plot (mostly Mencía, Brancellao, Merenzao, Ferrón and Alicante Bouschet) are hand harvested at dawn. Once in the winery, they are vatted in open 500-liter barrels with 35% stems. Fermentation happens spontaneously, with native yeasts and without temperature control, and the wine remains macerated with its skins for between 30 and 40 days before aging in French oak barrels for just over a year.
In the glass we find a cherry-colored wine with a medium-low layer. Its nose offers us red fruit, herbal and mineral aromas with spicy notes and a touch of lacquer. On the palate it’s a fruity, slightly balsamic wine, which welcomes us with very good acidity, firm tannins, good intensity and good length.
It’s a fresh wine, with a vertical start of the sip but not at all sharp; a deliciously honest wine that is easy to drink while reminding us that today we can enjoy something like this thanks not only to Luis and Teresa but also to the different generations of winegrowers who have cared for these incredible centuries-old vines.
